Aura Medina De Wit
Psicoterapeuta, instructora de meditación y autora de los libros:
“¿Amor o codependencia?” y “Lo que ellos dicen de ellas”.
TW: @AuraMedinaW
¿Qué es?
Existen innumerables definiciones de la codependencia y aquí comparto algunas de ellas:
Enfermedad que se manifiesta en la incapacidad para lograr participar en forma positiva en una relación. “Quiero ser Libre” de Ma. Esther de Castillo.
El codependiente es aquella persona que ha permitido que su vida se vea afectada por la conducta de otra persona y que está obsesionada tratando de controlar esta conducta. “Codependent no more” de Melody Beattie.
La codependencia es una condición específica caracterizada por preocupación y extrema dependencia (emocional, social y a veces física) de una persona o un objeto. A veces tan patológica que afecta todas sus otras relaciones.
Lo que he ido entendiendo a través de años de trabajar conmigo y con grupos sobre este tema, es que la codependencia es un estado en el que el ser se encuentra totalmente alienado, solitario, aislado del mundo y de sí mismo. Como un estado de soledad y vacío que intentamos llenar con cosas del exterior sin resultado alguno. Nos lleva a involucrarnos en relaciones desde este tremendo vacío, buscando a alguien o algo que llene los huecos, que adivine nuestras necesidades y sea capaz de satisfacerlas y al no lograrlo exigimos, reaccionamos y nos protegemos aún más.
La codependencia también implica una serie de condicionamientos familiares, sociales, culturales e ideas acerca de lo que debemos ser, lo que debemos hacer, cómo comportarnos y relacionarnos.
Características del codependiente
Asume la responsabilidad por los sentimientos y conductas de otros.
Dificultad en identificar sentimientos.
Incapacidad para expresar sentimientos.
Miedo ante la respuesta de los demás a los sentimientos propios.
Dificultad en formar y mantener relaciones cercanas.
Miedo al rechazo o a ser lastimados por otros.
Perfeccionistas que abrigan demasiadas expectativas de sí mismos y de los demás.
Dificultad para tomar decisiones.
Tienden a minimizar, alterar o negar la verdad de cómo se sienten.
Las acciones y actitudes de otros determinan sus reacciones y respuestas.
Ponen las necesidades y deseos de otros antes de las propias.
El miedo a la ira de otros determina lo que dicen o hacen.
Se cuestionan o ignoran sus valores, con la idea de relacionarse mejor con los demás. Valoran las opiniones ajenas más que las propias.
Su autoestima se rige por a influencia de otros. No reconocen lo bueno acerca de ellos mismos.
La serenidad y atención mental están determinadas por los sentimientos y conductas de otros.
No creen que ser vulnerables y pedir ayuda sea normal y correcto.
No saben que está bien hablar de los problemas fuera de la familia, que los sentimientos son sentimientos y que es mejor compartirlos que negarlos, minimizarlos o justificarlos.
DESARROLLO DE LA CODEPENDENCIA
De acuerdo con diferentes autores, el niño, (niña) debe tener satisfechas sus necesidades básicas para desarrollarse sanamente:
Cuando estas necesidades del ser humano no son satisfechas para llegar a superar la etapa que el niño vive en el aspecto físico, emocional, intelectual y espiritual, el “niño interior” se detiene en su desarrollo. Entre más enferma o carente es la condición de los adultos encargados del niño (niña) menos satisfechas son las necesidades de éste (ésta).
Así la parte creativa, viva plena de ese/a “niño/a interior” queda paralizada. Al no ser satisfechas sus necesidades por medio de los padres u otras figuras de autoridad, a ese, esa niño/a le falta el alimento para crecer. Al no poder expresar sus necesidades y su propio ser, surge para sobrevivir un “sí mismo falso” , el “sí mismo codependiente”, que se ajusta a las demandas y deseos de los demás.
AMBIENTES EN LOS QUE SE DESARROLLA LA CODEPENDENCIA
En la familia:
El estancamiento del desarrollo normal del niño y por ende la aparición del “ego” o personalidad codependiente, se favorece principalmente en una familia disfuncional o adicta, cuyas principales características son las siguientes:
Familia disfuncional Familia Funcional
No se hablan las cosas. Comunicación abierta.
Represión de sentimientos. Expresión libre de sentimientos.
Expectativas indefinidas. Reglas establecidas.
Relaciones viciadas. Respeto a cada persona.
Manipulación y control. Respeto a la libertad de cada miembro.
Sistema caótico de valores. Valores sólidos y consistentes.
Actitudes rígidas. Flexibilidad de criterios.
Tradiciones inamovibles. Adaptación al cambio.
Atmósfera desagradable. Atmósfera agradable.
Enfermedades frecuentes. Gente sana.
Relaciones dependientes. Independencia y crecimiento.
Envidia y desconfianza. Confianza y amor.
MANIFESTACIONES DE LA CODEPENDENCIA
La codependencia o coparticipación negativa se manifiesta de muchas maneras, dependiendo de la personalidad de los individuos o de la forma de relacionarse en sus familias y con los demás. Pero en todos podemos distinguir cinco formas características en que se manifiesta:
Rescate.
Reacción.
Atadura.
Dependencia.
Control.
Estrategias de la persona codependiente
EL MARTILLO: Exigir, reclamar y culpar.
EL GANCHO: Manipular a otros por medio de la culpa, con el amor, el sexo, con el poder, engañando, complaciendo a los demás para obtener lo que deseamos.
LA FLECHA: Culpar es otro tipo de manipulación, pero lo hacemos tan a menudo que merece su propia línea.
EL CUCHILLO: Conductas de venganza a quienes según nosotros nos han dañado. Puede ser ignorar al otro, irte con alguien más, criticarlo por detrás, etc.
EL DESARMADOR: Arreglar y cambiar. “Si tan solo me escucharas”, “Yo sé lo que te conviene”.
Algunos puntos importantes en la búsqueda de la recuperación son:
Reconocer lo que sucede, reconocer nuestros síntomas y tomar la decisión de sanar nuestras relaciones y nuestras vidas.
Curación interior a través de la terapia individual:
Buscar ayuda terapéutica, profesional. Afortunadamente hoy, como nunca hay muchos especialistas que se dedican al campo de las relaciones y específicamente trabajan con los asuntos de la codependencia.
Grupos de apoyo (12 pasos, codependientes anónimos) y cursos, talleres para cambiar patrones de conducta, trabajar con nuestras heridas de la infancia, con las emociones reprimidas, aprendiendo a manejarlas de forma madura, trabajar con nuestros problemas de comunicación directa y efectiva, etc.