Helios Herrera
Director general de HH Consultores: desarrollo humano
TW: @Helios_Herrera
¿Qué es eso de la mentalidad?
Hace referencia a la manera en la que pensamos o reaccionamos frente a situaciones cotidianas. Normalmente, está conformada por creencias y costumbres que hemos adquirido a lo largo de nuestra vida y es el factor principal que influye en nuestra manera de actuar y decidir objetivos. Por lo tanto, se puede decir que la mentalidad determina nuestros resultados.
Sobre la mentalidad ganadora
Contrario a lo que se cree, cosechar una mentalidad y actitud ganadora no es sinónimo de individualismo, de ego o de competencia sin sentido, al contrario, la mentalidad ganadora es una actitud que nos ayuda a no renunciar a nuestras metas y sueños.
En esencia, esta manera de pensar te permite comprometerte con tus resultados y tener la claridad de que lo vas a lograr. No importa el tiempo que tengas que invertir, las cosas nuevas que tengas que aprender o los cambios que tengas que hacer en tus rutinas.
Según las estadísticas generales, más de un 90% de las personas no logran sus metas. Aun así, los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) nos dicen que 9 de cada 10 mexicanos dicen estar satisfechos o moderadamente satisfechos con su vida. O sea, la mayoría de las personas se sienten igual de “satisfechos” logren o no sus metas. Incluso, es muy probable que la mayoría ya hasta se haya olvidado de ellas.
Lograr una mentalidad ganadora requiere más de un esfuerzo para dejar atrás las actitudes que nos sabotean y alejan de nuestros objetivos, así como los impulsos asociados al placer a corto plazo.
¿Cómo se logra esto? Los caminos pueden ser muy diversos, pero cualquier ruta que elijamos debe partir de la mente, es decir, de mi inconsciente. ¿Por qué? Porque es ahí donde se generan más del 80% de nuestras creencias y, por ende, de nuestras acciones.
Muchas de nuestras creencias y acciones responden a ciertas configuraciones preestablecidas que tenemos, hoy día se sabe que existe un cierto número personalidades a las que cada uno de nosotros inclinamos nuestras actitudes, nuestras creencias y nuestro liderazgo.
Conocerte a ti mismo es clave, poder ver la raíz de las creencias nos ayuda a sacar ventaja de estas, y sobre todo a manejar una mentalidad adecuada para lograr nuestros propósitos.
Personalidad y mentalidad:
Creativo como predominante. Posees una mente muy ágil que te permite tener muchas ideas, pero te cuesta aterrizarlas. Por eso, te recomiendo concentrarte en tareas cortas, que puedan hacerse realidad pronto y poco a poco ir adoptando tareas más teóricas o de mayor planeación.
Detallista extremo. Eres una persona minuciosa y detallista. Eso es algo muy bueno, pero ¿cuántas veces te has quedado con las ganas de presentar una idea porque creíste que no era tan buena? Exponte más seguido a la crítica, sobre todo si estás emprendiendo o eres líder de algún modo u otro.
Adaptable. Estar en movimiento es lo tuyo, pues eres flexible y adaptable. Sin embargo, estar pensando todo el tiempo en el reconocimiento puede alejarte de la meta final y de quienes te admiran.
Sociable. Eres sociable y extrovertido. Pero cuando te quedas solo puedes llegar a sentir que no puedes y abandonar tus proyectos. Por eso, te invito a soltar a las personas y aprender a trabajar, convivir y estar contigo. Una mente ganadora toma decisiones sin pedir ayuda y es capaz de defenderlas, asumiendo el riesgo que esto trae.
Ordenado. Sí, seguir las reglas y las normas son parte importante de la vida. Pero no dejes que éstas te limiten al momento de crear e innovar. Eres un líder nato gracias a tu capacidad para ordenar y dirigir proyectos, pero no seas tan duro contigo mismo y con los demás.
Valententía. Tienes una gran capacidad para hacer que las cosas sucedan, por eso las personas te admiran y te ven como un ejemplo a seguir. Pero, en ocasiones, la necesidad de cumplir con tus metas y objetivos te lleva a controlar todo y a limitar el desarrollo de los demás.
¿Hay algún consejo adicional que aplique para todos? ¡Por supuesto!
Define tus metas y crea tu plan de acción. Al tener claro el enfoque y la meta tienes claro aquello que debes realizar, desde esta hora, al día, en tu semana, y después al mes. Planear la ejecución de actividades te permite distribuir eficazmente tu tiempo y ver resultados reales.
Toma decisiones calmadas. Una mente ganadora toma decisiones bien analizadas, no se deja llevar por el momento emocional o por la premura de cierta situación.
Detecta tus fortalezas. Encuentra tus propias habilidades, ¿para qué eres bueno?, pero no sólo eso, determina qué fortalezas te gustaría tener y aún no has desarrollado. Esto te ayuda a poner nuevos detalles a tu plan de vida, te da ideas de que debes aprender, te ayuda a enfocar tus objetivos.
Mantente alerta a las oportunidades. La capacidad de ver un poco de luz donde otros ven oscuridad hace la diferencia entre una persona que está dispuesta a liderar el cambio y una que nada más está viendo que las cosas pasen. Ninguna oportunidad es cuestión de suerte, las oportunidades no llegan se buscan, toda oportunidad es producto de estar alerta a los cambios y tener la preparación adecuada..
Cuida tus pensamientos y tus palabras. Hay una frase de un genio que dice: “Cuida tus pensamientos, porque se convertirán en tus palabras. Cuida tus palabras, porque se convertirán en tus actos. Cuida tus actos, porque se convertirán en tus hábitos.
Celebra tus pequeñas victorias. Festejante, toda victoria pequeña o grande debe hacerte sentir orgulloso. Esto se logra teniendo claras tus metas a largo, mediano y corto plazo, es decir, saber exactamente y con claridad lo que tendrás que haber logrado hoy al final del día.
Haz de todo lo anterior un hábito. De nada sirve trabajar y ser constantes un tiempo si después regresamos al mismo punto. Mantener una mentalidad ganadora requiere convertir cada pequeño cambio en un hábito que se quede en nuestro inconsciente.
Tener una mentalidad ganadora te ayudará a dejar tus miedos atrás y, entre otras cosas, a no sabotear tus intentos. También te permitirá detectar oportunidades y aprovecharlas de mejor manera, pero sobre todo te servirá para volver a lo importante: tus motivaciones, tus metas y objetivos. Sin duda, todos podemos tener días un poco más desmotivados, las épocas de crisis pueden traernos muchos de estos días. Pero parte de la mentalidad ganadora es anteponer lo satisfactorio que será para ti llegar a la meta y cómo te sentirías si una vez más no la alcanzas por no haberte esforzado lo suficiente.