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2024-12-18 15:57:20
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Hígado graso: la nueva pandemia

El Dr. Pérez Galaz, les va a explicar qué onda con el hígado graso y todo lo que deben de saber sobre él, así que tomen nota.

agosto 19, 2024

Sabían que de acuerdo con la Endocrine Society, a nivel mundial, el hígado graso afecta aproximadamente a 1 de cada 4 personas, lo que equivale a más 2 mil millones de personas con esta condición en todo el mundo. 

Fernando Perez Galaz les va a explicar qué onda con el hígado graso y cómo puede provocar otras enfermedades que no son nada agradables.

La salud hepática en el mundo

Según la Endocrine Society, a nivel mundial, el hígado graso afecta aproximadamente a 1 de cada 4 personas. Esto significa que cerca de 2 mil millones de personas tienen esta condición en todo el mundo.

La Secretaría de Salud en México señala que el hígado graso está presente hasta en el 30% de la población mundial. La obesidad es el principal factor para desarrollar hígado graso junto con factores como resistencia a la insulina y diabetes tipo 2.

Según el Centro Médico ABC, México tiene alrededor de 65 millones de personas con hígado graso, y de este porcentaje 10% han llegado a cirrosis por no darle un diagnóstico temprano. De acuerdo con cifras del Centro Médico ABC, en México hay estados de la república donde el 60% de la población tienen algún nivel de hígado graso.

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¿Qué onda con el hígado graso?

El hígado graso no alcohólico (NAFLD, por sus siglas en inglés) es una condición común en México. Se estima que aproximadamente el 30-40% de la población mexicana podría padecer esta enfermedad. Este porcentaje puede variar según el grupo de edad y otros factores de riesgo como obesidad y diabetes.

En los últimos 40 años se ha observado un notable aumento en la prevalencia de esta enfermedad a causa del consumo excesivo de alimentos y bebidas con alto contenido de azúcares añadidos y grasas saturadas; a esto se agrega el sedentarismo extremo cada vez más común en la población mexicana.

En Estados Unidos, donde hay una gran diversidad étnica, varios estudios han mostrado que la población hispana y particularmente la de origen mexicano tiene mayor riesgo, aun cuando sus índices de obesidad son menores que los que se observan por ejemplo en afroamericanos.

Al parecer, este hecho se puede explicar por cierta predisposición genética en la población de origen mexicano, relacionada con el gen PNPLA-3, que induce mayor susceptibilidad al hígado graso. Otras enfermedades que acompañan al hígado graso son la obesidad, diabetes mellitus tipo II, hipertensión arterial y colesterol y triglicéridos elevados.

Nuevo nombre del hígado graso: Esteatosis Hepática Metabólica (MASLD). El hígado graso no alcoholico ha cambiado su nombre debido a que la discriminación que el propio diagnóstico produce en pacientes, ha provocado que no se atienda este problema tan complejo.

En junio del 2023 se publicó en el Journal of Hepatology el consenso de diversas sociedades médicas de más de 56 países sobre el nuevo nombre que deberá tener el hígado graso no alcohólico. Se determinó que el nombre no debería incluir alcohol ni grasa por lo que el nombre actual es: Metabolic (dysfunction) Steatotic Liver Disease (MASLD) o Esteatosis Hepática Metabólica.

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Esteatosis hepática metabólica y alcohol

Se estableció una nueva categoría, llamada esteatosis hepática metabólica y alcohol (MetALD), para describir a aquellos con esta enfermedad que consumen mayores cantidades de alcohol por día o por semana que las establecidas como límite superior de consumo. Se consideran como Esteatosis hepática metabólica y alcohol, los siguientes rangos de consumo:

Mujeres: 20-50 g/día y 140-350 g/semana

Hombres: 30-60 g/día y 210-420 g/semana

  • Cerveza 330 ml = 12 gramos de alcohol
  • Whisky 40 ml = 12 gramos de alcohol
  • Vino 120 ml = 12 gramos
  • Tequila Caballito = 12 gramos de alcohol

Se estima que para el año 2030, en Estados Unidos, será la principal causa de carcinoma (cáncer) hepatocelular y ocupará la primera posición entre las indicaciones de trasplante hepático.

  • El grupo más afectado es el de los hombres de 50 a 59 años.
  • 6 de cada 10 personas con esteatosis hepática tienen diabetes tipo II.
  • 7 de cada 10 personas con esteatosis hepática tienen obesidad.
  • 8 de cada 10 personas con esteatosis hepática tienen sobrepeso.
  • 2 de cada 10 personas con esteatosis hepática tienen peso normal (esteatosis criptogénica).

Factores de riesgo cardiometabólicos principales emergentes 

Causas principales

Obesidad: 42% de los mexicanos mayores de 20 años tienen obesidad y el 8% de los niños menores de 11 años ya tiene sobrepeso u obesidad.

Baja actividad física: 6 % de los afectados por Esteatosis hepática metabólica y alcohol realizan baja o nula actividad física.

Además de:

  • Tabaquismo
  • Sedentarismo
  • Dieta pobre en fibra
  • Rica en colesterol y grasas saturadas
  • Diabetes tipo 2
  • Dislipidemia –
  • Hipertensión arterial
  • Proteína C reactiva de alta sensibilidad
  • Consumo de alcohol
  • Consumo de jarabe de maíz de alta fructuosa
  • Consumo de azúcares añadidos

¿Cuáles son los síntomas?

En sus primeras etapas, el hígado graso suele ser silencioso y no presenta síntomas claros. Sin embargo, a medida que progresa, las personas pueden experimentar fatiga, dolor o malestar en la parte superior derecha del abdomen y debilidad. Aumento de volumen en el abdomen conocido como ascitis es un síntoma de enfermedad hepática avanzada.

¿Cómo se diagnostica?

Para simplificar su diagnóstico, ahora se considera que basta la presencia documentada de esteatosis por métodos de imagen, biomarcadores o biopsia hepática.

Fibroscan o elastografía por ultrasonido nos da dos calificaciones: CAP (cantidad de grasa)(mayor de 248 indica esteatosis) y E (cantidad de fibrosis)(mayor de 6.5 indica fibrosis). Resonancia magnética con elastografía.

¿Cómo es el tratamiento?

Mantener un peso saludable a través de una dieta equilibrada y ejercicio regular

  • Limitar o evitar el consumo de alcohol.
  • Manejar condiciones como la diabetes y el colesterol alto también es importante.
  • En algunos casos, medicamentos pueden ser prescritos para manejar los síntomas o las causas subyacentes.
  • Se recomienda una dieta rica en frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras.
  • Evitar alimentos procesados, azúcares refinados, y grasas saturadas es clave.
  • El consumo moderado de café ha mostrado tener efectos beneficiosos para el hígado.

¿Qué suplementos ayudan?

Para el hígado graso (esteatosis hepática) y la esteatohepatitis, los suplementos pueden ser un complemento útil junto con cambios en el estilo de vida y la dieta.

  • Vitamina E. Ayuda a reducir la inflamación y el daño hepático.
  • Ácidos Grasos Omega-3. EPA y DHA, presentes en el aceite de pescado, pueden mejorar los niveles de triglicéridos y la inflamación hepática.
  • N-Acetilcisteína (NAC). Un antioxidante que puede mejorar la función hepática y disminuir el estrés oxidativo.
  • Vitamina D. La deficiencia de vitamina D se ha relacionado con la severidad de la enfermedad hepática, y la suplementación puede ser beneficiosa.
  • Probióticos. Pueden mejorar la salud intestinal y reducir la inflamación sistémica que afecta al hígado.
  • Berberina. Un compuesto que puede mejorar la sensibilidad a la insulina y reducir el almacenamiento de grasa en el hígado.
  • Curcumina. El principio activo de la cúrcuma, conocido por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.

Especialista: Dr. Fernando Pérez Galaz. Médico cirujano especialista en cirugía del aparato digestivo y cirugía bariátrica. Director de Gastrobariátrica Santa Fe en Hospital ABC Santa Fe. Co- Fundador de Fundación Obesidades.

IG y FB: drperezgalaz / TW: perezgalazmd / WEB: drperezgalaz.com / IG y FB: obesidades_mx / WEB: www.obesidades.org / Consultas: 55 51 22 90 11

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