Feggy Ostrosky
Neuropsicóloga
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¿QUE ES EL ODIO?
• Es el sentimiento de aversión, rechazo o antipatía hacia una cosa o persona.
incluso llevándonos a desearle mal a aquel individuo al que no podemos ni ver.
• Resentimiento, que expresa hostilidad contra algo o alguien,
Es querer dañar o destruir algo o a alguien y que nos arrastran hacia emociones destructivas:
• Baja autoestima
• Exceso de confianza
• Resentimiento
• Celos / Envidia
• Ansiedad
• Miedo
• Incapacidad de mantener relaciones ínter o intrapersonales
Escucha: Especial de psicópatas
EL CIRCUITO DEL ODIO
• Investigadores del Laboratorio de Neurobiología del University College de Londres descubrieron que ambas pasiones, amor-odio, comparten dos estructuras cerebrales, una semejanza mayor que la que se ve con cualquier otra emoción. Por eso el dicho ‘del amor al odio sólo hay un paso’.
• El Profesor Semir Zeki, del laboratorio de neurobiología del University College y su equipo observaron mediante imágenes de resonancia magnética el cerebro de 17 personas -10 hombres y siete mujeres- mientras veían fotos de caras de personas por las que dijeron sentir odio, colegas o ex amantes alternadas con otros rostros neutrales, que no despertaban en ellos ningún tipo de sentimiento. De esta forma vieron las áreas neuronales que se activan al odiar.
• Los resultados muestran que son dos regiones que se activan a la hora de generar un comportamiento agresivo para luego poner esta conducta en práctica. A ésto llamaron El Círcuito del Odio.
• Las regiones que se activan son el putamen -un núcleo situado en el centro del cerebro-, y la ínsula -en la superficie lateral de éste órgano.
• Los investigadores explican que «estas mismas áreas son las que se activan en el amor».
• El putamen es el encargado de planificar la respuesta activa: agredir a quien odiamos o estar a la defensiva cuando estamos cerca o simplemente cuando lo vemos.
Escucha: ¿Por qué nos identificamos con le mal?
• La ínsula participa en las funciones que atraen las expresiones de disgusto y los estímulos desagradables
• El ‘circuito del odio’ pasa por vías propias y distintas a la de otros sentimientos. En un principio, el circuito del odio y el amor implica áreas cerebrales que hacen que ambas tengan un componente irracional y a veces incluso agresivo. Sin embargo, ambas emociones toman caminos muy diferentes.
• El amor desactiva muchas zonas del cerebro destinadas al procesamiento racional. Este descubrimiento explica por qué el amor nubla el entendimiento o impide ver a quien amamos tal cual es.
• El odio, por el contrario, activa zonas de la corteza frontal que se inhiben en el amor y permiten a la persona que odia ser altamente eficaz a la hora de calcular acciones destinadas a dañar a la persona odiada; planificar conductas de agresión; evaluar, predecir, anticipar las reacciones de los demás o encubrirse a sí mismo.
• Cuando amamos somos imparciales y no hacemos caso al sentido común,
• Cuando odiamos no perdemos el juicio y somos muy conscientes de los pasos que damos y las acciones que tomamos en contra de los que odiamos.
• Mientras que el amor inhibe pensamientos racionales, el odio los hiperactiva.
• Cuanto mayor es el odio que se siente hacia una persona, mayor es la actividad en las áreas cerebrales implicadas.
• El odio no tiene nada que ver con la ira, el enfado o el miedo. Son otras áreas del cerebro las que se activan cuando surgen estos sentimientos. (La amígdala. El hipocampo, el cÍngulo anterior, regiones medio temporales y corteza orbifrontal)
Escucha el podcast: La música y el cerebro
LA TEORIA TRIANGULAR DE LA ESTRUCTURA DEL ODIO
¿Qué fue primero, del amor al odio o del odio al amor?
• Lo contrario al amor no es el odio, es la indiferencia.
• El odio no es ni el opuesto ni la ausencia de amor. En realidad, la relación entre el amor y el odio es polifacética. Tanto el amor como el odio tienen tres componentes interrelacionados:
1. Negación de intimidad (distanciamiento) en el odio:
Nos alejamos de alguien cuando sentimos repulsión o desagrado por esa persona física o emcionalmente.
2. Pasión en el odio: furia / miedo. La pasión puede ser adictiva. Podemos ser adictos a la persona por la cual sentimos pasión y odio.
3. Decisión/compromiso en el odio: Éste es un componente aprendido.
El objetivo de quienes fomentan el odio es modificar los procesos de pensamiento de la población favorecida. Ejemplos: Lavado de cerebros, Ku Klux Klan, racismo hacia los indígenas, el odio de los nazis hacia los judíos, Trump contra los mexicanos
TIPOS DE ODIO
1. Odio frío / disgusto. La persona no quiere tener nada que ver con el objeto de su odio. No existe ninguna acción, porque prefieren evitarlo que confrontarlo.
2. Odio Caliente: Miedo / Enojo. Las personas prefieren confrontar a la persona en lugar de evitarlo
3. Odio frío: Devaluación/ Desprecio. Los pensamientos hacen que exista devaluación de la persona, hay algo malo con ellos. “Eres imbécil, no sabes ni hablar”.
4. Odio en efervescencia: repulsión. Se debe hacer algo para que El objeto odiado sea eliminado. (MURO DE TRUMP).
5. Odio hirviente. La persona ve al objeto de odio como algo que se debe eliminar. Lee Oswald asesinó a JFK
6. Odio ofensivo / injuria: Se piensa que el objeto de odio es una amenaza para y se compromete con la idea de que siempre han sido así.
7. Odio que quema: Necesidad de destrucción. Forma extrema del odio. Genocidos, asesinatos masivos, crímenes de odio.
¿EXISTE ALGUNA CURA PARA EL ODIO?
• Combatir el odio es aceptar que lo sientes y no sólo te cae mal. Te haces responsable de sentir odio y sus consecuencias.
• No podemos combatir el odio si pensamos que sus consecuencias son tolerables o incluso aceptables.
• El perdón cumple una función muy importante para curar el odio. Lo es casi todo!!!
• Perdonar es liberarte, de todo lo que contamina tu juicio, tu sentir y todo lo negativo que te envenena el alma
• El perdón solamente necesita de una persona (el ofendido), la reconciliación requiere de dos partes y lleva un acto de confianza.
• De acuerdo al Dr. Zeki un futuro tratamiento contra el odio, podría dirigirse contra las sustancias -aún no identificadas- que hipotéticamente regulan el odio del mismo modo que la oxitocina regula el amor.
Todas las emociones, incluidas el odio, son legítimas, no se pueden ni se deben controlar. Sin embargo, el odio no debe controlarte. Las emociones se aceptan, y se gestionan.