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2024-11-17 00:47:32

Vincula tu ser con tu hacer

Para todos los que sienten que no encajan en ningún sitio y que no entienden nada de lo que ocurre en sus vidas.

febrero 19, 2020

Helios Herrera
Director general de HH Consultores, con experiencia de más de 26 años en el área de Capacitación Humanística, Motivación, Superación Personal, Desarrollo Empresarial y Ventas.
TW: @Helios_Herrera

Si eres de los que sienten que no encajan en ningún sitio y que no entienden nada de lo que ocurre en sus vidas. Has pensado que no puedes más o incluso sientes que de darte por vencido es lo único que te queda, es posible que necesites reconectar con tu esencia para recuperar tu poder interior y empezar a vivir una vida con sentido.

De acuerdo con un informe publicado por Gallup, en el mundo existe el doble de trabajadores “activamente desconectados” que trabajadores “comprometidos” que aman a sus puestos de trabajo. Desde finales de 1990, Gallup ha medido la satisfacción de los empleados a nivel internacional a través de una encuesta que ha ido perfeccionando con los años. En total ha encuestado a 25 millones de trabajadores en 189 países diferentes. La versión más reciente, reunió información de 230,000 empleados en 142 países.
Sólo el 13% de los trabajadores se siente comprometido con su trabajo, tienen pasión por su trabajo, conexión con su empleador y pasa sus días innovando e impulsando a su empresa.
Alrededor de 63%, está “no comprometido”, no están contentos, están fuera de sintonía, son sonámbulos de oficina y dirigen poca energía a su trabajo.

El 24% está “activamente desconectado”, es decir que prácticamente odia a su puesto de trabajo. Socavan los logros alcanzados por sus compañeros de trabajo.
En otras palabras, el trabajo es más a menudo una fuente de frustración de una de satisfacciones para casi 90% de los trabajadores del mundo. Eso significa que la mayoría de los lugares de trabajo son menos productivos y menos seguros de lo que podrían ser y los empleadores tienen menos probabilidades de crear nuevos puestos de trabajo.
Uno de los principales propósitos para este año es invitarte a vincular tu ser (tu esencia) con tu hacer (actividad profesional), es decir: identifica qué es lo que tu alma vino a hacer a este plano y aterrízalo en lo que haces, esta es una de las mejores formas para aprovechar el “aquí y ahora”.
Para saber si vas por buen camino, puedes empezar por responder las siguientes preguntas:
¿En qué ayudas y te sientes bien haciéndolo?
De lo que haces normalmente, ¿en dónde obtienes los mejores resultados?
¿Qué te agradecen a menudo los demás?
Enlista 3 beneficios a terceros que produzca tu actividad laboral
¿Cómo te gustaría ser recordado?
¿Cuál es el impacto que quieres crear en este mundo?
¿Qué podrías hacer aún sin que te pagaran?

Hoy quiero invitarte a despertar tu consciencia, identificar que somos parte de algo mucho más grande, somos parte de un plan perfecto y bien diseñado, nos cuesta trabajo pensar que ese plan fue diseñado por un “algo-alguien” más grande, nos cuesta trabajo entender que hay un Dios que lo diseñó, porque lo queremos entender desde nuestra percepción humana.

Cuando nos dicen: “nada en el mundo se mueve sin la voluntad divina”, ¡es real! Pero, no lo entendemos. Nuestro ego dice: “¿cómo crees?, ¡si YO soy quien decide!”.

Es necesario dividir la voluntad de Dios/Plan perfecto de tu Libre albedrío (voluntad egóica). A Dios le da lo mismo si eres pobre o rico. La voluntad divina es el plan maestro… Vamos a desarrollar un ejemplo, una comparación entre una abeja y un programa de radio.

La abeja es un animal, no tiene consciencia ni autopercepción, la abeja ni siquiera sabe que es abeja, vive 6 ó 7 semanas (las obreras) y hace lo que tiene que hacer (aún sin entenderlo). Ellas son parte de un plan maestro, la abeja sigue su instinto y (aunque no entienda) tiene un HACER destinado: RECOLECTA ALIMENTO para llevarlo al panal, va de flor en flor, toma lo que necesita y regresa a su colmena sin consciencia. La abeja no sabe que su HACER impacta a su derredor.
Un programa de radio, tiene micrófonos, productores, reporteros, señal, cabina… y cada miembro del equipo sabe “hacer lo que le toca hacer”, ¿están de acuerdo? Como el panal y las abejas.

Si volvemos a las abejas, al cumplir con su tarea, termina por impactar al mundo, cuando va por polen para su panal, lo que “se queda” en sus patas, va polinizando y haciendo que florezca y crezca la flora que esta “esperando” su HACER; no necesariamente tiene consciencia de que lo que hace es fundamental para la supervivencia de muchos seres, incluyéndonos, ese es el plan maestro, pero no tiene consciencia sobre de él.
Todo depende desde dónde mires este plan maestro: si tú te pones tu mano muy cerca de tus ojos, solo verás líneas… ¡ni siquiera sabes a ciencia cierta (a esta distancia) que estás viendo una mano, ¿cierto?! Conforme vas alejando la visión puedes ver cada vez más y más cosas (video).
Esas flores que fueron polinizadas por el simple hecho de haber cumplido con “lo que tenía que hacer”, con su HACER de abeja.
El ser humano, por el contrario, tiene el don de verse al espejo y reconocerse, tener consciencia de qué SOMOS y podemos hacernos conscientes que nuestro ir y venir (nuestra profesión) es mucho más trascendental que únicamente “hacer lo que nos toca”.

Niveles de consciencia:

SOY. La abeja sabe que es, pero no sabe que es abeja, en automático regresa a su panal. (el ser humano sí sabe que es)
HACER. Las abejas no eligen ser obreras o zánganos o reinas, ellos nacen siendo y haciendo lo que les toca, los seres humanos tienen el privilegio de elegir su profesión y a qué dedicarse.
IMPACTO EN EL OTRO. Elijo ir por polen sabiendo que el polen, hará que florezcan las decoraciones para la boda de alguien.
Así como la abeja, hay muchos programas de radio, locutores talentosos, que hablan bonito y dicen muchas cosas, y lo único que están haciendo es “radio”, ponen canciones, se hacen el “chistocito”, hablan al micrófono y tan tan.
Pero hay otros que materializan mucho TENER (que es una consecuencia de los niveles de consciencia). Este programa de radio no solamente hace muy bien la locución, además tiene la consciencia del impacto a otras personas, cuando Martha y Rebeca (y todo su equipo contagiado por ellas) despiertan, buscan beneficiar y generar impacto social. Están conectando su HACER con su SER.
Las abejas no tienen este don de la consciencia, ellas simplemente hacen lo que les toca, nosotros, en cambio, los seres humanos, somos (o más bien, podemos SER) conscientes de lo que hacemos y nos toca identificar “a qué venimos a este plano” para poder ejecutarlo con enfoque y pasión.
Pregúntate: ¿estás haciendo lo que te gusta, te llena, te mueve, te hace feliz y sientes que vas en el camino correcto? ¿O simplemente vas en automático buscando sobrevivir?
A Dios no le importa si la abeja va a la derecha o a la izquierda, Dios dice: “abeja ve por polen”. A donde quieras, no importa si lo sabe o no.
Nosotros, como seres humanos podemos estar inconscientes del potencial y la conexión con El Creador yendo del trabajo a la casa, de la casa al trabajo, de gallo a grillo, y ¡YA! o bien, podemos abrir nuestros ojos y nuestra mente a ese plan maestro que se nos ha confinado, entendiendo que mi alma viene a este mundo a vibrar más alto, produzco mi HACER con consciencia de mi SER.
Alguna vez te has preguntado: “¿A qué vine a este mundo?”!
Cuando tú conectas a tu SER íntegro, con tu HACER, es decir, cuando haces consciencia del plan perfecto, cosas buenas suceden en tu vida; la trascendencia, la abundancia y el éxito son consecuencia de los actos que están vinculados con esta acción.
La invitación hoy es a sublimar tu actividad, entendiendo que impactamos al otro y generamos otro tipo de causas y recibimos otro tipo de efectos.
Por ejemplo, la gente de intendencia, ¡QUÉ GRAN TRABAJO HACEN!, si ellos entendieran que forman parte de un plan maestro y que o que hacen impacta benéficamente, podrían ver su hacer desde otra perspectiva y ejecutarla con otra actitud.
¿Se acuerdan del libro de Viktor Frankl “El hombre en busca de sentido”? En él, Frank asegura que: «A un hombre le pueden robar todo, menos una cosa, la última de las libertades del ser humano, la elección de su propia actitud ante cualquier tipo de circunstancias, la elección del propio camino.», cuando un ser humano tiene un propósito y lo ejerce su HACER con una actitud que le permita sobrevivir ante cualquier circunstancia, el SER vibra y, no solo sobrevive, sino que se EXPANDE.
Esta consciencia que el Fabricante nos ha otorgado es parte de nuestra libertad, como en este libro de Frankl, el hombre puede ser libre aún en un campo de concentración, mientras que la abeja es prisionera por la misma inconsciencia.
La abeja (tú) estás aquí para que haya flores en la boda de alguien y ese alguien perpetúe su linaje, que tenga, hijos, nietos, bisnietos…
Al hacer este vínculo incrementa tu energía y potencia lo mejor de ti.

febrero 19, 2020