Mario Guerra
Tanatólogo, conferencista, business coach, psicoterapeuta
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• Una relación de pareja inicia por lo que se siente, pero se mantiene por lo que se hace a favor de ella y para que sea un espacio donde ambos quieran estar por mucho tiempo.
• Si bien el amor y su neuroquímica apenas empiezan a ser comprendidos por la ciencia, las relaciones de pareja dependen mucho de las habilidades de cada uno y la voluntad que ambos depositen en querer estar bien.
• Vamos juntos a conversar acerca de cuáles son algunas de estas habilidades que, con la disposición necesaria, bien podríamos desarrollar.
Una buena relación ¿pura suerte o resultado de una habilidad?
Muchos hemos oído frases del tipo:
• ¡Qué suerte de tener una relación como la tuya!
• Están hechos el uno para el otro.
• Lo que es para ti aunque te quites y lo que no, aunque te pongas.
• Pues ya estaba escrito que Ustedes no estuvieran juntos.
El problema con estos mensajes es que transmiten la idea que poco está en nuestro control para tener una buena relación y que es cosa más bien de la suerte.
• Entonces ya no buscas aprender cómo estar mejor, sino mejor te encomiendas a quien se te ocurra para que te traiga la “buena fortuna” en el amor.
• Hay distintos estilos atributivos; es decir, las personas atribuyen a los eventos distintas causas cuando no conocen la realidad.
• Hay quien suele atribuir lo que pasa a situaciones externas y otros internas.
• Hay personas que sienten que tienen más el control de lo que pasa y otras que se sienten impotentes.
• Poco se puede hacer con lo que no se puede controlar de manera razonable, así que quienes piensan que el amor, o la suerte en el amor, tiene que ver con causas fuera de su control, suelen buscar mucho y hacer poco.
• En vez de sembrar y cultivar van en busca del “trébol de 4 hojas”.
Dejen de pedir perdón hasta por respirar y sus relaciones van a mejorar. Escuchen
El amor y la relación de pareja
Esta es entonces una de las distinciones más importantes que tenemos que hacer cuando pensamos en estar bien con una persona de manera romántica.
• El amor es químico y sucede.
• La relación de pareja es de carácter social y se construye.
• Enamorarse te pasa (y se te pasa).
• La relación de pareja inicia no con el amor, sino antes, durante y después de él, por eso se hace necesario contar con habilidades para actuar a favor de ella.
• Hay quien tiene habilidades innatas y otros tenemos que desarrollarlas. Hay quien le entiende mucho más a algo y a otro que tiene que analizarlo desde diferentes perspectivas para encontrarle el “hilo” al asunto.
• No importa cómo, con más esfuerzo o sin él, la cuestión es que queriendo, poniendo empeño y voluntad, todos podríamos entender mejor cómo funcionan las relaciones y desarrollar las habilidades necesarias para mantenerlas bien.
7 habilidades necesarias para una buena relación
Y conste que digo necesarias y no indispensables, aunque más bien me gustaría decir convenientes para hacer de una relación un lugar seguro, amoroso y de paz. Vamos, que no son obligatorias para nadie que no esté interesado en su felicidad.
1. Comunicación
• Tiene que ver con poder decir lo que sientes y lo que quieres.
• Sin sentirte criticado, juzgado, menospreciado (o sin hacer esas cosas mientras escuchas).
• Involucra una serie de habilidades e intenciones en ambos.
• Voluntad, disposición, intención, validación, comprensión, respuesta.
• Es escuchar de forma que el otro tenga ganas de seguir hablando.
• Sin distracciones, sin defensividad, sin contra ataques, con mente, cuerpo y corazón.
• Inevitablemente en una relación de pareja la comunicación involucra emociones y no meramente el intercambio de información.
• Pregúntate qué tan cómodo te sientes con la alegría, la tristeza, el desagrado, el miedo o el enojo.
• Cuáles son tus formas de reaccionar ante esto.
• Si evitas, evades o estallas ante el componente emocional, seguramente tendrás muchos conflictos en tu comunicación de pareja.
• No alimentes a las paranoias ni a los prejuicios.
• Si crees que cuando tu pareja te habla de lo que siente lo hace “por fregarte” o cuando escuchas los problemas de tu pareja piensas que “le gusta sufrir” y se ahoga en un vaso de agua, seguramente no podrás establecer una buena comunicación.
Cuando escuches, piensa:
• “Mi pareja me quiere decir algo con lo que me está diciendo, ¿qué necesita de mi?”
• Ojo, no siempre es una solución; a veces sólo es empatía y comprensión.
2. Resolución de conflictos
• Hay quien tiene la extraña habilidad de convertir los conflictos en problemas y estos en tragedias.
• Una gran pregunta que todos deberíamos hacernos al estar en una relación de pareja es:
• ¿Estoy contribuyendo a solucionar o empeorar el problema?
• Todos sabemos qué irrita o desespera a nuestra pareja. Qué la enciende y qué la apaga y aún así decidimos, por una estúpida revancha o “para que aprenda”, hablar de más, hacer esa mueca, echar los ojos arriba o quedarnos enterrados en un silencio tóxico cuando bien sabemos que eso va a echarle más leña al fuego.
• Usar estas primitivas armas no dice otra cosa de nosotros que: hemos sido lastimados, tenemos miedo y nos sentimos indefensos.
• Pero esto no es culpa de nuestra pareja, sino de una desafortunada infancia. No le quieras cobrar las cuentas a quien no te las debe, porque nunca sabría cómo pagarlas.
• Si no sabes cómo apagar un incendio lo mejor es que te retires y te vayas a aprender.
3. Conocer a tu pareja
• Si no sabes qué quiere, qué teme, qué le preocupa o cómo piensa que está su relación, estás caminando a ciegas por una habitación llena de cosas hermosas y delicadas. Seguro algo acabarás por romper.
• Quizá la peor idea es decir “yo ya le conozco”, pero tampoco ayuda decir que uno nunca acaba de conocer a la pareja. Se trata de estarse conociendo en cada momento del ciclo de su relación, crecer juntos y amarse distinto en cada etapa.
• Pregunta, escucha, indaga, observa.
¿Qué prefieren? ¿Que los quieran o qué sólo no los rechacen?
4. Habilidades para la vida
• Este es un elemento que no sólo es importante para una relación, sino incluso para la etapa de la atracción y enamoramiento.
• Se trata de saber resolver, hacerse cargo y no estirar la mano para que alguien venga a darle solución a los problemas más cotidianos de la vida.
• Finanzas familiares, tareas domésticas, vida saludable, encontrar y mantener un trabajo, iniciar y mantener una conversación…
• Es verdad que hay parejas de perezosos, de derrochadores o de personas con obesidad; eso no quiere decir que no puedan ser felices así como son, pero una mala condición física, una casa sucia o desordenada, el desempleo la falta de dinero o una mala salud acaban por deteriorar no sólo la vida, sino la de la pareja o la relación.
5. Sexo y romance
• Es fundamental en toda relación que el deseo y la sensualidad sean elementos presentes. Sin ellos el sexo se vuelve algo mecánico y poco atractivo; se acaba haciéndolo por cumplir.
Esto implica dos cosas:
• Seguir haciendo que tu pareja se sienta deseada con cumplidos y actitudes que pueda identificar como que todavía te prende.
• Mantenerte y arreglarte de una manera que sabes que a tu pareja le resulta atractiva.
• No por darle gusto solamente, sino porque si extraña eso es porque en algún momento fuiste así y quizá dejaste de serlo. No se puede no envejecer o que las cosas caigan por su propio peso, pero se puede asumir eso con dignidad y hasta sensualidad adaptándose a los cambios.
6. Auto regulación
• Esto involucra conocerte a ti mismo. Tus fortalezas y debilidades y trabajar para mejorar.
• Emociones, razonamiento, intenciones…
• No se trata de reprimir las emociones, por ejemplo; se trata de canalizarlas de maneras adecuadas para que te lleven a donde quieres ir.
• Cada uno debe hacerse responsable de su salud mental y emocional, porque de eso no es responsable tu pareja.
6 características que sólo las buenas relaciones tienen. Escuchen
7. Manejo del estrés
• Es fácil conducir un auto por calles sin tráfico, bien pavimentadas y rectas. La cuestión es que la vida no es a modo y conveniencia.
• Si no somos capaces de enfrentar con relativa calma y proactividad lo que no nos gusta o nos altera, muy probablemente nuestra relación también va a padecer los efectos de esta incompetencia ante las naturales crisis que se presentan.
• No, tú pareja no saca lo peor de ti o te pone los nervios de punta. Eres tú que le hace falta desarrollar la habilidad de navegar por aguas turbulentas.
• Yoga, meditación, mindfulness o cualquier propuesta no alcohólica que te venga bien para manejar el estrés será de gran ayuda para una relación mucho más placentera para ambos.
Para saber más:
• Epstein, R.; Robertson, R. E.; Smith, R.; Vasconcellos, T.; & Lao, M. (2016). Which relationship skills count most? A large-scale replication. Journal of Couple and Relationship Therapy, 15(4), 341-356.