Eugenia Debayle
Fundadora de The Beauty Effect
TW: @eugeniadebayle
@thebeautyeffect
Siempre he tenido la impresión de que mis tías e incluso mi mamá le tuvieron envidia a mi abuela por el pelazo, la súper piel y las manos tan bonitas que conservó toda su vida.
¿Cómo le hacían para que el maquillaje se viera siempre bien? Dos palabras: equilibrio y moderación.
Usar lipstick en los cachetes. Es una buena forma de crear un efecto realista y natural. Aplícalo con ligeros toques en los pómulos para difuminarlo.
Para que el color de los labios dure más tiempo pon un poco de polvo traslúcido sobre un pañuelo desechable doblado a la mitad y presiónalo suavemente entre los labios ya pintados.
Para que las pestañas permanezcan enchinadas, calienta con la secadora la goma del enchinador.
A nuestras abuelas, no les tocó el bótox, los rellenos ni los peelings. Las más modernas le entraron a la cirugía plástica (la famosa restiradita), pero eso sí, sus manchas fueron provocadas por los años, no por el sol, (ellas no se asoleaban). Ellas sabían qué usar y su secreto es que eran constantes. Aquí los productos de las abuelas, que no estaría de más tenerlos en nuestro baño.
Fundas de seda: Nada mejor para disminuir las arrugas que dormir boca arriba, pues la presión constante en una parte específica de la cara provoca líneas de expresión. Si de plano no puedes mantener esa posición, la opción es comprar fundas de seda para disminuir la fricción.
Agua de rosas: Es difícil imaginar a una abuela que no use agua de rosas. Es una maravillosa agua calmante, hidratante, refrescante y un tónico excelente para limpiar la piel.
Pomada de la campana: se ha usado toda la vida porque es ideal para limpiar y suavizar las manos, los codos y las rodillas. Su fórmula enriquecida con vitaminas A y E protege la piel de los radicales libres, evita la resequedad y ayuda a mantener su humedad natural.
Glicerina: Les fascina mezclarla con sus humectantes para dejar la piel suave. La puedes también combinar con aceite de jojoba o agua para humectar la piel.
Talco: ¡Este es el shampoo seco original! Las abuelas no eran de lavarse el pelo todos los días (el peinado de salón les tenía que durar). Por eso usaban talco en el cuero cabelludo para absorber la grasa. Si vas a hacerlo, déjalo 3 minutos y después cepilla. Tu pelo estará libre de grasa.
Sales Epson: Son una maravilla para agregar a la tina caliente, ya sea para remojar los pies o si vas a bañarte el cuerpo entero. Las puedes mezclar con bicarbonato. Estas sales te relajarán los músculos, destensarán tu cuerpo, suavizarán tu piel y removerán células muertas, además de desintoxicarte.