Para todos los que piensan que el éxito y la felicidad están peleados, hoy les vamos a decir qué onda con esta creencia.
Enrique Tamés explica todo sobre qué onda con el éxito, la felicidad y cómo es que la gente cree que son cosas que no se pueden tener nunca.
El origen de las cosas…
Hay un término en alemán que resulta difícil de traducir: Zeitgeist. Los alemanes tienden a juntar dos palabras o tres palabras y a crear un nuevo significado, y es el caso con esta palabra: Zeit significa tiempo, pero también la podemos traducir como momento o época.
Y geist significa fantasma, como ghost en inglés, pero también espíritu, y también lo podemos traducir como forma de ser. De modo que cuando juntamos ambas palabras y la hacemos una sola, Zeitgeist significa algo así como el espíritu de una época, la forma de ser de un momento histórico, los valores que dominan un momento y un lugar determinado.
Comienzo con esta reflexión porque el tema es parte esencial de nuestro Zeitgeist, de nuestras creencias más profundas de la época que nos toca vivir, y es que el éxito y la felicidad, se llevan de la mano, que uno corresponde con el otro, que uno crece o disminuye con el otro. Éxito y felicidad son y se confunden más que en cualquier otra época. Sería un error pensar que estos dos términos, éxito y felicidad, siempre se han llevado de manera tan cercana. No es así. Repito, es parte de nuestro Zeitgeist. Y tenemos muchos ejemplos que lo muestran.
En tiempos de pandemia tuvimos la oportunidad de “asomarnos” a los espacios privados de mucha gente exitosa, y a veces de manera velada, a veces de manera abierta, recibimos un claro mensaje: vivir la tragedia de la pandemia encerrado en una mansión es MUY distinto a vivirla en un departamento típico en un lugar típico.
De cierta manera, nuestra felicidad puede tener un grado de impermeabilidad cuando tenemos cierto nivel de éxito en la sociedad actual. Ser una persona exitosa es no solo tener el reconocimiento, sino también los medios para sobresalir, y esto fue evidente durante la pandemia.
¿Podemos tener éxito y felicidad?
Cumplir con nuestros sueños es un ingrediente esencial de nuestra felicidad, se nos repite la fórmula una y otra vez en cada película que vemos, en cada novela que leemos; así nos lo hace saber el canon de nuestros tiempos, y dos de los hombres más exitosos del planeta tierra nos lo acaban de demostrar: El vuelo de Richard Branson al espacio, sin considerar R&D, costó 600 millones de dólares.
Quiénes ya han pagado boleto: Tom Hanks, Brad Pitt y Justin Bieber. (250,000 dolares por boleto) (4 minutos en el espacio sideral). El costo del vuelo de Jeff Bezos con todo y R&D costó 5.5 miles de millones de dólares. (Y Elon Musk viene en 2023). Y todo por “cumplir con mi sueño” (Bezos dixit). Los que cumplen suS sueños son personas “exitosas” y así son felices, “cumpliendo” sus sueños.
En los juegos olímpicos, vemos a superhombres y a súper mujeres, nuevamente, cumplir con sus sueños al llevar rutinas y sacrificios de años para convertir los planes en realidades, y el éxito en felicidad. Parece ser que los ya muy comentados casos de Naomi Osaka (tenis), Simone Biles (gimnasia) y Sha´Carri Richardson (atletismo) son excepciones que confirman la regla: la gran gran mayoría de los atletas son exitosos y logran niveles igual de altos de felicidad, y si les preguntáramos si volverían a hacer el camino de sacrificios para llegar a la cúspide del éxito, la gran mayoría lo volvería a hacer.
Entonces, la pregunta se mantiene: ¿debemos ser exitosos para ser felices? O haciendo la pregunta al revés, ¿si no tengo éxito, no puedo ser feliz? Tal vez, para adentrarnos en la pregunta, valdría la pena adentrarnos en lo que debemos entender por éxito. Porque, tomando como ejemplo lo declarado recientemente por estas mismas atletas (Simone Biles), si por éxito vamos a entender complacer la mirada del otro, la exigencia del otro, el juicio del otro, pues está claro que el éxito es exactamente lo contrario a la felicidad: no puedes ser feliz para los otros: solo puedes ser feliz para ti: con los otros, pero para ti.
¿Qué definiciones de éxito, o cómo entender el éxito, en concordancia con la felicidad?
Algunas definiciones de éxito:
Si éxito esta relacionado con “engagement”, con el nivel de involucramiento con el que hacemos las cosas. “Apasionadas con lo que uno hace” (Richard Branson).
Si éxito se mide con respecto a los valores que uno tiene, y se vive con respecto a esos valores (Tony Hsieh, fue CEO de Zappos).
Si éxito está relacionado con el disfrute, con las ganas, con el goce con el cual uno hace lo que hace. Thomas Alva Edison decía: “El éxito es 1% inspiración y 99 transpiración”.
Si éxito tiene que ver con el propósito que uno tiene en la vida, no con las metas, no con los logros en el camino, sino con el gran propósito que uno tiene. Stephen Covey, el famoso autor del libro clásico “Los siete hábitos de la gente altamente efectiva”: “If you carefully consider what you want to be said of you in the funeral experience, you will find your definition of success.”
Si el éxito se da como resultado de la felicidad y no al revés, la felicidad como resultado del éxito.
Muchos estudios conducidos por dos de los más importantes estudiosos de la felicidad, Tal Ben Shahar y Sonya Luybormisky, han demostrado con mucha claridad que el éxito no siempre conduce a la felicidad, en cambio, la gente feliz siempre es exitosa, considerando las definiciones anteriores: la gente feliz está involucrada y comprometida con lo que hace (engagement), se guía con sus valores, disfruta lo que hace, y tiene claro su propósito en la vida.
En resumen
En una cita sacada de internet (y lo aclaro porque no confío en las citas de internet. En mis intervenciones, casi siempre cito de libros y artículos), la gran actriz sueca Ingrid Bergman (Casablanca, Anastasia) dijo “Success is getting what you want; happiness is wanting what you get”, El éxito es obtener lo que deseas, felicidad es querer lo que obtienes.
Parece que no tiene nada de malo perseguir el éxito siempre y cuando siempre se tome en cuenta que no debe ser un fin en sí mismo y que hacerlo para obtener el reconocimiento de los demás es una fórmula para el fracaso. Más vale seguir trabajando en los distintos aspectos del bienestar y la felicidad, y el éxito llegará por añadidura.
Don’t work harder, work happier.
Fuente: Dr. Enrique Tamés, Director de proyectos de Florecimiento Humano Tecnológico de Monterrey. TW: @enriquetames
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