Aura Medina De Wit
Psicoterapeuta, instructora de meditación y autora de los libros
Consulta a nuestra especialista
• Hemos hablado muchas veces de nuestros miedos inconscientes. Esos miedos que quizá son los que no nos permiten abrirnos al amor en nuestra vida actual. Hemos comentado la necesidad de trabajar con ellos.
• Quizá te preguntas ¿Cuál es el propósito de entrar a mi inconsciente y abrir puertas que llevan años cerradas? ¿No sería mejor dejar el pasado en el pasado y concentrarme en el presente? Podemos seguir viviendo como si realmente no existieran
• La cuestión es que, si continuamos negando nuestros miedos a la intimidad, a la cercanía, a que nos rechacen si nos abrimos y a todo lo que tiene que ver con relaciones íntimas y profundas posible que nos estemos perdiendo de algo precioso:
• Al negar nuestros miedos, no será seguro para otra persona abrirse a nosotros. Nuestro miedo reprimido se mostrará como juicios, ira, irritabilidad, crítica o cinismo hacia la otra persona o hacia la vida misma. Nos estaremos privando del verdadero amor.
• Al negar nuestros miedos, buscaremos culpar a la otra persona o situaciones externas, y podemos fácilmente terminar amargados y frustrados
¿Cómo saber si está emocionalmente disponible?
• Cuando negamos nuestros miedos, nos cortamos de la vida y de nuestra energía vital. No nos permitimos abrir esa parte profunda, sensible y vulnerable.
• Cuando negamos nuestros miedos, podemos fácilmente volvernos personas duras, compulsivas, demandantes, exigentes, impacientes, cerrar el corazón o escondernos detrás de conductas adictivas.
• Cuando negamos nuestros miedos, estos se mostrarán en nuestros cuerpos. El miedo no reconocido y no trabajado, se manifiesta atacando nuestro sistema inmune, nuestra energía y nuestra motivación por la vida (Peter Levin, libros).
• Cuando no tenemos una aceptación amistosa de nuestros miedos, tampoco tenemos una buena relación con la parte sensible. Y si no tenemos una forma fluida de lidiar con esos miedos, no tendremos una relación sana con otra persona, con el amor mismo, que implica precisamente poder ser sensible no solo a mis miedos propios sino a los miedos de la persona que está conmigo.
Mujeres que aman demasiado… demasiado mal
• Normalmente pensamos que el poder nace de la ausencia del miedo, no de la aceptación natural de este.
• Con este condicionamiento negativo acerca del miedo, aprendemos a avergonzarnos de nuestra parte sensible y vulnerable en vez de apreciar la belleza de estas cualidades. Nuestro poder se vuelve agresivo.
¿CUALES SON TUS AREAS SENSIBLES, TUS MIEDOS?
Podemos empezar a descubrir cuáles son esas “áreas sensibles” poniendo atención a que es lo que nos detona el miedo en nuestra vida actual:
• Sentirte rechazado por alguien importante en tu vida: por ejemplo: que esa persona no nos escuche. Que no esté presente para nosotros, que siempre está demasiado ocupado/a. Que pasa mucho tiempo lejos.
• Cuando esa persona se enoja con nosotros o incluso cuando sentimos el enojo de alguien.
• Cualquier tipo de violencia dirigida a nosotros o incluso hacia alguien más.
• Cuando nos sentimos presionados, cuando alguien pone expectativas sobre nosotros, cuando nos critica, nos enjuicia.
• Nuevos ambientes, situaciones desconocidas.
• Miedo a que nos lastimen, a lastimarnos o a que alguien que amemos pueda ser lastimado
• Empezar algo nuevo, expresarnos en frente de otros
¿Cuál es tu mayor temor de abrirte a una persona? en una relación actual o en una nueva.
• Rechazo
• Control
• Presión
• Invasión
• Traición
• Juicios
• Abandono
• Dolor
¿Estás en una relación violenta?
¿Estás sin amor porque quizá no sea seguro para la otra persona acercarse a ti o porque encuentras todo tipo de excusas para evitar la cercanía? Revisa si alguno de estos casos aplica a ti:
• ¿Eres de las personas que rutinariamente culpas a los otros cuando estás enojado/a?
• ¿Juzgas o atacas a la otra persona cuando tiene miedo?
• ¿Eres demasiado impaciente, demandante, exigente, compulsivo, o radical acerca de tus opiniones?
• ¿Notas que eres una persona crónicamente irritable y/o que tienes ataques de ira fácilmente provocados?
• ¿Sufres de dolores corporales frecuentes, sin razón de ser, fatiga, problemas digestivos, de la piel o para dormir?
Podemos cobrar conciencia de nuestros miedos, de nuestras áreas sensibles cuando estas se detonan. Ese detonante es la existencia tocando a la puerta.
El detonar provoca la emoción, esta puede ser miedo, pero también encontramos ira, tristeza, vergüenza, etc.
Este es un método simple pero eficiente de lidiar con esos miedos / partes sensibles que se detonan:
Piensa en algo que te detone en tu vida actual e investiga:
1. ¿Qué sentimientos surgen?
2. ¿Qué pensamientos surgen?
3. ¿Cuáles son las conductas de la herida?
4. ¿Cuál podría ser una conducta sana?