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2024-12-18 17:04:19

Lo Negativo del cerebro desafiante

Les vamos a decir qué onda con las negativas de nuestro cerebro ante nuevos desafíos, como, cuidarnos en la pandemia.

enero 29, 2021

Eduardo Calixto
Neurofisiólogo, Médico cirujano con Maestría y Doctorado en neurociencias por
la UNAM. Post Doctorado en Fisiología Cerebral en la Universidad de Pittsburgh, PA, EUA.
TW: @ecalixto

El cerebro tiene desafíos ante no saber qué hacer cuando un detonante llama nuestra atención. En algunos casos es el origen de nuevos conocimientos y la adaptación de la realidad para cambios positivos; esto no sucede por arriba del 25% de los actos de la humanidad. La gran mayoría de los humanos ante nuevas reglas, estrategias o cambios de convivencia social, los pone en dudas, los minimiza, los obvia o definitivamente nos los lleva a cabo.

Cuando la gente evalúa riesgos nuevos, confía en esquemas mentales derivados de experiencias previas que pueden no ser aplicables. La subjetividad acompaña a cada verdad, por lo que solemos tener la razón a partir de nuestra propia experiencia. Nuestras ideas preconcebidas, sin realmente ser comprobadas, en un 75% son engañosas, es empirismo. Un conocimiento que acompañe a un cambio social, alrededor de un 30% no lo entiende con claridad.

Nuestra actualidad es de problemas reales, no solo ficticios, situaciones que están atrás de toma de decisiones de vida o muerte, pero que mucha gente tiene un conocimiento parcial, incompleto o incierto.

Cuando las personas NO le creen a quien sabe
En noviembre del 2016, el 69% de la población de la CdMx, de acuerdo a un estudio del CONACyT, las personas indicaban que el sentimiento que le generaba un científico era: MIEDO. En lo general, sí a las personas no le gusta algo, le atribuye adjetivos negativos o conductas malévolas.

Cuando el cerebro no dispone de todos los elementos de juicio, genera incertidumbre, lo que promueve que concibe creencias sobre asuntos polémicos como la energía nuclear, pandemias o, el cambio climático ¿por qué están en contra de nuevos alternativas o cambios de manera de pensar? La respuesta: no se sienten parte de un problema, al sentirse ajenos y no sentirse parte una solución, el freno a partir de culpa, simplemente no existe.

La paradoja, es que las personas más informadas polarizan cada vez más su posicionamiento. Una solución satisfactoria de un problema puede parecer costosa e indebida para unos e injusta e inapropiada para otros.

De lo Psicológico a lo Social hasta lo Neuronal
Al cerebro no le gusta equivocarse, edita sus recuerdos, obvia sus decisiones negativas y disminuye su culpa con justificaciones, en nuestra película nunca somos malos o los villanos. Nuestras predicciones se basan en la subjetividad de nuestra experiencia. Le atribuimos más peso a lo se acomoda a nuestra lógica y solemos subestimar lo que no hemos visto o comprobado.

El factor social influye en nuestras opiniones. En promedio, entre un 30 a 40% de la población, se niega a nuevos conceptos, cuando la mayoría de las personas generan una actitud o cambio de ideas, esto se desafía. Ante la nueva instrucción de usar cubrebocas, por ejemplo, la población puede hacerlo por instrucción, pero cada 3 o 4 personas, no lo hacen, primero por no creerse vulnerables, por sentirse diferente a los demás, su cerebro genera dopamina y adrenalina con esa decisión, lo cual le hace sentirse distinto y al mismo tiempo reforzando su posición. Ir en contra de las reglas a muchas personas les genera placer.

Decir que no se enfermarán por exponerse, que no existe el virus o que es un invento del “sistema mundial” para mantenernos controlados, es la justificación de un cerebro sin mucha experiencia, es la expresión del poco conocimiento o ignorancia de conceptos.
Estas personas entre los 7 y 14 años de edad, aprendieron de la misma forma como adultos se expresan, 1) ignorando, 2) mintiendo y 3) desafiando.
Su actitud no es nueva. En ese período de edad (7 a 14 años), el cerebro lleva a cabo una plasticidad neuronal que hará al cerebro adulto un individuo social y adaptable, si se construyen filtros sociales y una adecuada función de las áreas para aprender y memorizar (hipocampo) interpretar (giro del cíngulo), emocionarnos (amígdala cerebral y área tegmental ventral) y tomar decisiones (corteza prefrontal)

El comportamiento humano cambia con el tiempo, con las experiencias, en la gran mayoría malas o negativas, pero también con la cultura. Si quitamos los prejuicios de la ecuación para medir los errores, es posible dar un orden, sin necesidad de violencia. La igualdad del cuidado en la salud debe estar y demostrarse desde las posiciones más altas de la jerarquía del poder en el cuidado de la población.

Entender el riesgo
Por qué si sabemos que algo es malo, parece que no nos importa. El simple hecho de generar una discusión, sentir que no nos hacen caso o en una disputa, el cerebro libera adrenalina, disminuyendo la función de la parte más inteligente del cerebro, solo sentir que tenemos la razón es suficiente para generar placer e incrementar nuestra autoestima. Por ello, un mensaje de un cambio debe ser continuo, afable y acompañado del ejemplo.

La exposición involuntaria a algo desconocido o nuevo, de no llevarse adecuadamente puede generar un efecto catastrófico. Al cerebro con poca experiencia, entre más le den una orden, al romperla le puede favorecer llamar la atención, sentir placer y disminuir su comportamiento prosocial.

Los cerebros inmaduros, sin experiencia, con adicciones o que vivieron experiencias traumáticas en su infancia, durante una crisis suelen negar sistemáticamente su responsabilidad.
Un fumador suele no ver o negar los efectos del cigarro en su salud, peor aún, al momento de fumar sienten más placer.
Las dietas mal llevadas sin una adecuada supervisión: predisponen a tener más hambre y suelen acompañarse de cambios conductuales tendientes a la intolerancia y la frustración.
Algunos pacientes hipertensos suelen no asumir que padecen es una enfermedad crónica, que cuando está controlada, en el 60% de los casos dejan de tomar sus medicamentos hasta una nueva crisis.
Un 42% de los diabéticos, suelen buscar alimentos ricos en carbohidratos, a escondidas, saboreando con más avidez aquello que está prohibido.
En todos los casos anteriores, aún sabiendo que está mal su conducta, en contra de ellos mismos, siguen, hasta irremediablemente aprender cuando las consecuencias son irreversibles.

enero 29, 2021