Aura Medina De Wit
Psicoterapeuta, instructora de meditación y autora de los libros:
“¿Amor o codependencia?” y “Lo que ellos dicen de ellas”.
TW: @AuraMedinaW
Cuando describimos a las mujeres como “controladoras” de sus parejas, pareciera que las vemos como tiranas enloquecidas de poder a expensas de sus inocentes parejas.
Pero ¿es esto verdad? “controladora” es la palabra que Luis utiliza para describir a su pareja Susana. Cuando habla de ella, hay mucho resentimiento en su voz.
Siempre que él le reclama, Susana cree que Luis está haciendo drama, exagerando. Aún hoy, cuando este supuesto control lo ha llevado a involucrarse con alguien más y pedir el divorcio, Susana se sorprende ante el enojo de él.
La pregunta es si estas mujeres desean controlar a sus parejas llevadas por un diabólico impulso. O ¿son mujeres que han elegido el control como un medio de elevar su propia seguridad? Después de años de trabajar con ellas, me parece que esto último es lo más cercano a la vedad.
El deseo de ejercer control sobre la pareja se entiende y es bastante común ya que la ilusión de estar en control nos hace sentirnos más cómodas, menos vulnerables. Nos ayuda a sentirnos menos ansiosas y más seguras que todo saldrá de una manera predecible y satisfactoria.
Esa necesidad de controlar inicia cuando nos enamoramos. Se dice que el amor y el odio son extremos de un mismo sentimiento, pero puede ser más acertado decir que el amor y el control están fuertemente vinculados.
Amar a alguien lleva consigo una creciente necesidad de esa persona. La necesidad emocional otorga un gran poder a la persona que se necesita. Cuando damos ese poder, sentimos miedo y también un silencioso resentimiento al dar nuestro sentido de bienestar en las manos de alguien más.
Ese vínculo entre dependencia y control inicia en la niñez.
Nuestras estrategias de control están guiadas por el miedo, a menos de que tengamos el control de las cosas, de la otra persona, algo malo sucederá o nunca obtendremos lo que queremos.
Nos movemos en automático, intentando controlar siempre que nos sentimos atacadas, amenazadas, porque realmente creemos que es un asunto de vida o muerte. Intentamos controlar para satisfacer nuestras necesidades, cuando no nos sentimos seguras, amadas y apreciadas. Y desde allí compulsivamente intentamos controlar a los demás, a la vida, de todas formas, posibles. Y lo que sigue es el conflicto, expectativas no cumplidas, mala comunicación, juegos de poder y dolor.
Hombres y mujeres en control
Cuando los temas de control y dominación se exploran entre hombres y mujeres, es frecuentemente el hombre el que está personificado como el controlador. Cierto, los hombres han intentado controlar a las mujeres a través de las diferentes épocas de mil maneras. Pero mientras estas formas de control masculino están bien documentadas en la historia, las formas en que las mujeres deseamos controlar a los hombres, casi siempre exitosamente, no son tan conocidas.
ESTRATEGIAS DE CONTROL
El martillo -Demandas, exigencias.
El gancho – Manipulación
Dardos – Culpar.
El cuchillo – Utilizar la culpa y otros trucos como venganza
Tazón de pordiosero – Papel de la víctima, rogar, llorar.
Tazón de pordiosero volteado – resignarnos
ROLES DE CONTROL
La princesa.
Exageradamente consentida, sobreprotegida y hasta mal criada en su familia, Ahora espera que el mundo, especialmente su pareja, le dé igual trato, sin ella estar dispuesta a dar más, excepto su real presencia. (MARTILLO Y GANCHO)
La Inquisidora.
Obsesiva al punto de la paranoia con celos e ideas de traición, sean reales o solo imaginarias. (MARTILLO – GANCHO- DARDOS Y POSIBLEMENTE CUCHILLO)
Reina del Bagaje emocional.
Se ha cargado de experiencias ricas en emociones negativas, sintiendo que el mundo, especialmente su pareja, le debe. Se ve como víctima y reacciona desde un profundo narcisismo infantil, actuando de manera tirana para lograr justicia, su justicia. (MARTILLO y CUCHILLO).
La rescatadora
En su infancia recurrieron a cuidar a los demás para compensar el amor y la atención que no estaban recibiendo. Tienden a ser habilitadoras. Son demasiado protectores y pasan su tiempo ofreciendo ayuda y rescatando a otros de sus problemas. (GANCHO- DARDOS- TAZÓN DE PORDIOSERO)
Mártir
Es la que ha decidido que su valor consiste en perder su valor, y servir y entregarse a los demás, especialmente a su pareja e hijos, no importando que ella necesite. (TAZÓN DE PORDIOSERO- DARDOS)
LA QUE CARGA SU CRUZ.
Ante su imposibilidad de cambiar su realidad, se resigna, y desde esa resignación, manipula a quien le crea y se deje. (GANCHO – DARDOS -TAZON DE PORDIOSERO VOLTEADO)
Preguntas:
Extraídas de la “Guía de los doce pasos para codependientes” de Melody Beattie
¿Has estado intentando ejercitar control o poder o influencia donde en realidad no tienes nada de esto? ¿Has estado tratando de controlar alguna persona o situación, tratando más y más con menos y menos resultados benéficos?
¿Quién o que en tu vida te está enloqueciendo y causándote estrés? ¿Con quién te sientes victimizad@? ¿Quién piensas que está ahora controlándote, controlando tus emociones o alguna área de tu vida? ¿De qué situaciones o sentimientos has estado huyendo, negando o evitando?
¿Qué tendrías que enfrentar en tu propia vida i dejaras de intentar controlar a esa otra persona o situación? ¿Qué podría pasar si dejaras de permitir que alguien o algo te controlara?
¿Cuáles son esas áreas en tu vida que reflejan impotencia? ¿Cuál es tu situación actual en estas áreas? ¿Emociones, finanzas, espiritualidad, salud física, carrera? ¿Qué haces para divertirte?
¿Cuál es el estado actual de tus relaciones con estas personas: familia, amig@s, compañer@s de trabajo? ¿Tienes relaciones o te sientes sol@ y aislad@?
