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El deseo sexual: ¿por qué unos quieren más que otros?

Para todos los que tienen dudas, agobios y quejas de la cooperada, les decimos por qué hay quienes quieren todo el tiempo y qué hacer si ya no hay deseo sexual.

febrero 2, 2022

Para todos los que tienen dudas, agobios y quejas de la cooperada, les decimos por qué hay quienes quieren todo el tiempo y qué hacer si ya no hay deseo sexual.

Hoy les contamos qué onda con el deseo sexual, pero cómo se paga, pero si es igual para todos y cómo podemos darle un empujón para que no andemos bajoneados a la hora de la cooperación.

EL DESEO SEXUAL

Si bien puede tener variaciones subjetivas, las manifestaciones del deseo sexual son: pensamientos sexuales, fantasías eróticas, deseos de auto erotización (masturbación) y deseos/conductas de búsqueda de interacción sexual hacia la pareja. Estos elementos pueden surgir de manera endógena o por estímulos externos.

¿POR QUÉ VARÍA LA FRECUENCIA DEL DESEO?

Por así decirlo, existe un “temperamento sexual” y existen personas “más predispuestas” al erotismo que otras. Y además del temperamento, influyen en el deseo el género, los antecedentes de vida, la presencia de mitos y tabúes, la educación sexual recibida, la edad, la presencia de enfermedades, etc.

¿LOS HOMBRES PIENSAN MÁS EN SEXO Y LO BUSCAN CON MÁS FRECUENCIA?

Investigadores de la Universidad de Chicago que han estudiado por años los patrones sexuales masculinos, confirmaron que la mayoría de los hombres adultos menores de 60 años piensan al menos una vez al día en el sexo.

Mientras que sólo una cuarta parte de las mujeres reportan esta frecuencia. Estadísticamente, los hombres quieren más sexo, siempre, por eso, son más propensos a buscar sexo casual y sexo con varias compañeras.

LAS MUJERES SOLEMOS TENER SEXO CUANDO ESTAMOS BIEN Y LOS HOMBRES PARA ESTAR BIEN

Tal vez esto se deba al rol predominante que tienen los hombres en la sociedad, aunque parece ser que tiene que ver más con factores biológicos. El hombre quiere esparcir su semilla, la mujer es más cuidadosa a la hora de elegir un compañero porque sabe que puede quedar embarazada y necesita confiar en el hombre como alguien que estará a su lado para criar a los hijos y proveer para la familia, o sea, la biología determina algunas de las razones para tener relaciones sexuales. En el caso de los hombres, el deseo se produce de forma más espontánea y siempre antes del encuentro con la pareja o del inicio de la masturbación, por lo que ellos acudirían ya al encuentro con ciertos niveles de deseo.

En el caso de las mujeres, sobre todo cuando están en pareja, el deseo se construye a medida que el encuentro avanza, a raíz de algún tipo de estimulación interna, como pensamientos o fantasías, o externa, como los besos, las caricias, los abrazos e incluso cuando ya se empieza a estimular a la pareja de forma más genital.

¿CÓMO SURGE EL DESEO ENTRE HOMBRES Y MUJERES?

Esta diferencia a la hora de desear entre hombres y mujeres lleva implícita una consecuencia de la cual no nos damos cuenta: dependiendo del funcionamiento, la experiencia de deseo es más o menos vulnerable.

En estos casos, la experiencia de deseo sería más vulnerable en ellas que en ellos: cualquier situación que provoque que la mujer no se encuentre motivada o se sienta abierta a tener una relación con su pareja, hará que no tenga ganas.

EJEMPLOS SOBRE LA FALTA DEL DESEO SEXUAL

En primer lugar, es necesario que se den ciertas condiciones personales para que el deseo fluya de forma correcta, como un buen estado de ánimo o, en el lado contrario, la ausencia de estrés, ansiedad, preocupaciones y/o cansancio.

Uno de los factores personales que se han señalado como más dañinos para el deseo es la baja autoestima, por lo que relativizar, en la medida de lo posible, complejos físicos e inseguridades, ayudará a que ese deseo no se vea obstaculizado.

En cuanto a la pareja, si ésta existiera, crear un buen clima convivencial y afectivo, sería uno de los elementos activadores del deseo sexual; un buen clima de intimidad, seducción y complicidad, ayudará a que ese deseo se mantenga y siga creciendo

Si tenemos en cuenta la presencia o ausencia, de estos puntos, podremos entender por qué a veces la mujer no inicia el encuentro en pareja. No tanto por falta de deseo sino porque las condiciones, ya sean propias o ambientales, no son las indicadas.

¿QUÉ APAGA LA LLAMA?

Múltiples estudios, empezando por los realizados en los años 60’s por Master y Johnson, demuestran que la duración de la relación influye en la frecuencia de la actividad sexual: a mayor duración, menos relaciones.

Científicos de la Universidad de Southhampton, Inglaterra, encontraron que después de un año de relación, las mujeres pierden el interés sexual en su pareja mucho más rápido que los hombres y que mientras más antigua la relación, mayor pérdida.

Sabemos que en la mujer la pasión proviene más de cosas que pasan antes del sexo como el romanticismo, el juego previo, la sorpresa y la admiración: en muchos casos, en las relaciones estables estos ingredientes empiezan a disminuir en frecuencia e intensidad.

Por otro lado, Daniel Bergner, autor del libro “What Women Want”, encontró que en muchas mujeres con la libido baja su problema es la monogamia; cita el trabajo de Dieterich Klusman, un psicólogo de la Universidad de Hamburgo, Alemania, que observó que las parejas en relaciones recientes tienen el mismo nivel de deseo, pero en las mujeres que llevaban con sus parejas entre 1 y 4 años de convivencia el deseo empezaba a descender continuamente mientras el de los hombres se mantenía alto.

Por otro lado, Esther Perel (Mating in Captivity: Unlocking Erotic Intelligence, 2006), refiere que numerosos estudios han encontrado que las mujeres se excitan más con las fantasías sexuales con extraños, que con fantasías con “el mismo”.

¿CÓMO SOLUCIONAR LA FALTA DEL DESEO SEXUAL?

Lo primero es asumir que hay un problema, que genera malestar e infelicidad en ambos, hablar en pareja del problema, descartar siempre las causas físicas de la extinción de la llama (por lo tanto, acudir con el médico).

Buscar ayuda sexológica/psicoterapéutica en caso necesario, conquistarse y re conquistarse, se vale probar todo, siempre y cuando haya un consenso, autocuidado y sin que se dañe a nadie: juguetes sexuales, atuendos, fantasías, olores y sabores diferentes pueden ser una alternativa.

Experimentar muchos se quejan de que las cosas que pasaban al principio ya no suceden: leer juntos un relato erótico o ver una película romántica o pornográfica, según sea el gusto de cada quien. El soft porn (o porno suave, puede ser del gusto de muchos por no ser tan explícito).

Modificar el entorno: darnos cita en otro lugar diferente a la casa, acudir a un motel, regalarnos un fin de semana romántico en un SPA.

Volvernos a admirar: crear nuevos espacios en la relación en los cuales podamos observar a nuestra pareja “desde lejos” o en roles, actividades o funciones en las que no la hemos visto

Así como la relación afectiva, la sexualidad necesita de voluntad y esfuerzo, sobre todo en parejas ya establecidas desde hace tiempo: es necesario que hablemos y compartamos qué queremos y qué no, ya sé, suena muy poco sexi, pero así es como funciona.

Invitada: Claudia Rampazzo Terapeuta sexual, médico, terapeuta familiar y de pareja. Médico Asociado en el Hospital Español. Autora de «Guía de la entrepierna» y «Prostitución marital», de Grijalbo. Profesora del módulo de Sexualidad de los residentes de Gíneco obstetricia del Hospital Ángeles México. Speaker y Asesora para distintos laboratorios farmacéuticos desde hace más de 15 años.
TW: @drarampazzo
T. 55-52-03-11-79

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