Dr. Jorge Madrigal Duval
Otorrinolaringólogo especialista en rehabilitación vestibular. Director del Centro de Vértigo y Mareo de la CDMX y Guadalajara. Fundador de La Academia del Vértigo
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En México, el 42% de la población presenta al menos un trastorno del equilibrio en su vida, y es una causa frecuente de visitas en salas de emergencia.
El vértigo es una queja recurrente, que representa aproximadamente el 5% de los servicios de hospitalización de Medicina General, y entre el 15 y 20% de las visitas a otorrinos
¿Cómo funciona el sistema del equilibrio?
El sistema del equilibrio está formado por la interacción entre el vestíbulo (oídos), la visión y la propiocepción (sensibilidad en articulaciones, músculos, etc.).
Normalmente cuando hay problemas de equilibrio se cree que puede ser por uno de estos órganos en particular, SIN EMBARGO se debe de considerar al sistema del equilibrio como un todo si se quiere lograr un buen diagnóstico y por consiguiente un adecuado tratamiento.
¿Qué es el vértigo?
Es una sensación de movimiento sin estar moviéndose, cuando sentimos vértigo es cuando notamos que todo da vueltas a nuestro alrededor o que nosotros estamos girando sin estarlo, NO ES LO MISMO que un mareo o un desmayo.
El mareo: es una sensación inestable de pérdida de equilibrio, sensación de que perdemos el balance.
El vértigo: es la experiencia de dar vueltas, como cuando éramos niños que girábamos en nuestro propio eje; nos deteníamos y las cosas giraban en un sentido e incluso nos caíamos.
Causas asociadas al vértigo
OJO, el sentido del equilibro depende de un correcto funcionamiento del sistema vestibular, el cual conecta el oído interno con el tronco encefálico, junto al visual.
El vértigo es consecuencia de una INCORRECTA recepción de los mensajes del cerebro.
La causa de este trastorno pude estar relacionada con alteraciones en el oído, en la conexión de los nervios con el cerebro o en el mismo cerebro.
Traumatismo craneal.
Infecciones víricas o bacterianas en el oído.
Algunos medicamentos como antibióticos aminoglucósidos, diuréticos o salicilatos.
Enfermedad de Meniére.
Regulación anormal de la presión arterial.
Laberintitis.
Trastornos neurológicos.
Tipos de vértigo
PERIFÉRICO: Es el más frecuente y deriva de un problema del oído interno que controla el equilibrio y el nervio vestibular.
Como consecuencias, este tipo de vértigo tiene la pérdida de audición y presión en los oídos.
SÍNTOMAS:
Sensación de estar girando sobre uno mismo o de que el entorno gira a nuestro alrededor.
Dificultad para enfocar los ojos hacia un punto concreto.
Pérdida del equilibrio.
Zumbido en los oídos.
Hipoacusia (pérdida auditiva en uno o ambos oídos).
CENTRAL: Está relacionado con un problema directo en el cerebro, especialmente en el tronco encefálico o la parte posterior del cerebro conocida como cerebelo. Puede ir acompañado de visión doble y fuerte dolor de cabeza.
SÍNTOMAS:
Dificultad para masticar alimentos, llevarlos a la parte trasera de la boca y hacerlo descender por el esófago.
Visión doble.
Problemas al mover los ojos.
Parálisis facial provocada por un daño en el nervio facial
Mala articulación del lenguaje.
Debilidad de las extremidades.
Si se dan cuenta, los síntomas relacionados con el vértigo periférico son consecuencia de elementos que no están vinculados directamente al cerebro, mientras que los síntomas del vértigo central sí hablan de daño o problemas en el cerebro y que perjudica sus funciones.
SIGNOS DE ALARMA
En pacientes con mareos o vértigo, ciertos síntomas y características son motivo de preocupación. Entre estos están:
Cefaleas.
Dolor cervical.
Dificultad para caminar.
Pérdida de conocimiento (desmayos).
Otros síntomas neurológicos (por ejemplo, problemas para oír, ver, hablar o tragar, o dificultad para mover un brazo o una pierna).
CUÁNDO CORRER CON UN ESPECIALISTA
Los pacientes con signos de alarma, aquellos cuyos síntomas son graves o que han sido continuos durante más de una hora, y los que presentan vómitos deben acudir a un hospital de inmediato.
Otros pueden consultar con su médico en un plazo de varios días. Los pacientes con un episodio único, leve y breve (menos de 1 minuto), sin otros síntomas pueden optar por esperar y ver si presentan algún otro episodio.
TRATAMIENTO
Cuando se trata de una situación benigna sin una causa física significativa, el vértigo y la sensación de mareo suele mejorar sin intervención terapéutica.
Cuando el vértigo se convierte en una situación más grave, con una causa identificada y que además interfiere de forma significativa con la vida diaria, será necesario solicitar una intervención médica.
Normalmente, el tipo de tratamiento empleado va a depender tanto de la gravedad de los síntomas, el tipo de vértigo, como de la causa etiológica.
Se puede realizar por tanto una intervención a nivel sintomatológico o sobre la causa que provoca el desarrollo de los mareos y el vértigo.
