Mario Guerra
Tanatólogo, conferencista, business coach, psicoterapeuta.
TW: @marioguerra
encuentrohumano.com
Cuando se busca una relación de pareja las ganas de tenerla, o al miedo a que nunca llegue, y el mismo proceso de enamoramiento inicial hace que nuestros filtros para elegir y quedarnos en una relación no sean muy demandantes. Dejamos pasar muchas señales que no son buenos predictores de una relación de buena calidad, especialmente en lo que se refiere a un trato no tan bueno por parte del otro. Conviene entonces observar muy bien antes de decidir y no al revés.
Una relación ideal
Debería ser una donde ambos han desarrollado la habilidad de conocerse, respetarse, comprenderse y aprender a vivir (mediante habilidades de convivencia) con la otra persona tal y como es, porque si bien no es una persona “perfecta” (y nosotros tampoco lo somos), es una que, con todo y sus peculiaridades, decidimos que es para nosotros una buena compañía.
Y recordemos que una buena compañía es estar con alguien porque “no nos queda de otra”, sino porque, entre muchas formas de vida entre las cuales podemos elegir, decidimos estar con esa persona porque consideramos que, para nosotros, no hay mejor lugar para estar.
¿Tu pareja discute, pelea o abusa?
Pero en realidad muchas relaciones no funcionan como se espera.
Siempre he dicho que no todos los problemas de pareja surgen a partir de la relación de pareja. Son más bien temas personales y de personalidad que, llevados al interior de la relación, acaban por dañarla profundamente.
Cuando todo va bien, en lo personal y en la vida de pareja, es menos complicado llevar una buena relación. Pero en el mundo real siempre habrá motivo para estar preocupados, ansiosos o hasta resentidos y eso, detonado por algún evento momentáneo, puede desatar nuestros demonios más oscuros.
Es entonces que cuando tu potencial pareja se frustra, se enoja, tiene prisa, hambre, sueño, una preocupación o discuten, sus maneras de reaccionar y agresividad se canalizan hacia ti. Él u otro se la hace (o se la hizo), pero al final tú la pagas.
Bajo presión acabará por regañarte, culparte, castigarte, alejarse o cerrarse.
¿Provocas inseguridad o temor en tu relación?
¿Por qué alguien reaccionaría tan mal con alguien que ama?
Muchas personas que son muy impulsivas o que desplazan sus emociones hacia otros no son conscientes de ello y por eso ni reconocen lo que les pasa y mucho menos pueden hacer algo para cambiarlo (no puedes arreglar lo que no sabes que existe).
Generalmente a una persona que reacciona de manera impulsiva le hace falta desarrollar:
Autoconciencia emocional
Estar consciente de los cambios en el estado de ánimo.
De acuerdo a Daniel Goleman es ser consciente de los propios estados internos, las preferencias y los recursos personales para hacer frente a las dificultades.
Autoregulación
Poder elegir la forma de reaccionar de acuerdo con un sistema de valores personal y social adecuados.