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2024-12-18 14:41:16

Vacunas e inmunidad vs COVID

Para todos los que siguen teniendo muchísimas dudas sobre las vacunas y la inmunidad, aquí les aclaramos todo.

marzo 29, 2021

Dr Francisco Moreno,
Internista e Infectólogo del Centro Médico ABC. Egresado de la Universidad de Texas en San Antonio. Jefe de Medicina Interna del Hospital ABC. Miembro del IAS (International AIDS Society). Hospital ABC Observatorio
Tel: 2614 4681
TW:@DrPacoMoreno1

Principales preguntas en redes
¿Es seguro vacunarme?
¿Soy totalmente inmune al vacunarme?
¿La primera dosis de la vacuna me protege contra el COVID?
¿Debo seguir protegiéndome después de vacunarme?
¿Estoy libre de una reinfección después de la vacuna?
¿Protegen las vacunas vs la nueva cepa del virus?
Si ya tuve COVID, ¿debo vacunarme?
¿Puedo vacunarme si tengo alergias?

¿Por qué se necesita doble dosis de las vacunas actuales contra COVID-19?
La respuesta inmunológica frente a las vacunas COVID-19 empieza cuando nos inoculan el antígeno del patógeno. O sea, una pequeña parte del virus que no es peligrosa, y que se ha comprobado que logra inducir una respuesta inmunológica similar a la que producía el agente infeccioso, pero sin causar la enfermedad.

Tras la inyección, las células de la primera línea de defensa inmunológica responden produciendo anticuerpos y células T de memoria. Si en el futuro se vuelven a encontrar con el patógeno, los anticuerpos podrán bloquearlo.

Esta respuesta inicial se desarrolla entre 7 y 14 días después de recibir la primera dosis de la vacuna frente a COVID-19. Transcurrido ese tiempo, vuelve a su punto inicial. Y es entonces cuando se puede volver a inocular una segunda dosis del antígeno y generar otra oleada de células de memoria que amplifiquen la primera respuesta.

¿Cuándo se hace efectiva la inmunización?
No todas las vacunas necesitan doble dosis para generar una respuesta inmunológica potente y de gran amplitud. Solo le ocurre a las vacunas basadas en pequeños antígenos, pero no a aquellas diseñadas a partir de patógenos completos inactivados. Es el caso de las vacunas de Pfizer y Moderna, basadas en ARN, que es una molécula bastante diminuta.

Teniendo en cuenta el tiempo de espera entre la primera y la segunda dosis, hará falta que transcurra casi un mes y medio antes de considerar a alguien correctamente vacunado frente a COVID-19.

¿Cuánto dura la inmunización con una vacuna? ¿Sirve para todas las cepas?
Aunque es variable y depende de cada antígeno, lo que se ha observado en los ensayos clínicos con las vacunas de COVID-19 es que la respuesta inmunológica dura entre cuatro y seis meses. Incluso es posible que dure bastante más.

Una vez vacunados, ¿nuestro sistema inmunológico va a reconocer cualquier variante o cepa del virus SARS-CoV-2 si nos infectamos?
Puesto que la respuesta memoria se compone de dos tipos de células, y estas células reconocen al antígeno del virus de forma algo diferente, no es fácil que una variante nueva afecte a ambos tipos celulares a la vez. O sea, que si una variante afectara a la capacidad de reconocerla de alguna célula T de memoria, todavía tendríamos un amplio repertorio de anticuerpos que podrían neutralizar al virus. Y lo mismo si es al revés.

Además, afortunadamente la tecnología de las vacunas ARN permite modificarlas rápidamente y adaptarlas con facilidad a las nuevas variantes. En definitiva, parece que siempre tendremos vacunas que sean eficaces frente a las nuevas cepas.

¿Qué factores influyen en la respuesta inmunológica a las vacunas?
Para empezar, depende de la edad. La respuesta inmunológica también envejece, y eso implica que tanto las células T como las células B productoras de anticuerpos responden peor en las personas mayores. Es lo que en la jerga se denomina senescencia inmunológica.

La genética tampoco le es indiferente. La respuesta a las vacunas puede verse perjudicada por deficiencias genéticas que afecten a las células del sistema inmunológico o bien a la producción de sustancias que regulan la respuesta inflamatoria y la función del sistema inmune, entre ellas las citoquinas.

En cuanto al género, diversos estudios apuntan a que las vacunas son más eficaces protegiendo a las mujeres del tétanos, la gripe y otras enfermedades infecciosas.

A esto hay que sumarle otros factores, como infecciones silenciosas que podemos tener sin saberlo a la hora de vacunarnos. O estar sometidos a tratamientos con antibióticos y otros fármacos cuando vamos a inocularnos.

Incluso hay evidencias de que nuestra dieta, el consumo de alcohol, el ejercicio físico que practicamos o el estrés condicionan la respuesta a la vacunación.

¿Qué pasa una vez que nos hemos vacunado? ¿Podemos relajarnos frente al virus?
NO. Una vacuna no es ni mucho menos un medicamento que mate al virus. Únicamente previene la infección o reduce la gravedad de la enfermedad. No hay que olvidar que la vacunación individual no va a hacer desaparecer al virus. Solo cuando un amplio porcentaje de la población esté vacunado tendremos una buena inmunidad global frente a COVID-19.

marzo 29, 2021