Mario Guerra
Tanatólogo, conferencista, business coach, psicoterapeuta
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• Muchas personas piensan que están siendo egoístas cuando piensan en sí mismas y otras sienten que se están dando su lugar cuando actúan de maneras francamente egoístas.
• Los extremos no son buenos lugares para vivir y sin pretender lograr el balance “perfecto”, siempre es buena idea poder identificarnos con una identidad propia sin sacrificar con ello nuestro valor social o afectivo para los nuestros.
• ¿Pero qué es el egoísmo? ¿Es realmente siempre tan malo como dicen?
¿Cómo se define a una persona egoísta?
• Según la RAE es una persona con inmoderado y excesivo amor a sí misma, sin importarle mucho el de los demás.
• La pregunta es si alguien que piensa primero en sí misma está siendo egoísta.
¿Siempre es malo serlo?
• De acuerdo a la definición anterior sí, porque se le considera inmoral; pero el egoísmo no está muy bien comprendido todavía.
• Muchos consideran que lo opuesto al egoísmo es el altruismo (procurar el bien ajeno aun a costa del propio)
• Aunque generalmente la abnegación y el sacrificio van de la mano de la baja autoestima y no tanto del amor verdadero.
• Algunas veces incluso es una forma de chantaje o de buscar recibir atención y amor (lo cual lo convertiría en una motivación egoísta ¿no es así?)
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¿Qué tiene que ver la felicidad con todo esto?
• Somos seres sociales y vivimos en sistemas.
Los estudios que se han realizado acerca de la felicidad afirman que 50% es genética y el resto se consigue a través de:
• Pequeñas experiencias placenteras (un baño caliente)
• Actividades desafiantes (resolver un problema)
• Fijarse y alcanzar metas importantes y significativas
• Mantener vínculos y relaciones sociales estrechos.
• Encontrar sentido a la vida más allá de uno mismo (ayudar a otros, espiritualidad, etc)
• Pensar en nosotros y en los demás es parte de lo que nos hace felices.
3 tipos de egoísmo
Para tratar de comprender mejor este fenómeno dividamos el egoísmo en tres tipos.
1. Malo
• Es el que parece que sólo te beneficia a ti y no a los otros, pero realmente todos salen perdiendo.
• Te lleva a pensar sólo en ti, en tu beneficio y cómo puedes obtenerlo casi a costa de lo que sea y quien sea.
• Es el egoísmo del diccionario que es inmoderado y excesivo; es una actitud que te aleja de los demás, te hace perder tu valor socialmente como persona y te acaba por aislar afectivamente de todos.
• A esta persona fácilmente podemos dejar de llamarla egoísta para convertirse en un egocéntrico (cree que que es el centro del universo) o ególatra (como el narcisista que se cree más valioso que los demás).
• Es querer que otros quieran lo que tú quieres o buscar obtener lo que tú quieres aún a costa de afectar a otro.
• El egoísta “malo” te acusa de egoísta a ti cuando ves por tus propios intereses, porque lo que quiere es que veas por los suyos.
• ¿Cómo que ya no quieres estar en esta relación después de todo lo que hemos vivido juntos, lo que te he dado y lo que he hecho por ti?
• Es el que dice: “Primero yo, después yo y al último yo”. ¿Y los demás?… ¿Cuáles?
• Y en efecto al final te quedas sólo contigo mismo y ya.
2. Neutro
• Es el que se beneficia a sí mismo y no perjudica a otros, aunque a los que ama tiende también a beneficiarlos indirectamente.
• Cuidar tu salud física, mental y espiritual.
• Tomar precauciones al viajar, conducir o cruzar la calle.
• Evitar cosas que te dañen como fumar o beber en exceso.
• Este tipo de egoísmo no perjudica ni beneficia a otros directa o inmediatamente.
• Es el que dice: “Primero yo, porque lo que yo no haga por mí nadie lo hará y a nadie puedo exigirlo”.
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3. Bueno
• Es el que te hace pensar primero en ti, sin dejar de pensar en los demás ni abusar de ellos.
• Es propio de una persona empática, que sin dejar de buscar su bienestar, procura que al alcanzarlo no afecte a otros de manera negativa.
• Es el que dice: “Primero yo y luego los demás, pero todo depende de las circunstancias”.
• A veces es capaz de dejar que otros reciban un beneficio primero cuando siente que lo necesitan más que él.
• Es lo que yo llamo “egoísmo inteligente”: Que yo esté bien, para que los que amo puedan estar bien al saber que yo también lo estoy y que por eso cuento con la capacidad de apoyarlos de ser necesario.
Ejemplos de qué no es egoísmo que a veces pensamos que sí lo es.
Poner límites
• Decir “no” o “no quiero” sin tener que justificarte es el ejemplo más común.
• Una persona de buena autoestima no le pone límites a los demás, se los pone a sí mismo para permitir o no ciertas conductas de parte de otros.
• Tomar algo que es para todos pero que es el último que queda.
• Pedir algo que quieres.
• Decir lo que sientes por temor a que eso lastime al otro.
• Negar una petición que te han hecho.
• No por simple capricho, sino porque no quieres o puedes hacerlo.
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Conclusión
• Ser tu prioridad sin olvidarte de los demás o abusar de ellos es la mejor forma del egoísmo inteligente.
• Con una buena autoestima no tienes necesidad ni de abusar ni de ponerte de tapete; con la autoestima dañada o eres muy dejado o muy hostil.
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