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Las 5 formas más destructivas de pelear en pareja

Hasta para estar en pareja hay que saber pelear, cuentahabientes. Viene nuestro rockstar del amor a darnos ejemplos de lo que sí se vale.

julio 18, 2023

Hasta para estar en pareja hay que saber pelear, cuentahabientes. Viene nuestro rockstar del amor a darnos ejemplos de lo que sí se vale y lo que no se vale en una pelea.

¿Alguna vez has sentido que tus discusiones con tu pareja se convierten en batallas campales, donde no hay ganadores sino solo heridas? Hoy, vamos a explorar las cinco formas más destructivas de discutir en una relación de pareja y cómo estas pueden desgastar el amor y la armonía. Pero no te preocupes, también te daré algunas estrategias para cambiar estos patrones y mejorar la comunicación con tu pareja.

¿De qué hablamos cuando hablamos de discutir en pareja?

Discutir se refiere al intercambio de ideas, opiniones o puntos de vista entre dos personas en una relación de pareja, especialmente cuando hay desacuerdo o conflicto. Las discusiones pueden surgir por una variedad de temas, como las finanzas, la crianza de los hijos, las tareas del hogar, las decisiones de vida y los problemas de relación.

La discusión es una parte normal y saludable de cualquier relación. De hecho, es prácticamente imposible que dos personas estén de acuerdo en todo. Las diferencias de opinión son naturales y pueden ser una oportunidad para el crecimiento y el aprendizaje mutuo.

Entonces no es la discusión, sino la forma.

La forma en que discutimos puede ser la diferencia entre una discusión constructiva y una destructiva. Algunas formas de discutir no sólo no resuelven los problemas, sino que los agravan, creando resentimientos y distanciamiento.

Las discusiones destructivas en una relación de pareja son aquellas que, en lugar de resolver conflictos y mejorar la relación, generan más problemas, dañan la confianza y el respeto mutuo, y erosionan el amor y la armonía en la relación. Estas discusiones suelen caracterizarse por la falta de escucha activa, la agresividad verbal o física, la manipulación emocional, entre otras conductas negativas.

Las 5 formas más destructivas de pelear en pareja

Ataques personales: Este patrón se caracteriza por insultos, descalificaciones y críticas destructivas hacia la persona, en lugar de centrarse en el problema o comportamiento específico que está causando el conflicto.

  • «¡Otra vez llegas tarde! ¿Es que acaso te importa un comino nuestra relación? Eres un irresponsable, siempre pensando solo en ti.»
  • «¡Basta ya! Tuve un problema en el trabajo, no fue mi culpa.»
  • «¡Siempre es lo mismo contigo! Siempre tienes una excusa. Eres un egoísta, nunca piensas en cómo tus acciones me afectan a mí.»
  • “¡Y tú no piensas en cómo se siento yo, así que al final estamos a mano y ya cállate!”.

Evitación y retirada: Algunas personas, en lugar de enfrentar el conflicto, optan por evitarlo o retirarse. Esto puede manifestarse como silencio, ignorar a la otra persona o huir físicamente de la situación.

  • «Estamos al borde del desastre financiero, tenemos que hablar de nuestro presupuesto ahora mismo».
  • «No, no quiero hablar de eso. No ahora».
  • «¡No podemos seguir ignorando esto! Estamos gastando más de lo que ganamos.»
  • «¡Ya te dije que no quiero hablar de eso! ¡Deja de presionarme!»
  • “¿Entonces te vale?”
  • “Sí, sí… me vale, ¿ya?”

Culpar y negar: Este patrón implica culpar a la otra persona por los problemas y negar cualquier responsabilidad.

  • «Estoy harto de que nunca hagas tu parte de las tareas de la casa. Siempre tengo que hacer todo yo solo.»
  • «¡Eso no es cierto! No es mi culpa si no me dices que necesitas ayuda.»
  • «Es que no es ayuda lo que necesito, es que no haces tu parte. ¿Necesitas que te lo explique con manzanas o con gatitos? La casa está hecha un desastre.»
  • «¡No es mi culpa!, tú también ensucias y tu perro pulguiento ni se diga. Cuando necesites que te ayude en algo, pídemelo, pero ya deja de hacer drama”

Amenazas y manipulación: Este patrón incluye amenazas, chantajes emocionales y manipulación para obtener lo que se quiere.

  • «Si sigues pasando tanto tiempo con tus amigos, quizás deberíamos reconsiderar si deberíamos estar juntos.»
  • «¿Estás amenazándome? Mis amigos son importantes para mí, y no están amargos como tú»
  • «Si valoras tanto a tus amigos, tal vez deberías estar con ellos en lugar de conmigo.»
  • «¡Ay, ay, ay… ¿Y ahora qué traes?. Entiende que son mis amigos y tú eres tú y cada uno tiene su lugar, pero no puedes obligarme a estar en encierro siempre contigo. Igual quien debería irse eres tú si no estás a gusto”

Invalidación emocional: Este patrón implica minimizar, ignorar o invalidar los sentimientos de la otra persona.

  • «Me siento tan solo. Aunque vivimos juntos, siento que no pasamos tiempo de calidad juntos.»
  • «¿Te calmas?. Estás siendo demasiado sensible. Pasamos mucho tiempo juntos.»
  • «Pero aún así me siento solo. Necesito más de ti.»
  • «Ese es tu problema. No deberías sentirte así, estás haciendo un drama»
  • “¿Es que no entiendes que te extraño?”
  • “Pues aquí estoy, ya no me extrañes. Además, ahí está mi foto del Whats. Vela y ya cálmate”.

Bueno, bueno, pero qué tiene de malo discutir tantito…

Si es tantito y no hay transgresiones graves a los límites de cada uno, quizá no es tan grave. Lo malo es que esto se haga sistemático o vaya escalando en agresión.

Las formas negativas de comunicación en una relación pueden tener un impacto profundo y duradero. A corto plazo, pueden generar un ambiente de tensión y conflicto, haciendo que la relación se sienta inestable y estresante. Las parejas pueden empezar a temer los desacuerdos, lo que puede llevar a la evitación de temas importantes y a la acumulación de resentimientos no expresados.

A largo plazo, estos patrones de comunicación dañinos pueden erosionar la confianza y el respeto mutuo, dos pilares fundamentales de cualquier relación saludable. Cuando las personas se sienten atacadas, desvalorizadas o ignoradas por su pareja durante los conflictos, pueden empezar a dudar del amor y el respeto de su pareja. Esto puede llevar a sentimientos de inseguridad y desconfianza.

Además, estos patrones negativos pueden dañar la intimidad emocional en la relación. La intimidad emocional se basa en la capacidad de compartir abierta y honestamente los pensamientos y sentimientos con la pareja. Sin embargo, si los conflictos se convierten en ataques personales o si los sentimientos son ignorados o invalidados, las personas pueden empezar a cerrarse emocionalmente para protegerse. Esto puede llevar a un distanciamiento emocional y a una disminución de la intimidad y la conexión en la relación.

Estos patrones de comunicación también pueden tener un impacto negativo en la salud física y emocional de las personas. El estrés crónico causado por los conflictos puede llevar a problemas de salud como dolores de cabeza, problemas de sueño, problemas digestivos, ansiedad y depresión.

Finalmente, si los conflictos no se resuelven y los patrones de comunicación dañinos continúan, las parejas pueden llegar a la conclusión de que la relación no es saludable o satisfactoria y decidir terminarla.

¿Entonces qué se hace con esto?

Aprender y practicar habilidades de comunicación efectiva: Esto incluye escuchar activamente, expresar tus pensamientos y sentimientos de manera clara y respetuosa, y evitar la agresividad verbal.

Manejar el estrés y los problemas externos: Esto para evitar que todo lo que te pase afuera, lo desquites dentro de la relación y que lo que pase adentro, sea un detonante para todo lo que tengas acumulado.

Trabajar en tus inseguridades y miedos: Esto puede ayudarte a comportarte de manera más segura y menos defensiva durante las discusiones. Esto viene seguramente de tu infancia.

Fomentar el respeto y la consideración en la relación: Esto puede ayudarte a evitar las discusiones destructivas y a mejorar la calidad de la relación, mientras que hace que tu pareja se sienta más apreciada.

En conclusión, las discusiones destructivas pueden dañar la relación de pareja y la salud emocional y física de las personas. Sin embargo, es posible cambiar estos patrones y mejorar la comunicación en la relación. Recuerda, no se trata de evitar las discusiones, sino de aprender a discutir de manera constructiva y respetuosa. En lugar de permitir que las discusiones destructivas te debiliten, utilizalas como una oportunidad para crecer y fortalecer tu relación.

Fuente: Mario Guerra. Psicoterapeuta, tanatólogo, coach ontológico, hipnoterapeuta certificado internacionalmente, conferencista y nuestro rockstar del amor.

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