Han escuchado sobre el “perspecticidio?, según el Doctor Evan Stark, es la incapacidad de saber lo que sabes y es parte de una estrategia de control y manipulación hacia otro.
Cada uno tiene una identidad, gustos, hábitos y forma de pensar que es parte de lo que nos hace únicos. Por supuesto que así vamos a encontrar diferencias con otros, pero esto no tendría por qué ser un problema porque vamos buscando personas razonablemente similares para relacionarnos con ellas, sabiendo que hay ciertas peculiaridades de ambos a los que aprenderemos a adaptarnos.
El problema surge cuando alguien quiere obligar a otro a perder su punto de vista persona, la perspectiva que tiene de la vida y que empiece a pensar como él. Si no se tiene cuidado y se ponen límites, alguien podría “matar” lentamente tu capacidad de razonar y de mirar las cosas a tu manera para convertirte en una especie de adepto a un culto en donde ya no hay opiniones propias.
¿QUÉ ES ESO DEL «PERSPECTICIDIO»?
Es una palabra que acuña el Dr. Evan Stark, profesor emérito de la U. de Rutgers en NJ, EUA. en su libro “Control Coercitivo”. La define como la incapacidad de saber lo que sabes y es parte de una estrategia de control y manipulación hacia otro.
Igual que un homicidio es dar muerte a un ser humano; un perspecticidio es cuando alguien mata, a través de la manipulación, la capacidad de otro de sostener su propia perspectiva y puntos de vista.
Es como pertenecer a una secta maligna donde tus opiniones y forma de pensar son manipuladas para que sigas las creencias impuestas y seas fiel al líder sin cuestionar nada. Aquí el tema es que es una secta de dos y si no eres el líder, entonces eres el seguidor alienado.
Escucha el podcast: ¿Sientes que eres un fraude?
¿POR QUÉ ALGUIEN HACE ESO O CAE EN ESO?
Generalmente quien hace esto son personas narcisistas que ven a las personas como un medio para alcanzar sus fines. No te aman, te usan. Incluso podrían tener una personalidad que corresponda con la llamada Triada Oscura:
- Narcisismo: Grandiosidad y falta de empatía (les vale que sufras).
- Maquiavelismo: Manipulación, explotación, cinismo, desprecio y engaño.
- Psicopatía: Egoísmo y cero remordimientos
Se cae en esto inicialmente porque no se piensa que quien más nos ame pueda llegar a tratarnos de esa manera.
Además, como ocurre poco a poco, no es fácil darse cuenta. No es un ataque frontal al inicio y para cuando algo se percibe que está mal, ya la autoestima es demasiado baja como para creer que se puede intentar algo efectivo o quizá tu autoestima ya era baja, por eso te dejaste deslumbrar por una personalidad dominante como la del perspecticida. Como si hubieras nacido para seguir y no para acompañar.
¿POR QUÉ NO PARAMOS EN CUANTO EMPIEZA?
Como ya dije, generalmente esto va sucediendo de manera gradual. El ciclo es más o menos este:
El perspecticida se gana tu confianza. A través de un buen trato, incluso atento, amoroso y hasta encantador. Todo es demasiado bueno, demasiado rápido, para ser verdad.
Se incrusta en tu vida.
Se entera de todo, se involucra en todo y quiere saber hasta el más mínimo detalle de dónde estás y lo que haces, sientes y piensas. Quiere conocer tus motivos y razones más profundos y no acepta un “no importa” como respuesta cuando pregunta algo que no le ha quedado claro.
Empiezan las reglas y las restricciones.
Una vez que ya conoce tu mundo (interno y externo), empieza a hacer pequeñas críticas y observaciones acerca de lo que debería cambiar en tu vida. Todo te lo dice por tu bien y lo hace por amor (dice).
Viene el ataque frontal.
Ahora los ataques van contra ti por no ver las cosas “como son” y como “te conviene verlas”. Te acusará de necedad e ingratitud por no dejarte ayudar. ¿Quién mejor sabe lo que te conviene que quien te ama tanto?, te dirá. Para estas alturas, si no has puesto límites, empezarás a dudar de tu propia perspectiva y pensarás “¿qué tal si tiene razón; después de todo, hasta ahora todo lo ha hecho por mi bien”.
El perspecticidio ha sido consumado.
Internalizas las reglas que tu pareja ha puesto y literalmente olvidas cómo era tu vida antes de entrar en este infierno, cuando eras libres de tomar tus propias decisiones. Casi sin darte cuenta has perdido la libertad de ser tú. Poco a poco vas perdiendo la esperanza de que las cosas cambien y cada vez más te vas adaptando a ser sólo una parte de lo que eras.
¿Se puede salir de esto?
Lamentablemente es complicado, pero afortunadamente no es imposible. No has podido salir de una relación así porque no se trata de dar un salto al vacío, sino de resolver los elementos que te ayudarán a dar pasos firmes.
Estos son:
- Ansiedad: La culpa, las fantasías de abandono y el miedo a las reacciones (o incluso lastimar al perpetrador) te detienen.
- Autoestima: Te sientes indefenso ante el perspecticida, pero la realidad es que no lo eres. Todo es como un espejismo que no te deja ver la realidad.
El proceso es largo, por eso deberías pensar que no tienes tiempo que perder. No solo se trata de salir de esa relación, sino de reconstruir tu mundo personal de relaciones, reconectarte con tu yo interno y reaprender a manejar por tu cuenta tu tiempo y tu vida. Es como volver a caminar después de mucho tiempo de haber estado sin moverte. Tus músculos necesitan tiempo y fortalecerse.
Si sientes que no puedes, busca ayuda profesional, ya sea de manera grupal o individual. Toda grieta que deje pasar la luz te dejará ver lo que hay más allá de esa prisión.
Fuente: Mario Guerra. Tanatólogo, conferencista, business coach, psicoterapeuta.
TW: @marioguerra
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