Bernardo Barranco
Sociólogo y experto en religión. Maestro en sociología del catolicismo contemporáneo por la Escuela de Altos Estudios Sociales de París. Conduce el programa Sacro y Profano de Canal Once de México. Es autor de varios libros, entre ellos, El evangelio social del obispo Raúl Vera (2014), y recientemente, de El infierno electoral (2018), todos bajo el sello Grijalbo.
TW:@Bernar2Barranco
Compra aquí su libro «Depredadores sagrados: La pederastia clerical en México»
¿De qué va?
México ocupa el primer lugar mundial en abuso sexual infantil.
Más allá de Marcial Masiel, más allá de los Legionarios de Cristo, este libro analiza el dolor, la perversidad y las repercusiones personales y sociales de los abusos sexuales en la Iglesia católica, a través de diferentes especialistas.
Trata el problema desde 3 puntos
Las víctimas, que heroicamente se han atrevido a denunciar y a enfrentarse al poder de la Iglesia;
Los medios de comunicación, que han documentado los casos de pederastia clerical, principalmente en Europa y Estados Unidos.
Los gobiernos, que han comenzado a investigar los casos y a intervenir de manera más directa.
Es uno de los pocos libros de pederastia en México.
¿Quiénes participan en el libro?
Ruth Casas, teóloga feminista hace un análisis sobre cómo al interior de la iglesia se ha reflexionado el tema de la pederastia.
José Barba, escribe sobre la opacidad y el poder.
Ana Lucía Salazar, testimonio de violación cuando era niña en un colegio legionario en Quintana Roo.
Cristina Sada, hace una reflexión sobre ¿por qué las elites siguen aceptando a los colegios legionarios?
Mónica Uribe, habla sobre el encubrimiento de Norberto Rivera, cómo hace de todo para proteger a los pederastas.
Daniel Portillo, es un sacerdote que hace una mirada al interior de la iglesia y un análisis de cómo reconstruir el relato fracasado de la iglesia frente al tema de la pederastia.
Lepoldo Cervantes, sobre la pederastia en las iglesias evangélicas.
Bernardo Barranco, habla sobre la responsabilidad y complicidad de los medios de comunicación con los pederastas y la iglesia católica.
Erika Barrón, hace un trabajo sobre como el tema ha evolucionado en la literatura.
Sobre la pederastia clerical
Es ante todo un acto criminal.
Es el abuso y sometimiento del cuerpo de un menor.
Es el abuso del clérigo de su investidura simbólica.
Está castigada por las leyes civiles, sancionada por el derecho canónico de la Iglesia y, además, es un pecado grave.
¿Por qué nos duele tanto este tema?
Porque los clérigos trabajan con valores cuando trasgreden esos valores hay un doble choque: social pero también religioso, y eso lo convierte en un escándalo doloroso y particular.
Los clérigos aparecen como ángeles vestidos de sotana y usan esto para seducir y engañar a los niños.
Pero nos duele también por el gran encubrimiento alrededor de este delito
*Antes de la pandemia, en México alrededor de 152 sacerdotes fueron separados de sus cargos por asuntos relacionados con la pederastia, sin embargo, no se hace nada con estos delitos por medio de la ley.
El rol de los medios de comunicación y la pederastia.
En México el interés hacia el tema de la pederastia ha ido decayendo.
Los medios de comunicación han jugado un papel determinante para evidenciar ante la sociedad los abusos sexuales cometidos por sacerdotes.
A nivel mundial los medios pasaron de un trato privilegiado a un tratamiento implacable hacia la Iglesia.
A partir de las investigaciones periodísticas de THE BOSTON GLOBE EN 2002, los medios han jugado un rol de denuncia que ha tenido alto impacto en las audiencias.
En México, los medios llegaron tarde. Y tuvieron un comportamiento dual.
Grandes consorcios mediáticos aliados del cardenal Norberto Rivera disimularon su complicidad en el encubrimiento de los depredadores sagrados como Nicolás Aguilar.
En México, ha sido un camino pesado posicionar el abuso infantil clerical como un grave problema social y un flagelo encubierto por la institución.
Un obstáculo no menos importante, en el caso de México, ha sido la tibieza o confabulación del gobierno. Desde Zedillo hasta AMLO, el Estado ha sido negligente. Su actuar ha sido medroso, porque no se atreve a tocar las poderosas estructuras eclesiásticas.
A más de 20 años de denuncias y continuos escándalos, la tarea no parece tener término.
A pesar de que la Iglesia ha mostrado mayor sensibilidad, aún está lejos de responder las expectativas de una opinión pública crítica y expectante.
No basta la denuncia mediática y lamentablemente en México estamos aún muy lejos de contar con una sociedad civil dinámica y un gobierno sensible. Vivimos aún en el reino de Maciel y de Salgado Macedonio.
¿Por qué el gobierno prefiere no actuar?
Por el peso político que tiene la iglesia católica en sus congregaciones, en las elites económicas y por un presidente que busca alianzas con las diferentes iglesias religiosas.
La postura del Papa Franciso
El papa Francisco tiene una postura muy abierta sobre el tema, sin embargo, Bernardo opina que una cosa es querer y otra es poder.
Sí hay una intención de cambio pero no se ha dado en el fondo.
Hay una apertura para las denuncias, hay una actitud para sanear la iglesia pero se hace más, no se actúa desde las cabezas de la Iglesia.
