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Guadalupe, explicaciones más allá del Milagro

Representa una de las celebraciones religiosas tradicionales más significantes del calendario litúrgico de la región, aquí les contamos todo lo que no sabían.

diciembre 11, 2020

Elisa Queijeiro
Maestra humanista.
TW:@elisaqueijeiro
equltura.com
eventos@elisa.mx

CONTEXTO
En México, América y muchos otros lugares del mundo, el 12 de diciembre de todos los años se celebra el día de la Virgen de Guadalupe, esto en honor de la imagen que tiene la tradición católica más importante y con mayor culto en México.
Se atribuye en esa fecha su aparición a San Juan Diego en el cerro del Tepeyac en el año de 1531
Representa una de las celebraciones religiosas tradicionales más significantes del calendario litúrgico de la región.

«El manto de la Virgen, único para la Iglesia Católica”
Son muchos los estudios y comprobaciones científicas que realiza la Iglesia Católica para determinar que un milagro sucedió. Más aún para testificar que un objeto es sagrado, es decir de origen de divino.

El manto de la Virgen de Guadalupe fue sometido a análisis y estudios tan serios como respetuosos desde el siglo XVII (1623 para ser más precisos, después en 1723, 1778 y así hasta el último en 1981): científicos, pintores, restauradores, clérigos e investigadores entre otros han tenido la labor de determinar sus materiales, origen, pigmentos, preparación, etc…

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Uno tras otro los resultados han sido los mismos:
El manto, es decir, el ayate de Juan Diego, con su tejido burdo y natural se ha mantenido intacto por 489 años sin un cuidado específico (sobre todo al principio, no existía ni la tecnología, ni el conocimiento para hacerlo)
Los pigmentos no son de origen vegetal, ni animal. Es decir, no son materiales conocidos; y más aún, el manto con todo y su rudeza natural tiene la imagen impregnada con delicadeza de trazos y de manera impecable, sin preparación previa.

Es por esto que hoy, en el mundo de la fe, se conocen solamente dos mantos considerados sagrados:
El Sudario de Turin, con la imagen del Cristo impregnada
El Manto de nuestra Virgen de Guadalupe

2. Las peregrinaciones y las Basílicas
La Virgen de Guadalupe ha estado expuesta en 7 templos distintos desde su aparición. Ella pidió una casa y dio su corazón en 1531. Muchas cosas tuvieron que pasar para que se pudiera levantar La Antigua Basílica del Guadalupe que se comenzó en 1695 fue concluida hasta en abril de 1709.
Las peregrinaciones no existían al principio, la comunicación, los milagros y la fe va creciendo entre la gente poco a poco y en realidad se vuelven importantes hasta el año 1777.
¿Y saben por qué? Para visitar La Capilla del Pocito, así es: El arquitecto Francisco Antonio Guerrero y Torres construyó esta capilla al oriente de la Antigua Basílica sobre un pozo de aguas consideradas milagrosas y fue así que la gente empezó a acercarse más buscando ese milagro en la Capilla del Pocito. Pero la Gudalupana con su mensaje crecería y la necesidad de mostrarle amor, veneración, respeto se convirtió en tradición. Los cuidadores del manto pidieron a la Papa Inocencio XIII una liturgia especial para la Virgen, era 1723 y desde la aprobación de Roma los días 12 de diciembre se convirtieron en Su Día, en Su Festejo hasta llegar, en el mundo de la Fe, una de las peregrinaciones más grandes que existen.

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3. La Virgen en Peligro y el suceso de su salvación
La Virgen es y ha sido tan valiosa para los creyentes mexicanos que también ha sufrido de atentados por parte de quienes estaban en contra de ellos.

Así en 1921 explotó una bomba en la capilla de la Virgen escondida en un jarrón de barro con flores que colocó un obrero durante las tensiones previas a la Guerra Cristera (1926-1929): Todo se destruyó, el Cristo de bronce que estaba frente a la imagen, los candelabros de los lados y el cristal y cuadro de San Juan Bautista que estaba lejos incluso de la bomba. A la imagen de la virgen no le pasó nada.

Por tres años estuvo escondida en un armario para protegerla de ataques durante tensiones entre el gobierno y la iglesia.

4. Juan Diego en el mundo mexicano antiguo
Hoy sabemos lo valioso que es Juan Diego para la Iglesia Católica y los creyentes en la Virgen, pero poco se sabe de lo valioso que era ya en su comunidad.

Juan Diego, no era un joven ingenuo que iba pasando por el Cerro del Tepeyac, tendría en ese momento unos 57 años, y para ese siglo XVI, entre los indígenas a partir de los 52 años, un hombre o mujer pertenecía ya al Consejo de Ancianos, eran los llamados “Abuelos de Tradición”.
Era respetado y escuchado como mayor. Pero además, en el caso de Juan Diego, no sólo eso, sino que en su nombre náhuatl llevaba una virtud: Cuautlatuatzin (el que habla como Águila), es decir, el que “baja del cielo mensajes”. Para los indígenas quien tenía este nombre era considerado una especie de “vidente». Por eso para el pueblo de los antiguos mexicanos fue tan importante que la historia y la circunstancia la hubiera vivido ese indígena en particular: Juan Diego. Así como quien escribiría después el relato, el sabio Antonio Valeriano, también indígena que lo dejó plasmado en Nican Mopohua (escrito que se traduce literal: “Aquí se narra” o “Aquí se cuenta”.

5. Las fuentes y controversias
El relato de la virgen y su aparición está en una sola fuente y es indígena: el Nictan Mopohua (que significa “Aquí se cuenta” o “aquí se narra” en Náhuatl).
Fue escrito hacia 1556, por el indígena erudito Antonio Valeriano, que no sólo dominaba el castellano y el náhuatl, sino también el latín, incluso fue gobernador de la parcialidad indígena de México-México-Tenochtitlán (entre 1560 y 1570);
Se dice que Valeriano escuchó directamente de Juan Diego Cuautlatuatzin

La controversia se da entre Aparicionista y Anti-aparicionistas, el principal motivo es la falta de textos del SXVI que hablen del milagro, sobretodo la carencia de fuentes españolas. Se le conoce como el Siglo del Silencio (claro que fue silencio pero sólo del lado español)
No existe nada que se mantenga de Fray Juan de Zumárraga, que era el Obispo primero de México y quien recibió la petición de Juan Diego y vio el milagro según el relato. Se dice que habían dos textos y testigos de éstos pero hoy no existen ni se tienen evidencia reales de éstos
No sólo esto sino que Fray Bernardino de Sahagún (que es este Franciscano brillante que aprendió rápidamente náhuatl y fue también un perseguidor de las idolatrías indígenas) en su obra más importante La Historia General de las Cosas de la Nueva España hace menciones negativas y se sabe que incluso impugnó el culto Guadalupano por idolatría.

Pero en 1995 el Padre Escalada estaba haciendo investigación para formar la Biblioteca Guadalupana, cuando encontró un documento en piel de venado escrito con un detalle máximo en castellano sobre los hechos guadalupanos. Todo apuntaba que justamente era de Bernardino de Sahagun:
Se llevó al Instituto de Física de la UNAM y se armó un grupo interdisciplinario entre: químicos, físicos, restauradores, antropólogos e historiadores para poder dictaminar con resultados cuantitativos las características del documento: materiales, época, autor, etc…

Los resultados:
Todo indica que sí es del siglo XVI, de hecho de 1548 (apenas 17 años después de la aparición) y que debería de ser de Sahagun, pero esos pigmentos y materiales que sí se usaron en el siglo XVI, también a lo largo de todo el siglo siguiente (así que podría ser de alguna época posterior)
La firma y fecha de Sahagún se mandó a la universidad de Utah donde radicaba el Dr. Charles E. Dibble experto en el tema Sahagún, quien determinó de manera informal que en su opinión “sí era de Fray Bernardino”, al igual que los peritos del Barco de Mexico..
Esto fue suficiente para los creyentes y tiraba la hipótesis del siglo del silencio, pero no así para la gran mayoría del mundo científico. Sin embargo hoy en día se le conoce como el Códice 1548 o el Códice Escalada y está bajo resguardo de la Iglesia.

diciembre 11, 2020