Aura Medina De Wit
Psicoterapeuta, instructora de meditación y autora de los libros: “¿Amor o
codependencia?”, “Lo que ellos dicen de ellas”, el más reciente “Crea el espacio para el amor”.
TW: @AuraMedinaW
En tus relaciones ¿sientes que eres la que hace todo, la que da todo y aun así se van? bueno, pon atención porque esto puede ser de interés para ti:
Cuando persigues a un hombre, no solo lo empujas sin tú quererlo, pero al final no le das la oportunidad de ser él el que te conquiste, él que te demuestre lo que REALMENTE siente por ti.
Sí, es muy frustrante quedarse quietas, pensar que si no hacemos algo ese hombre se irá de nuestras vidas, que tenemos que hacer o decir lo correcto para que sepa que estamos interesadas y nos vea. Queremos facilitarle las cosas para que nos invite a salir, que sepa que somos muy “open minded”, que somos mujeres modernas, entusiastas, seguras.
La cuestión es que, aunque sabemos, porque nos los ha dicho la abuela, nuestras madres, amigas, etc., que no debemos ser las que perseguimos al hombre, lo estamos haciendo y muy seguramente sin darnos cuenta de ello. Y cuando lo hacemos, el hombre se enfría. Se siente abrumado, controlado, que le quitan su hombría y siente una vibra agresiva de ti, lo que en vez de inspirarlo e invitarlo a acercarse, lo aleja.
Estas son algunas de las cosas que, aunque a nosotras nos parezcan que es simplemente ser “amables”, “amistosas”, son realmente formas de PERSEGUIR al hombre:
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Llamarle antes que te llame: esto incluye llamarle porque leíste o escuchaste algo que crees puede interesarle o porque sabes que hay una banda maravillosa tocando en alguna parte, o alguien te dijo de un evento maravilloso al que lo quieres invitar – cualquier cosa así. También incluye cuando le llamas para ver porque no te ha llamado.
Iniciar contacto. Enviarle correo, WhatsApp, texto a través de Facebook, enviarle una tarjeta linda,
Hacerte la aparecida. “andaba cerca y quise saludarte” … pasar por su casa, su oficina, aparecer en el bar que sabes que frecuenta… inscribirte en la misma clase/taller que él, etc
Sugerir actividades, planes. Invitarlo a que te acompañe a algún evento, inventar salidas con amigos para tener pretexto de llamarle, en corto, actuar como la directora social de la relación.
Los peores consejos que te han dado sobre el amor
Preguntarle cómo se siente. Esto incluye especialmente el preguntarle como se siente acerca de ti y de la “relación”. Sobre todo si lo hacemos al inicio de una relación y con todo el miedo que estamos escondiendo… él lo huele y sale corriendo
Dar por hecho que hay interés. Te invitó una vez a salir y ahora le platicas a todas tus amigas de él, subes pensamientos (indirectas para él) en tus redes, lo consideras como parte de tu vida.
Hacemos estas cosas casi sin darnos cuenta, porque no son nada del otro mundo y porque son cosas que haríamos de manera natural con amigos, amigas. Es una forma de ser amistosas simplemente. Son cosas que se sienten naturales para nosotras, y las disculpamos pensando que simplemente estamos siendo “amistosas”.
Lo que es importante checar es que esto no es una conducta tan “Natural”, tan “espontánea”, son estrategias que creamos porque tenemos miedo de que, si no hacemos algo nosotros, la relación no va a funcionar, él se va a alejar si no le demostramos que estamos interesadas en él, quizá es inseguro y necesita un poco de ayuda. Pero al final lo que hay debajo es miedo.
Y la otra persona se da cuenta de ese miedo, lo percibe como desesperación de tu parte, como un gran agujero que puede tragárselo. Y una persona desesperada no es muy atractiva.
¿Confías, persigues o controlas a tu pareja?
Es posible que no lo sepamos, pero esa desesperación viene de la vieja herida de abandono y cuando salimos a buscar pareja desde este espacio de desolación, sin nada de conciencia es de acuerdo al término en inglés “abandonment shopping” lo que se traduce como salir a comprar rechazos. Es lo que estamos transmitiendo al actuar de estas formas, y en este caso nos convertimos en “radio codependencia”, sin darnos cuenta transmitiendo señales de desesperación que generalmente ahuyentan al objeto de nuestra persecución. La existencia te da la retroalmientación, simplemente observa el patrón de tus relaciones.
¿Cómo saber si realmente estás buscando desde tus heridas, tratando de llenar tus vacíos?
Te vuelcas en el otro, otra.
Tienes un patrón de relaciones donde te han rechazado continuamente
Siempre cedes y tratas de complacer al otro/otra
Te quejas, estás irritable, enojado/a
Culpas siempre a la otra persona
Demandas, exiges a la otra persona
Te sientes insuficiente y buscas todo tipo de estrategias
Intentas controlar las situaciones
No confías
Estás tensa/0, llena de miedo
Necesitamos recordar que con cada relación importante que inicia se detonan nuestras viejas inseguridades, nuestros miedos de infancia. Si no nos sentimos totalmente seguras y no estamos conscientes, empezaremos a actuar estos miedos en formas de mil dramas.
¿Eres el perseguidor o el distanciador en tu relación?
¿Cuál es el antídoto?
Necesitamos aprender a desarrollar una herramienta que es la base de cualquier terapia efectiva: auto contención.
Aprende a lidiar con tu propio drama y no lo proyectes en tu pareja.
Toma riesgos, busca reconectarte con la confianza en vez de la desconfianza en las relaciones. Necesitas encontrar una forma de sentirte segura.
Permite que la relación tenga espacio, que ambos puedan respirar.
Acepta a tu pareja como es, si no te gusta quien es, mejor retírate y busca a alguien más afín a ti.
Claves de auto cuidado
Crea el hábito de mover tu cuerpo de forma regular.
Practica expresar tu energía y tu enojo en ambientes seguros y protegidos.
Encuentra un coach, terapeuta, ayuda profesional para que te apoye con lo anterior, particularmente en mover tu energía.
Encuentra y cultiva un pasatiempo que te proporcione placer e inspiración.
Rodéate de personas que apoyen tu crecimiento y empoderamiento.
Pasa tan poco tiempo (o nada) como te sea posible con miembros de la familia o amigos que continúen repitiendo conductas irrespetuosas hacia ti o que viven en negatividad. Y cuando estés con ellos, trata de estar tan consciente como te sea posible de lo que te está sucediendo.
Revisa tus relaciones con personas cercanas a ti para ver si necesitas reparar algún daño causado por ti, quizá por haber tratado a alguien de manera poco amable o irrespetuosa.
Practica el poner límites y cuando te sientas list@ intenta ponerlos directamente con alguien que te haya faltado el respeto de alguna manera. Esto puede ser muy necesario si te apartaste de esa persona por no tener que hablar de algo que te lastimó.
Date cuenta de los condicionamientos negativos que llevas en ti acerca de ti mism@, de otros, de la vida, y recuerda que son los resultados de traumas.
Tan frecuentemente como te sea posible, cuestiona tus pensamientos negativos automáticos, obsérvalos y siéntelos desde tu corazón y tu sabiduría. Observa como tu corazón re frasearía estas oraciones para que se conviertan en afirmativas de la vida y alentadoras.
Puedes encontrar formas de calmarte, de suavizar tu sistema nervioso dándote chance de tener momentos de tranquilidad contigo mism@,quizá meditando un rato, caminando o corriendo en la naturaleza, escuchando música relajante o disfrutando de un delicioso baño.
MEDITA. La meditación crea mayor consciencia, cultiva los aspectos de bienestar, de gozo dentro de cada uno. Convierte tu práctica en parte de tu vida.