Dr. Enrique Tamés
Director de proyectos de Florecimiento Humano Tecnológico de Monterrey. Coach certificado
TW: @enriquetames
Celebrando la felicidad
Martha, en el marco del Día Internacional de la Felicidad, el 20 de marzo de cada año, declarado así por la Asamblea General de la ONU hace exactamente una década, se acaba de publicar el World Happiness Report, principal instrumento de medición de felicidad y bienestar en el mundo, que también cumple su publicación número 10, y es importante entender su origen.
¿Cómo nació esta idea hace 10 años?
A lo largo de buena parte del siglo XX las sociedades pensamos que lo más importante para un país era generar riqueza, esto es, riqueza material, porque así se garantizaba bienestar y felicidad en sus habitantes. Sin embargo, en la década de los setenta comenzamos a darnos cuenta que había países ricos que no forzosamente eran “felices”, estaban los casos de algunos países escandinavos o el de Japón en donde los niveles de insatisfacción de la población eran muy altos, aun siendo países opulentos. La riqueza material no podía ser un fin en sí mismo, tenía que ser un medio para algo más noble y significativo.
Gracias al trabajo del filósofo y economista indio Amartya Sen, nació el Índice de Desarrollo Humano, también promovido por la ONU, que además de los indicadores económicos, consideraba la esperanza de vida, es decir la salud y la calidad de vida de la gente, además de la educación de las personas. Gracias a este índice, los países en el mundo tuvimos una brújula más clara: es a través de garantizar educación y calidad de vida a todos los miembros de la sociedad cuando se puede vivir en un entorno más seguro, y también, más feliz.
Por último, gracias al talento de muchos académicos de varias universidades (John Helliwell de UBC, Richard Layard de LSE, Jeffrey Sachs de Columbia U.), y a la enorme reserva de datos de Gallup, tenemos el World Happiness Report, que además de publicar año con año en índice de felicidad, genera reportes particulares dependiendo de la coyuntura que vive el mundo. Por ejemplo, ahora en el 2022 hay un par de capítulos muy extensos, uno referente de la felicidad en tiempo de la pandemia, y otro a los estudios biológicos de la felicidad.
World Happiness Report 2022:
Componentes de la felicidad que se miden, básicamente son 3:
Cómo evalúo mi vida. Qué tan bien o no siento que me va en la vida, en el corto y en el largo plazo. Se contesta a esta pregunta imaginando una escalera y preguntándose que tan alto me veo.
Emociones positivas. 3 preguntas sobre el día anterior: me reí, gocé, y si hice algo interesante.
Emociones negativas. 3 preguntas sobre el día anterior: me sentí preocupado, me sentí triste, me sentí enojado.
Lo que se hace en este reporte es un promedio de las mediciones durante los años atípicos 2019-2020-2021. Y el orden quedó así:
Finlandia
Dinamarca
Islandia
Suiza
Países Bajos
Luxemburgo
Suecia
Noruega
Israel
Nueva Zelanda
Canadá y Estados Unidos, 15 y 16. Los países más bajos fueron Afganistán, Líbano, Zimbabue, Ruanda y Botsuana.
Las claves de Finlandia para la felicidad
Más del 80 % de los finlandeses confían en su fuerza policial, que es mucho más de lo que muchos otros países pueden reclamar.
El país es famoso por ser uno de los primeros en impulsar el modelo de trabajo plano, o sea, la forma en cómo se deben administrar las empresas y cómo se debe tratar a los empleados en el lugar de trabajo. El modelo de trabajo plano es donde hay pocos, o incluso cero, niveles jerárquicos entre la dirección y el personal. Por lo general, hay menos supervisión de los empleados y la estructura busca promover una mayor participación en la toma de decisiones de la organización, lo que permite una comunicación abierta entre todos los departamentos y equipos dentro de una empresa.
Finlandia también es pionera en el trabajo ágil, o sea, las organizaciones empoderan a su fuerza laboral para trabajar, dónde, cuándo y cómo elijan, ofreciendo la máxima flexibilidad y pocas restricciones, de hecho, algo muchos países europeos han comenzado a implementar recientemente.
Tienen un compromiso importante para cerrar la brecha salarial de género, así como una educación de alta calidad, Finlandia es, de hecho, el único país del mundo en el que los padres pasan más tiempo con los niños en edad escolar que las madres.
Están enfocados en la igualdad: Tienen un novedoso principio de ‘vivienda primero’ que asegura que, después de recibir el apoyo adecuado, las personas que duermen en la calle pueden tener una casa propia; un enfoque no tradicional a un problema tradicional.
Tienen bajos índices de criminalidad, por eso los finlandeses se sientes seguros y libres.
El sistema de escuelas públicas del país, que rara vez evalúa a los niños, se encuentra entre los mejores del mundo.
La universidad es gratis.
Hay un buen sistema universal de atención de la salud.
Finlandia ha sido uno de los países europeos menos afectados por la pandemia, que los expertos atribuyen a la alta confianza en el gobierno y la poca resistencia a seguir las restricciones.
El lugar de los países Latinoamericanos: Costa Rica (23), Uruguay (30), Panamá (37), Brasil (38), Guatemala (39), Chile (44), Nicaragua (45) y México (46). El peor de la región es Venezuela (108).
México ha ido perdiendo paulatinamente lugares en el ranking mundial:
2013: 16
2015: 14
2016: 21
2017: 25
2018: 24
2019: 23
2020:24
2021: 36
2022: 46
Lo que más podemos destacar:
FINLANDIA lleva 5 años consecutivos siendo el país más feliz del mundo. Los 8 primeros son del norte de Europa, y completan los 10 Israel y Nueva Zelanda.
Sigue presente la “desviación positiva” latinoamericana, esto es, el modelo predictivo dice que esta región debería estar más abajo, y los países están más arriba, esto se puede deber a la riqueza de la vida social y a los fuertes vínculos familiares. En contraste, los países del este asiático siguen estando debajo de lo esperado.
Los países que más han ganado en los últimos años: Serbia, Bulgaria y Rumania. Los países que más han bajado: Líbano, Venezuela y Afganistán.
Dos grandes descubrimientos de los dos años de la pandemia:
1) El fuerte vínculo entre la felicidad y las comunidades que más participan en actos de benevolencia: voluntariado y donaciones. Y lo más importante: la felicidad aumentó tanto en los que dan como en los que reciben.
2) Confianza (Trust) en la sociedad, en las instituciones públicas está fuertemente vinculado con la felicidad: más confianza, más felicidad.
Más y más estudios muestran la importancia entre la felicidad de las personas y las prácticas de atención plena, que producen calma, paz y armonía (distintos tipos de meditación, mindfullness, son prácticas cada vez más utilizadas en los países que reportan mayores niveles de felicidad).
En cuanto a los desagregados:
En los 10 años que lleva midiéndose la felicidad las emociones negativas y el estrés han aumentado. De las emociones negativas en América Latina, Tristeza, preocupación y estrés aumentaron, enojo se mantuvo igual.
Los aspectos positivos del índice se movieron muy poco hacia arriba en América Latina en comparación al resto del mundo. Las variables son: donaciones, voluntariado, generosidad, libertad, confianza en las instituciones. El que más subió en A.L.: percepción de libertad.
Conclusión
A dos años de la pandemia y en los inicios de una guerra que estás trayendo consecuencias nefastas sobre millones de personas en el planeta, mucho se pueden estar preguntando, ¿por qué hablar de bienestar y de felicidad? ¿por qué hablar de Florecimiento Humano? Bueno, ¡precisamente por eso! Haber vivido un par de años de pandemia global y estar en los albores de una guerra que aún no entendemos las terribles consecuencias que pudiera tener en el mundo, es el momento cuando precisamente debemos estar valorando nuestro “aquí y ahora”, todo lo que podemos estar haciendo para incrementar nuestro bienestar y el de las personas que nos rodean.
No es ninguna coincidencia que este reporte nos hiciera ver que justo durante los dos años de la pandemia se registraron incrementos sin precedentes en los tres indicadores de actos caritativos en el mundo: voluntariado, donaciones y la ayuda a personas desconocidas. Además, está el tema de la confianza de las instituciones públicos como el otro gran indicador que afecta la felicidad de los países.