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Las maravillas que hace un baño de tina

Para las que viven en el rush de la chamba, pero de los hijos, pero del marido, pero de la casa, pero del gym, pero viven de arriba para abajo.

mayo 1, 2018

Eugenia Debayle
Fundadora de The Beauty Effect
TW: @eugeniadebayle
TW:@thebeautyeffect
thebeautyeffect.com

1. Concilia el sueño: El agua caliente de la tina y el aire fresco que golpea la piel al salir, hace que el cerebro libere melatonina, una hormona que ayuda a conciliar el sueño más fácilmente. Por eso es recomendable hacerlo de noche.

La melatonina es un suplemento muy utilizada por las personas que viajan para ayudarles a ajustarse a una nueva zona horaria.

2. Mejora la circulación: Sumergir y remojar el cuerpo en agua tibia/caliente hace que éste responda inmediatamente enviando más sangre a la superficie de la piel. Por eso, la piel se ve más rojita.

Las arterias y venas se expanden temporalmente, reduciendo la presión sanguínea creando más espacio para que la sangre fluya a través de ellas. Esto ayuda a que bajen los niveles de estrés.

3. Buenísimo para gripes y resfriados: Cuando sientas que te está dando gripe, la garganta y senos paranasales pueden inflamarse, dejándote ronco y adolorido.

El vapor de un baño de tina, ayuda a descongestionar los pulmones y senos para poder respirar y dormir mejor.

4. Te hace más feliz: Un baño calienta y estimula tu cuerpo para liberar endorfinas, también fortalecen tu sistema inmunológico, mejoran el sueño y ayudan a prevenir los dolores de cabeza.

5. Desintoxica: El agua caliente hace que produzcamos sudor y de esta manera eliminamos toxinas del cuerpo.

El aumento de la circulación estimula el sistema linfático que suda las toxinas.

6. Hidrata la piel: Remojar el cuerpo abre los poros. Si le agregas ciertas sales y aceites la piel queda con mucho glow y extremadamente suave.

CÓMO HACERLOS

Baño alcalino:
Así lo llamo yo. Está basado en la filosofía preventiva del Dr. Peter Jentschura.

Lo hago así:
1. Lleno la tina con agua caliente
2. Agrego 4 cucharadas de las sales Meine Base (Jentschura)
3. Antes de entrar a la tina, utilizo un cepillo de cerdas naturales para cepillar todo el cuerpo con la piel seca. Hay que hacerlo de arriba hacia abajo porque me interesa llevarlo a las extremidades (mis manos y pies) para ayudar a liberar las toxinas a través del sistema linfático.
El Dr. Jentschura dice que los pies funcionan como riñones auxiliares del organismo humano. Son órganos de eliminación, así que elimino las sustancias tóxicas y al mismo tiempo estimulo la circulación.
Otro beneficio es que al estar en la tina con esas sales, equivale a estar en el líquido amniótico. Es decir meterte es como estar adentro de la panza de tu mamá cuando estaba embarazada de ti.

Baño Eugenia:
Este es uno basado en consejos que he leído y mi instinto.

Lo hago así:
Lleno la tina de agua caliente

Agrego 1 taza de sales Epsom
2 cucharadas de bicarbonato de sodio
1 cucharada de polvo de vitamina C o a veces le agrego 1 pastilla de Redoxon
6 gotitas de aceite de lavanda y algún otro aceite que tenga a la mano.

Siempre tomo agua mientras estoy en la tina (es bueno hidratar el cuerpo), ya sea mineral o agua con limón y un poco de carbón activado y me quedo media hora.

Esta mezcla es maravillosa, las sales Epsom contienen sulfato de magnesio que la piel absorbe. Éste ayuda al cuerpo a producir altos niveles de serotonina, por lo que funciona como antidepresivo y cuando se mezcla con aceites ayuda a eliminar la células muertas de la piel.

El bicarbonato de sodio relaja los músculos, exfolia y suaviza la piel. La vitamina C es un gran antioxidante que ayuda combatir los radicales libres, mejora la textura y le da luminosidad a la piel.

Beneficios de los baños de tina:
• Hidratan la piel
• Relajan los músculos
• Mejoran la circulación
• Mejoran la respiración
• Bajan los niveles de estrés
• Dejan la piel luminosa y el pelo suave
• Ayudan a conciliar el sueño
• Te hacen más feliz

Si no tienes tina, no te preocupes, puedes hacer lo mismo poniendo estas mezclas en una cubeta y remojar los pies.

¡Cleopatra tenía razón!

mayo 1, 2018