Helios Herrera
Director general de HH Consultores, con experiencia de más de 26 años en el área de Capacitación Humanística, Motivación, Superación Personal, Desarrollo Empresarial y Ventas.
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• ¿Quién se siente demasiado agobiado por tantos cambios que vivimos en la actualidad?
• ¿Quién no alcanza a acomodarse con una situación cuando ya está cambiando?
• ¿Quién se siente permanentemente estresado?
• ¿Se han dado cuenta que vivimos más enojados que lo “normal”?
• Definitivamente vivimos en una crisis profunda en la actualidad, tenemos demasiados cambios a nuestro derredor:
• Políticos, sociales, económicos, emocionales, ecológicos, incluso de clima (todas las estaciones en un día), y esto es mundial.
• Antes sólo vivíamos los cambios cada cambio de sexenio o en la pubertad/adolescencia.
• Hoy en día no sabemos si de verdad es un cambio de época o una época de cambios. Pero de algo estamos seguros: “Vivimos en una crisis perpetua”.
Autoboicot: Dejar de ser tu propio enemigo
• Por ejemplo: las grandes corporaciones, cambian a la velocidad de la luz, esto obliga al resto de las organizaciones (y a los colaboradores) a cambiar o morir. “o te aclimatas, o te acli-mueres”.
Si no te mantienes en innovación constante, desaparecerás rápidamente y para muestra un botón:
• Kodak(1881-2012). En los setenta, el 90% de las películas vendidas en Estados Unidos eran Kodak y un porcentaje similar les correspondía a las cámaras de fotos.
• BlockBuster(1985-2013). En el año 2000 Blockbuster recibió la propuesta de compartir sinergias con Netflix, una pequeña compañía que alquilaba películas a través de correo postal.
• Nokia aportó 25% del crecimiento económico del país entre los años 1998 y 2007. Hoy en día sólo es una franquicia que volverá al mercado apoyada de HMD Global Oy (dedicada a la tecnología celular).
Las organizaciones son horizontales, y descentralizadas.
El servicio es más completo, encontramos la necesidad de repensar nuestros negocios desde el punto de vista de los beneficios:
• El vendedor de flores no se da cuenta que los clientes compran romance (no ve la OPORTUNIDAD que pierde al dejar de vender productos complementarios como chocolates, globos o tarjetas, sino que termina en una guerra de precios que perjudica el mercado. (en vez de bajar los precios deberíamos apalancarnos de la tecnología y redes sociales).
• Las redes sociales y la tecnología, cambian velozmente, este es otro cambio constante en nuestra cotidianidad, vemos nuevas redes sociales que salen día tras día, no aprendemos de usar una, cuando ya salió una nueva a sustituir la anterior.
¿Qué tal la velocidad con la que viajan ahora las noticias?
¿Y cómo se ve afectada la reputación de alguien por ello? (ayer podías ser un influencer o youtuber exitoso, hoy, has quedado en el olvido gracias a un innovador personaje, a una publicación Trending, o simplemente porque surgieron 20 influencers más, te envolvieron en un “pseudo-escándalo” y en un abrir y cerrar de ojos, ya eres cosa del “pasado”.
Y, ¿qué decir de la crisis política-social (no solo en nuestro país con estas elecciones) del mundo entero?
Tenemos candidatos prometiendo, gente sufriendo inseguridad, hambre, pobreza, no existe la cultura cívica, vial… etc. (para no entrar en polaridades).
Metas claras, resultados reales
• Todo esto nos tiene en una crisis mental. 8 de cada 10 personas que lo manifiestan se lo atribuyen a la inseguridad y la incertidumbre.
• Cuando la incertidumbre de la situación actual (sobre todo en México) está al borde del colapso, ¡claro que vas a sentirte ansioso y entrar en estado de crisis!
Qué es crisis: una coyuntura de cambios en cualquier aspecto de tu realidad, cambios para los que no esábamos preparados. Situación grave y decisiva que pone en peligro el desarrollo de un asunto o un proceso. Es muy importante aceptar que en tu realidad (por muy organizada que ésta esté) tiende a ser inestable, y está sujeta a la evolución y los cambios.
Por muy predecible que sea el cambio que se avecina, tiene siempre algún grado de incertidumbre, sobre todo a su reversibilidad.
• Aún cuando los cambios sean inminentes, siempre buscaremos volver a lo conocido, a lo que sabemos, porque así funciona nuestra red neuronal, nuestro cerebro ha creado caminos con base programaciones que nos han instaurado y repeticiones constantes.
• Los cambios son profundos, súbitos o drásticos, usualmente traen consecuencias trascendentales llegan a ser verdaderas revoluciones (aún cuando sólo sea de hábitos como la alimentación).
• Lo ideal es que cambiemos nuestra perspectiva de la vida, pensemos en la vida como un estado constante de crisis, de cambios casi permanentes, interrumpida por lapsos de latencia o “estabilidad”.
La crisis llega a la persona cuando un hecho afecta su equilibrio, y eso puede ser favorable o adverso. Cuando tenemos que enfrentar una crisis o un cambio, de cualquier tipo, nos estresamos, angustiamos e incluso puede generarnos miedo, y ante el miedo, podemos reaccionar con una de cuatro conductas primitivas a partir de lo que consideramos peligroso.
• Atacar
• Evadir o Huir
• Adaptar
• Paralizar (Tanatosis/ Anquilosis)
Tenemos miedo a lo que no nos ha pasado aún. Tenemos miedo a lo desconocido.
¿Sabes cuantas crisis nacionales has sobrevivido con anterioridad?
Al menos nos han tocado vivir en conciencia las crisis de 1982, el error de diciembre de 1994 y la crisis mundial del 2008.
Lo primero que debes hacer es: respira y acepta el cambio.
Tipos de cambio:
• Evolución: Proceso lento de cambio, resultados a largo plazo
• Revolución: Es un proceso drástico de cambio con resultados no previstos
• Transformación: Proceso planeado y controlado de cambio, los resultados con predecibles
• Mejora continua: cambio gradual, pequeñas mejoras constantes
• Mejora discontinua: cambio radical, pero planeado de manera estratégica
• Tenemos una tendencia congénita a resistirnos al cambio, la mayor evidencia es el llanto y el sufrimiento que acompaña el nacimiento, (es el cambio/crisis más importante y fuerte de nuestra vida: salir de un ambiente seguro, protegido y tibio en el que estuvimos por meses para enfrentar un sinfín de retos, dolores y desafíos que nos convertirán en talentosas, trabajadoras e increíbles personas -a menos que nos sigamos resistiendo al cambio-)
• Tenemos que ser conscientes de que los cambios son necesarios, son la base de nuestra evolución y transformación como personas y sociedades.
• Salir de nuestra zona de confort será la única manera para lograr nuestras metas, y llegar a la plena realización; debemos enfrentar el miedo, la flojera, la apatía, la inseguridad y el estrés que se nos atraviesan, de lo contrario nos quedaremos donde “estamos bien”.
• Si lo unico permanente entonces es el cambio y las crisis, entonces necesitamos ser flexibles y estar dispuestos a tolerar la incomodidad y el estrés que cualquier situación nueva y desconocida puede generarnos para dar ese salto cuántico que nos permita llegar al siguiente nivel.
Hoy quiero compartir con todos ustedes, algunos consejos prácticos para acabar con la resistencia al cambio y saber cómo reaccionar ante esta crisis permanente:
1. Haz consciencia. Antes que otra cosa, tienes que estar más que de acuerdo con que “los cambios son necesarios y aportan valor a tu vida”. No importa en qué ámbito sea.
2. Escucha a otros. A veces creemos como debilidad el pedir consejos o ayuda, pero, todo lo contrario, es necesario quitarnos la capa de súper poderosos, bajar la guardia y acudir a quienes puedan guiarnos. Así como cuando tu coche se descompone, lo llevas al taller y si tienes una molestia en los dientes, vas con el dentista, si cualquier área de tu vida necesita atención, no tiene nada de malo que la busques.
3. Anticípate. Por supuesto que hay cambios imprevistos, pero hay otros que se anuncian, ante ellos debemos prepararnos y afrontarlos. Hazlos tuyos y fluye con ellos (antes que sucedan).
4. No busques soluciones perfectas o las que más te gusten. Relájate y encuentra la manera más eficaz y eficiente. Sé flexible y podrás llevar de mejor manera los cambios.
5. Recuerda que no eres el primero ni el último. A veces creemos que el universo conspira en nuestra contra y que sólo nosotros “sufrimos en esta vida”. Sin embargo, a todos nos toca, aunque el panorama esté gris, tómalo con filosofía y recuerda que va a pasar y de ti depende que el cambio te lleve o no a un crecimiento.
6. Sé positivo. La actitud literalmente es el parteaguas ante cualquier situación. Está en nuestra esencia negarnos a los cambios, pero en nuestra mente tenemos el poder de decidir con qué cara les damos la bienvenida.
7. No permitas que tus pensamientos alimenten tus preocupaciones. Alrededor del 75% de las preocupaciones de la gente, nunca suceden. Cuando empieces a preocuparte por algo que crees que va a pasar, pregúntate: ¿Qué tan probable es que suceda, con la magnitud que lo estoy imaginando? Acuérdate que nuestra imaginación no tiene límite, y puede incluso sabotearte con tal de evitar que confrontes la crisis y el cambio, tu mente y tu imaginación NUNCA QUIEREN CAMBIAR.
8. Da un paso a la vez. “El ayer es historia, el mañana es un misterio, el hoy es un regalo, por eso se llama presente” (como dice el Maestro Oogway -Ugüey- a Po, en Kung Fu Panda). Lo que ya sucedió, no lo vas a cambiar, lo que va a pasar no es seguro. No malinterpretemos esto, es muy importante establecer metas y planes de acción para el futuro, pero una cosa es diseñar el futuro e implementarlo, y otra es vivir en las nubes.
9. Nutre tu autoestima y autoimagen. Tendemos a culparnos y autosabotearnos sobre todo si hemos cometido errores. Nos recriminamos, nos regañamos (aun en estos momentos tan vulnerables). Mientras menos autoestima tengamos, más nos afecta la situación y más nos cuesta enfrentarla.
10. El que persevera alcanza. Entre más cómodo te sientas con la ambigüedad y lo desconocido, y a pesar de ello sigas avanzando hacia ser una mejor versión de ti mismo, más rápido conquistarás la cima.
Si quieres cambiar el lugar en el que estás, debes moverte. Así que “a tomar al toro por los cuernos” y afrontar con una sonrisa los cambios que la vida tenga para ti. “Si un cambio no te cambia, todo será en vano”.
