Dra. Ana Teresa Abreu
Médica Cirujana por la Universidad La Salle. Tiene una especialidad en Gastroenterología. Profesora en la UNAM. Es una reconocida conferencista a nivel internacional y autora de numerosos artículos y publicaciones. Actualmente es Tesorera de la Sociedad IberoAmericana de Microbiota Probióticos y Prebióticos.
Hospital Ángeles Pedregal Consultorio 501.
Mail: aaananbr571@gmail.com
T. 55-51-35-43-72
¿Qué es?
Es un término usado para referirse a la alteración de los nervios y músculos del colon.
Al ser el encargado de movilizar las heces para su expulsión, cuando no funciona de forma bien, hay problemas para mover la materia fecal a través del intestino grueso.
Las heces pueden quedar depositadas en el colon sin avanzar correctamente para ser expulsadas fuera del cuerpo.
Debido a esta inactividad, falta de movimientos y acción es que se la ha llamado intestino perezoso.
Chequen, para que la expulsión de materia fecal pueda ser eficiente, se considera que dentro del rango común haya tres movimientos intestinales por minuto.
¿Qué se siente y por qué pasa?
Hacer mucho esfuerzo al evacuar.
Heces duras.
Sensación de evacuación incompleta.
Sensación de obstrucción o bloqueo anorrectal.
Menos de 3 evacuaciones por semana.
Distensión abdominal.
Dolor al defecar y hemorroides debido al esfuerzo.
Estos síntomas son causados por varios factores y aún no se ha asignado una sola causa al intestino perezoso. Pero ahí les van, algunas de las más comunes:
Medicamentos: algunos medicamentos pueden interferir en la actividad del colon, tales como antihipertensivos, analgésicos, antidepresivos, antipsicóticos y anticolinérgicos.
El hipotiroidismo, diabetes y algunas enfermedades reumáticas también afectan la función de los nervios y músculos del colon.
Cambios abruptos en la dieta: ingerir pocos alimentos ricos en fibra natural y ausencia de líquidos que ayuden a nuestro sistema digestivo a procesar adecuadamente los alimentos.
Malos hábitos evacuatorios: ignorar de forma constante y por largos lapsos de tiempo la necesidad de defecar.
Anormalidades estructurales del colon: estrecheces u otras enfermedades del colon o del recto.
¿Cómo puedo aliviar el intestino perezoso?
Cambios en la dieta. Una dieta que enfatiza las frutas y verduras naturales y sin procesar puede mejorar la digestión y hacerlo más regular.
Si necesitamos laxantes, que sean naturales. Los laxantes artificiales pueden empeorar los o incluso provocar el problema. Agregar tres o cuatro tazas de té verde a la rutina diaria puede ser una estrategia para mejorar su digestión.
Ingerir probióticos. Los probióticos son grandes aliados para mejorar el tiempo de tránsito y la regularidad de las heces.
Más ejercicio. Hacer algo de ejercicio ligero puede ayudar a mejorar la circulación sanguínea y
mantener encendido el sistema digestivo, para que haga sus funciones.
Mejorar la postura para facilitar la evacuación. Hay productos para cambiar la postura cuando vamos al baño por otra que facilite la tarea. Una de ellas es una especie de reposapiés que facilita el cambio del ángulo de las piernas a una similar a la que se consigue en cuclillas.
Reentrenamiento intestinal. El reentrenamiento intestinal es un tratamiento conductual para trastornos intestinales. Algunas terapias de entrenamiento intestinal usan la biorretroalimentación. Hay varios métodos para administrar la esta fórmula. Uno es colocar electrodos en el intestino para permitir que la persona vea o escuche la actividad de sus músculos intestinales. Luego, puedes usar esta retroalimentación para comprender mejor tus evacuaciones intestinales y así «reeducar» los músculos.