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2024-12-18 12:14:41

Audrey Hepburn: fiel a sí misma

Les vamos a contar el lado más humano y menos glamuroso de esta inolvidable actriz e ícono de la moda.

octubre 6, 2021

Cristina Morató
Escritora y periodista. Autora de los libros “Viajeras intrépidas y aventureras”, “Las reinas de África” “Las damas de Oriente y cautiva en Arabia”, “Divas Rebeldes” “Divina Lola”, “Diosas de Hollywood”, entre otros.
FB: Cristina Morató
IG: @cristina.morato.oficial
cristinamorato.com
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Audrey Hepburn es una de las protagonistas del libro DIVAS REBELDES de Cristina Morató donde nos descubre el lado más humano y menos glamuroso de esta inolvidable actriz e icono de la moda, además de una mujer comprometida con los derechos humanos y Embajadora de Buena Voluntad de UNICEF.

Audrey fue una de las actrices más queridas e idealizadas de la época dorada de Hollywood pero en realidad su vida estuvo marcada por las tragedias. Su infancia fue especialmente solitaria y dura…

Sobre Audrey Hepburn
Nació un 4 de mayo de 1929 en la ciudad Belga de Bruselas.
Es descendiente de una familia de la aristocracia de Holanda, los Van Heemstra.
Su abuelo era un barón muy próximo a la Corte.
Su padre fue un banquero llamado Joseph Víctor Henry Ruston y su madre una aristócrata de origen holandés.
Su nombre, con el que fue bautizada, era Edda Kathleen Van Heemstra Hepburn-Ruston.
Hablaba con fluidez inglés, holandés, francés, italiano y español.
Fumaba tres paquetes de cigarros al día.
Medía 1,70 metros y su cintura apenas alcanzaba los 50 centímetros.
Su personalidad y belleza era muy distinta a la de las demás estrellas, tenía frescura, naturalidad, era delgada, estilosa y con unos ojos maravillosos y expresivos.
Era melancólica y solitaria: «Tengo que estar sola muy frecuentemente. Sería muy feliz si pasara desde el sábado por la noche hasta el lunes por la mañana sola en mi departamento”.
A lo largo de su carrera hizo 31 películas.
Hepburn pasó 38 años de su vida trabajando con UNICEF.

Su infancia
La relación con su madre, la baronesa Ella Van Heemstra, no fue buena porque no le dio amor ni seguridad en sí misma. Su madre le trasmitió todas sus frustraciones porque a ella le hubiera gustado ser actriz o cantante de ópera (tenía muy buena voz) pero sus padres se opusieron.
En 1935, sus padres se divorciaron, y su padre, simpatizante nazi, abandonó a la familia.
Ambos padres eran miembros de la unión británica de fascistas a mediados de los años treinta.
Mucho más tarde Audrey consiguió localizar a su padre en Dublín a través de la Cruz Roja. Desde entonces permaneció en contacto con él y lo apoyó financieramente hasta su muerte.
Durante los difíciles años de la Segunda Guerra Mundial viajó a Holanda y después a Inglaterra, donde empezó a incursionar como modelo.
En 1939 se trasladó con su madre y sus dos medios hermanos maternos a la casa de su abuelo en Arnhem, Países Bajos. Pensaban que los Países Bajos era un lugar seguro para evitar al ejército nazi. Hepburn acudió al conservatorio de Arnhem entre 1939 y 1945, donde estudió piano y ballet clásico, que compaginaba con sus estudios escolares.

Vida durante la Segunda Guerra Mundial
Durante su juventud, Audrey vivió la Segunda Guerra Mundial, primero en Bélgica y luego en los Países Bajos.
Para ocultar sus orígenes ingleses, la madre de Audrey la llamaba Edda van Heemstra, como ella, y la obligó a hablar neerlandés.
Estudió para ser bailarina, pero la mala alimentación durante la guerra hizo estragos en su constitución, así que, se vio en la obligación de elegir una nueva profesión, que fue la de actriz.
En 1944 Hepburn ya era una buena bailarina y, durante esta época, bailaba secretamente.
El dinero que recaudaba lo donaba a la resistencia neerlandesa. Sobre esta época dijo más adelante: “El mejor público que he tenido; no hacía ni un solo sonido al terminar mi actuación”.
Durante el invierno de 1944 los alemanes confiscaron los alimentos y combustibles de la población neerlandesa. Sin comida ni calor en los hogares, la gente moría de hambre y frío en las calles. Hepburn y muchos otros hacían harina a partir de tulipanes con los que podían cocinar galletas y tartas.
La ciudad neerlandesa de Arnhem fue devastada durante el bombardeo aliado, como parte de la fallida operación Market Garden.
La guerra terminó con su triste infancia: uno de sus hermanos fue llevado a un campo de concentración; el otro se perdió en los ataques de resistencia; un tío y un primo fueron fusilados.
Las carencias alimenticias se hicieron graves y Audrey sufrió anemia y problemas respiratorios.
En 1991 Hepburn dijo: “Tengo recuerdos. Recuerdo estar en la estación de tren viendo cómo se llevaban a los judíos, y recuerdo en particular a un niño con sus padres, muy pálido, muy rubio, usando un abrigo que le quedaba muy grande, entrando en el tren. Yo era una niña observando a un niño”.
Hepburn también notó las semejanzas entre ella y Ana Frank. “Tenía exactamente la misma edad que Ana Frank. Ambas teníamos diez años cuando empezó la guerra y quince cuando acabó. Un amigo me dio el libro de Ana en neerlandés en 1947. Lo leí y me destruyó. El libro tiene ese efecto sobre muchos lectores, pero yo no lo veía así, no solo como páginas impresas; era mi vida. No sabía lo que iba a leer. No he vuelto a ser la misma, me afectó profundamente”.
AÚN ASÍ, rechazó el papel protagonista de ‘El diario de Ana Frank’ porque trabajar en el filme le hubiera recordado momentos muy dolorosos vividos durante la guerra.
El país fue liberado por las fuerzas aliadas y la Administración de las Naciones Unidas para el Auxilio y la Rehabilitación intervino en el mismo. Audrey dijo en una entrevista que entonces se comió un paquete entero de leche condensada y se puso enferma por el exceso de azúcar. Estas experiencias contribuyeron a que ella estuviera siempre al lado de Unicef durante el resto de su vida.

Sus inicios como actriz
Su carrera como actriz empezó con el filme educativo Holandés en siete lecciones.
Después actuó en producciones musicales como High Button Shoes y Sauce Piquante.
Su primer papel en una película fue en el filme inglés One Wild Oat en el que actuaba como recepcionista de un hotel.
También actuó en papeles más pequeños en Young Wives’ Tale, Laughter in Paradise, The Lavender Hill Mob, y Monte Carlo Baby.
Durante el rodaje de Monte Carlo Baby fue elegida para protagonizar el musical de Broadway Gigi,​ estrenado el 24 de noviembre de 1951.
Audrey ganó el Theatre World Award por su debut. Siguió actuando en este musical durante los siguientes seis exitosos meses.
Su primer papel de importancia fue en la película Secret People, en el que hacía el papel de una bailarina prodigio. Naturalmente, Hepburn hizo todas las escenas de baile. Pero el papel que la catapultó a la fama, además de ser su primer papel en Hollywood, fue, junto a Gregory Peck, en Vacaciones en Roma (Roman Holiday), de William Wyler.
En un primer momento los productores querían a Elizabeth Taylor para el papel protagonista, pero el director William Wyler quedó impresionado por la prueba de cámara de Audrey.
Wyler dijo: “Tiene todas las cosas que busco: encanto, inocencia y talento. Además es muy divertida. Es absolutamente encantadora. No dudamos en decir que es nuestra chica”.
Por el gran éxito de Vacaciones en Roma, Hepburn fue portada de la revista Time el 7 de septiembre de 1953.
Hepburn se refirió en el futuro a Vacaciones en Roma como su película más querida, ya que fue la que la hizo una estrella.
Audrey con su glamour y su belleza, demostró en Vacaciones en Roma que también valía como actriz y con su «I wanna say thank you to…» recibió el Oscar a la Mejor Actriz, el único que recibiría en toda su carrera.
Cuando recibió la estatuilla, estaba tan nerviosa que en vez de besar en la mejilla a Jean Hersholt, presidente de la Academia, que le había entregado el premio, lo besó en la boca.
Por su papel en Vacaciones en Roma se convirtió en la primera actriz en ganar un Oscar, un Globo de Oro y un premio BAFTA en un mismo año por una sola actuación.

Estrella de Hollywood
Después de Vacaciones en Roma, trabajó con Humphrey Bogart y William Holden en la comedia romántica de Billy Wilder, Sabrina. Durante la filmación de Sabrina, Audrey y William Holden mantuvieron una relación amorosa. Su papel de Sabrina le valió una nominación al Óscar, premio que finalmente fue a parar a manos de Grace Kelly.
Audrey conoció Givenchy en el set de su película Sabrina en 1953 y fueron grandes amigos por el resto de su vida. La vistió para Funny Face, Charade y Breakfast at Tiffany’s y también fuera de la pantalla. Hepburn también fue el rostro del perfume de Givenchy, L’Interdit.
Entre las anécdotas de esta película está que el famoso compositor Henri Mancini compuso una canción especial para ella que debía cantar mientras tocaba la guitarra. Audrey trabajó duro durante meses con un profesor de canto y consiguió interpretar este tema MOON RIVER.
En 1954, Hepburn volvió a los escenarios para protagonizar Ondine, de Jean Giraudoux, junto al que más tarde sería su marido, Mel Ferrer. Siguió protagonizando la obra durante el resto del año.
Durante los siguientes años protagonizó clásicos como Dos en la carretera, Cómo robar un millón, Una cara con ángel, My Fair Lady (1964), el famoso musical multioscarizado, y el que se considera el papel de su carrera, la Holly Golightly de Breakfast at Tiffany’s (1961). Este papel, fue el más popular de su carrera, estaba originariamente pensado para Marilyn Monroe.
La joyeria Tiffany´s llegó a ofrecer a Audrey un jugoso contrato para ser la imagen de la prestigiosa tienda pero ella se negó diciendo : MI IMAGEN NUNCA SERA LA DE SEÑORITA DIAMANTES
Pero para Hepburn su mejor papel fue, sin duda, el de la hermana Lucas en Historia de una monja. Ese papel, el conocer a su protagonista real, las similitudes, ambas eran belgas y habían sufrido la guerra, hizo que Audrey recapacitara mucho y se entregara más a sus labores humanitarias.
A partir de 1967, después de quince años de éxitos en el cine, comenzó a participar en películas únicamente de forma ocasional. Hay que destacar el thriller Wait Until Dark (1967), donde interpretaba a una mujer ciega acosada por criminales, y Robin y Marian (1976) con Sean Connery. Su último papel lo interpretó en 1988, en la película Always, de Steven Spielberg, donde daba vida a un ángel, poco antes de ser nombrada embajadora especial de Unicef.
Su última aparición en el cine se produjo en 1989. Desde entonces y hasta su muerte en 1993, Hepburn colaboró activamente con Unicef, convirtiéndose en embajadora de buena voluntad.

Su vida amorosa
Hepburn estuvo casada dos veces, la primera con el actor Mel Ferrer, con el que tuvo un hijo, Sean, que actualmente gestiona la fundación Audrey Hepburn Childhood
Tras seis años de intentos fallidos Mel y Audrey consiguieron, por fin, tener a su primer y único hijo, Sean, pero para entonces la relación ya se había resentido por ambas partes. Los problemas de fertilidad, el hecho de que la madre de Audrey Hepburn no soportaba a su yerno (al que llegó a definir como “un delincuente con cara de rana”) y los celos que parecía sentir Mel Ferrer porque su mujer era mucho más exitosa que él envenenaron el matrimonio que acabó en divorcio.
La segunda con Andrea Dotti, un médico italiano con quien tuvo su segundo hijo, Luca.
Durante 12 años, desde su casa de Suiza La Paisible y apartada de Hollywood, Audrey soportó que su marido le fuera infiel de manera sistemática. Él era nueve años menor que ella y los paparazzis lo fotografiaban a menudo con mujeres más joven que Audrey.
Audrey confesó que el fracaso de estos dos matrimonios le hizo sufrir mucho.
A lo largo de toda su vida, Hepburn mantuvo romances con Gregory Peck, Ben Gazzara, William Holdeny, Albert Finney, sin embargo, con ninguno de ellos consiguió la estabilidad emocional que anhelaba.
Pocas personas lo saben, pero ella tuvo una relación con John F. Kennedy cuando todavía era senador. Su relación era de muy bajo perfil, y parece que ninguno de los dos lo pensó como algo serio. Se separaron, pero todavía había un vínculo entre ellos.
Aunque nadie lo recuerda, Audrey Hepburn le cantó Feliz cumpleaños a John F. Kennedy cuando ya era presidente. Actuó un año después de Marilyn Monroe, y probablemente esa es la razón por la que la gente no la recuerda desde que la presentación de Monroe hizo historia.
Al final, Audrey Hepburn conoció al hombre que sí la haría feliz el resto de su vida, Robert Wolders, el viudo de la estrella de cine Merle Oberon. Paradójicamente el único hombre con el que fue feliz es el único con el que nunca intentó casarse.

Su muerte
En 1992 Audrey fue operada de un cáncer de colon en Los Ángeles pero ya era demasiado tarde porque se había extendido y no había curación posible.
Audrey quiso regresar a Suiza y morir en su casa de campo de La Paisible, su verdadero hogar durante los 30 últimos años.
Su amigo del alma Hubert Givenchy fletó un jet privado para ella y lo llenó de flores para que su amiga enferma pudiera viajar desde California hasta Suiza, un gesto que emocionó a Audrey.
El 20 de enero de 1993 murió en su hogar de La Paisible rodeada de sus hijos Sean y Luca y de su amado Robbie
Sus hijos Sean Ferrer y Luca Dotti fundarían el Audrey Hepburn Childrén´s Fund para continuar el legado de su madre y ayudar a la infancia más necesitada.
Ese mismo día, Elizabeth Taylor dijo que “Dios estará contento de tener un ángel como Audrey con Él”.
A pesar de que rechazó ser imagen de la marca, la joyería Tiffany le dedicó un escaparate con la frase “My Huckleberry friend”, de la canción “Moon River”.

octubre 6, 2021