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2024-11-19 21:38:30

Las proyecciones en la pareja

¿Eres hombre y te ves atraído por mujeres que terminan siendo tan controladoras como tu madre? Quizá tú eres así y no lo quieres ver.

octubre 22, 2018

Aura Medina De Wit
Psicoterapeuta, instructora de meditación y autora de los libros: “¿Amor o codependencia?” y “Lo que ellos dicen de ellas”.
TW: @AuraMedinaW

En general, podemos decir que todos estamos buscando nuestra “otra mitad”, nuestra “alma gemela”. Estas ganas de encontrar a la pareja en nuestras vidas es muy fuerte. Experimentamos el amor, a veces de manera plena, a veces con finales desgarradores, y seguimos, seguimos en la búsqueda.
Seguro has escuchado esta palabra “proyecciones” un sinfín de veces, pero ¿Qué significa realmente?

Las proyecciones son la forma de llevar hacia afuera nuestros procesos internos, cualidades no reconocidas, características que son amenazantes de reconocer en uno mismo, necesidades no asumidas. En corto: proyectar es poner en el entorno algo que es mío y no reconozco.

Proyecciones positivas y negativas en la pareja.
Al inicio de nuestras relaciones, estamos justamente llenos de expectativas, y las llamo infantiles porque es precisamente esa parte la que espera que esta vez sí será “la pareja correcta”, la que me dará lo que necesito, cubrirá mis necesidades, etc. Proyectamos en estas personas justo todo esto que necesitamos y los transformamos en el padre o madre “ideal”.
Normalmente cuando el tiempo pasa y esa persona resulta no ser el “ideal” empezamos a proyectar negativamente, lo convertimos en el papá o mamá “malo. De pronto se convierte en una persona egoísta, controladora, que no es capaz de darnos lo que necesitamos. Entre más significativa la relación, más fuerte la proyección.
“PROYECTAMOS NUESTRA NECESIDADE DE SER “PARENTADOS”.
Nuestros niños interiores heridos, con todas sus carencias y vacíos son una máquina de proyectar. La base de la mayoría de estas proyecciones es obtener el cuidado parental que nunca tuvimos.

Demandar exigir.
Idealizar
Complacer
Rebelarnos
Someternos
Culpar
Las necesidades no son el problema, el verdadero caos viene de la forma en que lidiamos con ellas, o de la forma en que las ignoramos y pretendemos que alguien más haga la tarea que nuestros padres no hicieron.
Básicamente lo que estamos haciendo es proyectar esas carencias, esa “hambre” en alguien que más o menos “llene el perfil”. Y por supuesto, aunque en un inicio puede que la otra persona se sienta halagada, y quiera hacerla de “rescatadora” llega un momento en que se resiente y empiezan los reclamos, los enojos, los resentimientos.
Todo lo que nos irrita de otros nos lleva a un entendimiento de nosotros mismos” Frase de Carl G Jung que nos recuerda que precisamente cuando proyectamos surge la gran oportunidad de conocernos mejor a nosotros mismos. Es cuando más claramente podemos ver aquello que no somos capaces de ver en nosotros, o que no queremos ver.
Cuando alguien nos atrae, por lo general pensamos y decimos que esta persona es maravillosa porque tiene estas o aquellas cualidades. Estas cualidades están en nosotros, pero no las hemos reconocido, entonces las vemos en los otros. Cualidades que están escondidas, que necesitamos cultivar, crecer.
Como un inicio en este camino de auto conocimiento, cuando alguien te atraiga, hazte este par de preguntas: ¿Qué cualidades estoy viendo en esta persona? ¿Cuáles de ellas son las que necesito desarrollar en mí? Esto es lo que se conoce como adueñarnos, asumir la proyección, hacernos consciente de ella y utilizarla para crecer.
“MIRAMOS LA PAJA EN EL OJO AJENO. PERO NO LA VIGA EN EL NUESTRO”.
Indudablemente es en la relación de pareja donde las proyecciones son más obvias y generadoras de muchos conflictos.

Se juzga al otro por características que no sentimos nuestras y que no van de acuerdo con nuestro “yo idealizado”. Y al mismo tiempo los acusamos de no tener algo que quisiéramos tener nosotros. (pero no nos damos cuenta de esto)

FUNCIONALIDAD DE LA PROYECCIÓN
La proyección forma parte de nuestra percepción. Gracias a ella puedo reconocer fuera de mi a los otros, además puedo descubrir lo que es mío , o sea descubrirme a través de los otros.
La empatía es un tipo de proyección.
En el enamoramiento me descubro a través del otro /de la otra.
Al rechazar alguna característica me alejo de la parte funcional de la misma y del recurso que representa. Se trata de encontrar lo bueno en lo malo.

REPITIENDO VIEJOS PATRONES
Para empezar, necesitamos identificar nuestros patrones repetitivos en las relaciones. (Freud descubrió que todos tenemos un impulso irresistible de re actuar en el presente las primeras relaciones que tuvimos, principalmente la forma en que nos relacionamos con los padres. Le llamó a esto: “La compulsión de Repetir”.
Esto es lo que estamos haciendo, replicar nuestras relaciones principales de la infancia porque necesitamos completar lo que quedo incompleto. Es como repetir las materias que no pasamos.
Tómate un momento para investigar tus relaciones más significativas, empezando por las amorosas. Ayúdate de las siguientes preguntas:
¿De qué manera has permitido que abusen de ti, que te maltraten o no te comprendan?
¿En qué manera has comprometido tu verdad?
¿De qué maneras abusas a otro/as? indaga si hay un patrón familiar con esto.
¿Has recibido la misma retroalimentación de parejas una y otra vez? ¿Y has reaccionado de la misma manera cada vez?
¿Puedes ver algún tipo de patrón en la forma en que te proteges?
¿Cuáles son las creencias negativas comunes acerca del amor y de abrirse a él que afirmas una y otra vez?
Con tus amistades cercanas, ¿Qué te recuerda de tu relación con tus hermanos?
Con figuras de autoridad, ¿hay algo que te recuerda de tu relación con padres o hermanos mayores?
Con tus hijos, ¿Notas alguna similitud entre cómo eres con ellos y como fueron tus padres contigo
Una vez que reconocemos estos patrones, la siguiente pregunta es. ¿Cómo evitamos que suceda de nuevo?

DIVIDIENDO ENTRE BUEN PADRE-MAL PADRE
El asunto de las proyecciones se complica. No solo determina a quien atraemos, también maneja como nos relacionamos una vez que estamos en la relación. Desde la perspectiva de nuestros niños heridos, vemos al otro de dos formas: como buen padre o como mal padre. Nuestro niño, niña herida quiere y necesita sentirse amada y apoyada. Cuando lo obtiene del otro, entonces lo ve como “un buen padre (o madre) amoroso, bueno. Cuando no lo obtiene ve al padre malo que rechaza.
Obviamente nadie puede ser ese “padre perfecto” y eso lo entendemos desde la parte adulta, pero la parte infantil seguirá intentando encontrar a la persona “ideal”. Y cuando esa persona no cumpla con nuestras expectativas, nuestros niños emocionales harán su berrinche. (rogar, castigar, vengarnos, cerrarnos, pretender que no nos importa, etc.)
Tal como John Bradshaw describe en su libro “Creando Amor” : “Una vez que entramos al espacio regresivo del niño herido, escuchamos y vemos cosas que no fueron dichas o que no están sucediendo y no escuchamos lo que si fue dicho o no vemos lo que si está sucediendo. Estamos perdidos en nuestra propia película de horror y desde esa perspectiva no podemos experimentar la realidad.

REBELARNOS
La trama se complica aún más. Nuestros niños internos están buscando al padre perfecto, y una vez que encuentren a un sujeto que llene el perfil, continúan dividiéndolo entre padre bueno y padre malo. Y algo que queremos hacer es rebelarnos en contra de ese padre. Como si estuviéramos golpeando su amor, poniéndolo a prueba, darnos cuenta si esa persona realmente nos ama. Si realmente puede manejarnos cuando no somos amables, amorosos, considerados, etc. Esto viene de la falta de límites firmes y amorosos que hubiésemos necesitado de pequeños, y la mayoría estamos hambrientos de estos límites no existentes.
Lo que hacemos muchas veces en este intento es pendulear entre ser “niños obedientes” adaptándonos y cediendo para asegurarnos el amor de nuestra pareja ( en realidad de papá o mamá) Pero luego nos cansamos de este papel y nos convertimos en “niños rebeldes”, Claro, esto lo hacemos cuando estamos seguros del amor de la otra persona, porque nos sentimos más seguros de “probarlos” y de atrevernos a jugar el rol que quizá de pequeños no pudimos.
“Una de las razones por las que creamos figuras de autoridad en nuestras vidas es para rebelarnos en su contra, rebelarnos en contra de las leyes que ellos establezcan, las restricciones que nos impongan y el consejo que nos den. Buscamos que un guía, estructura y luego nos rebelamos en su contra..

VENGANZA
Esta es la parte oscura de las relaciones dentro de todo el juego de las proyecciones. Estamox esperando vengarnos. Hemos guardado tanto resentimiento , tanta ira no expresada desde la infancia , normalmente sin darnos cuenta, que simplemente explota en las relaciones actuales. Reprimimos tanto de pequeños, tanta humillación, abuso y traiciones que vamos por la vida de manera inconsciente con una maleta llena de proyectiles en espera de ser lanzados.
Toda esta ira surge de mil maneras en nuestras relaciones actuales, abuso físico o verbal, bromas, sarcasmo, sobajando a la otra persona, ignorándola, aislándonos de ella, o traicionándola con otras personas., etc, etc.
Todos proyectamos, la cuestión es si podemos crecer con esto o permitimos que estas proyecciones nos hagan sufrir y vivir en el drama y esto tiene que ver con entender lo que hacemos. La opción es nuestra:

COMO USAR LAS PROYECCIONES A NUESTRO FAVOR
Tu padre fue infiel, tú quieres un hombre fiel, pero repetidamente caes en relaciones donde la infidelidad aparece una y otra vez. Este es tu patrón. ¿Cómo salir de esto? Hay que trabajar limpiando esa parte inconsciente, no solo en terapia que es muy necesaria, pero también debes darte cuenta cómo estás Tú siendo infiel, quizá no al otro, pero si a ti misma: a tus necesidades, a tus valores. Desarrollar en ti esa fidelidad que buscas.
¿Te encuentras continuamente con personas no disponibles emocionalmente? Es muy posible que la vida te esté reflejando algo tuyo, quizá haciéndote ver que tú misma no estás disponible para ti, que no estás haciéndote cargo de tus necesidades, no te escuchas, no te valoras ni te das la importancia que te mereces. No eres tu prioridad, y cuando alguien aparece en tu vida, te trata exactamente de la manera en que tú te tratas. Así, simple y complicado,
¿Quieres un hombre exitoso, que se haga cargo de ti? ¿Cómo sería tú empezar a hacerte cargo de ti, trabajar en desarrollar eso que estás buscando afuera en vez de esperar a que otro lo haga?
¿Eres hombre y te ves irremediablemente atraído por mujeres que terminan siendo tan controladoras como tu madre? Quizá ese control está bien escondido en ti, sale como celos, posesión, miedos, rigidez y en vez de ver esa parte tuya, te pierdes culpando, juzgando, queriendo cambiar a la pareja en vez de trabajar con eso que es tuyo.
Y es mi experiencia que al ir avanzando en el trabajo interno, las parejas externas variarán de acuerdo a nuestro desarrollo.

octubre 22, 2018