¿Alguna vez les han dicho «haz lo que quieras» y luego han tenido que pagar las consecuencias de algo que supuestamente no era un ‘problema’? Mario Guerra, les va a explicar por qué esas cuatro palabras podrían estar ocultando un gran conflicto emocional en su relación.
Cuando alguien dice «haz lo que quieras» lo que realmente quiere decir que no está de acuerdo con lo que el otro quiere hacer. ¿Quieres saber si andas por estas aguas? Hagamos un breve test:
Test: ¿Caes en la trampa del «haz lo que quieras»?
A cada afirmación y responde con Sí, No, o A veces.
- Cuando digo «haz lo que quieras», en realidad espero que mi pareja haga lo que yo quiero.
- Después de decir «haz lo que quieras», me siento molesto si mi pareja toma una decisión que no me agrada.
- Uso «haz lo que quieras» para evitar una discusión o un conflicto.
- Me gustaría que mi pareja adivinara lo que realmente quiero sin tener que decírselo.
- Después de que mi pareja hace lo que quiere, me cuesta decirle que en realidad no estaba de acuerdo.
- Tengo miedo de que si soy honesto sobre mis sentimientos, podría lastimar o alejar a mi pareja.
- Uso el «haz lo que quieras» como una prueba para ver si mi pareja actúa como espero.
- Me siento inseguro sobre cómo reaccionará mi pareja si le expreso mis verdaderos deseos.
- Me guardo lo que realmente pienso para evitar problemas en la relación.
- Cuando mi pareja hace lo que quiere, me da miedo que se aleje de mí o que nuestra relación cambie.
Da puntos a cada respuesta: Sí = 2 puntos / A veces = 1 punto / No = 0 puntos
Resultados:
- De 0 a 5 puntos: ¡Sinceridad total!
El «haz lo que quieras» no tiene ningún poder sobre ti. Eres claro y directo, y tu pareja nunca tiene que adivinar lo que realmente piensas. ¡Sigue así, que hasta podrías dar clases sobre cómo evitar esta trampa! - De 6 a 12 puntos: El «haz lo que quieras» aparece de vez en cuando
A veces lo dices esperando que tu pareja lo entienda por intuición, pero en general eres bastante claro. Solo necesitas un poco más de precisión para evitar confusiones. ¡Porque, sorpresa! El «haz lo que quieras» puede ser confuso. - De 13 a 20 puntos: ¡Haz lo que quieras… pero pobre de ti si lo haces!
Parece que el «haz lo que quieras» es tu frase de cabecera, pero esperar que tu pareja te lea la mente no siempre funciona. Si ya has tenido más de un malentendido, es hora de ser más claro. Pero bueno, ¡haz lo que quieras!
¿Por qué hacemos esto que parece una locura?
Caer en la trampa del «haz lo que quieras» suele tener que ver con evitar el conflicto, no saber cómo expresar lo que sentimos, o poner a prueba a la pareja. Aquí las razones más comunes:
- Evitar el conflicto: A veces preferimos evitar una discusión incómoda y decimos «haz lo que quieras» para no enfrentarnos. Esto solo aplaza el problema y lo hace más grande a largo plazo.
- Parecer comprensivo: Queremos proyectar que somos una pareja abierta y no celosa, así que decimos «haz lo que quieras», aunque por dentro nos incomode.
- Esperar que el otro adivine: Muchos creen que, si la pareja los conoce bien, no necesitan decir lo que piensan. Entonces, esperan que la pareja «entienda» lo que realmente desean sin que lo expresen.
- Miedo al rechazo: El temor a que la pareja se aleje nos lleva a decir «haz lo que quieras» en vez de ser claros sobre lo que queremos.
- Prueba disfrazada: En algunos casos, el «haz lo que quieras» es una prueba para ver si la pareja actúa según lo que uno espera, sin tener que decirlo explícitamente. Es como decir «hazlo, pero pobre de ti si lo haces».
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¿Cómo afecta a una relación?
La trampa del «haz lo que quieras» puede parecer inofensiva, pero si no se maneja adecuadamente, sus efectos pueden ser devastadores para la confianza y la intimidad en una relación. Veamos algunos de los impactos más comunes:
- Erosión de la confianza: Si una persona siente que no puede confiar en lo que el otro dice, porque sus palabras no reflejan lo que realmente está sintiendo, la relación empieza a tambalearse. Esta falta de sinceridad mina poco a poco la confianza.
- Resentimiento acumulado: No expresar nuestras necesidades o sentimientos auténticos puede generar un malestar que se acumula con el tiempo. Cada vez que decimos «haz lo que quieras» sin ser honestos, guardamos una pequeña dosis de frustración que, con el tiempo, se convierte en resentimiento.
- Patrones de comunicación disfuncionales: Este tipo de interacción puede volverse un patrón en la relación, en el que las personas dejan de ser sinceras sobre lo que realmente sienten, creando un ciclo de malentendidos y frustraciones que se repite.
- Pérdida de intimidad emocional: Cuando no somos capaces de expresar nuestros sentimientos más profundos, la conexión emocional con nuestra pareja se debilita. La relación empieza a sentirse superficial, y esa desconexión afecta todos los aspectos de la vida en pareja.
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Y si mi pareja sí hace lo que quiere, pero yo no estaba de acuerdo, ¿qué debo hacer?
Es común que, en medio de esta dinámica, la pareja tome una decisión basándose en el «haz lo que quieras», y después uno se arrepienta de no haber sido claro o sincero. Si esto te sucede, lo más importante es no quedarte en el resentimiento o en el reproche silencioso:
- Reconocer el error: Lo primero es aceptar que no fuiste claro desde el principio. Es necesario ser honesto contigo mismo y con tu pareja: «No fui honesto(a) cuando te dije que hicieras lo que quisieras, en realidad me incomodaba».
- Hablar sobre lo que realmente sientes: Explica cómo te hizo sentir la situación y lo que esperabas. Comunica tus emociones de manera asertiva sin caer en reproches: «Me sentí incómodo porque me hubiera gustado que consideraras lo que realmente pienso».
- Buscar acuerdos a futuro: Aprovecha esta experiencia para crear acuerdos más claros en el futuro. Podrían decidir, por ejemplo, que en lugar de usar el «haz lo que quieras», expresarán directamente si algo les incomoda. Esto ayudará a evitar malentendidos en el futuro.
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Entonces, ¿Qué podemos hacer?
Hay formas de romper con este patrón y evitar que el «haz lo que quieras» se convierta en una trampa recurrente en la relación. Aquí te doy algunas herramientas prácticas:
- Tomarse un momento para pensar
En lugar de decir «haz lo que quieras» sin estar seguro(a), pide tiempo para reflexionar. Dile a tu pareja: «Déjame pensarlo y luego te digo». Así tendrás espacio para procesar lo que sientes antes de responder. - Ser claro con lo que sientes y lo que temes
No solo digas que no estás de acuerdo, también comparte tus preocupaciones. Por ejemplo: «Me preocupa que te alejes de mí si haces eso». Esto ayudará a que tu pareja entienda mejor tus miedos y puedan buscar juntos una solución. - Escuchar y validar
Es importante que ambos se sientan escuchados. Si tu pareja expresa un temor, como: «Me hace sentir inseguro que salgas tanto», puedes responder: «Entiendo que te sientas así». Validar lo que el otro siente abre el camino a una conversación más constructiva. - Probar la honestidad con intención por un tiempo
Acuerden ser completamente sinceros por un tiempo, como una semana, para decir lo que realmente sienten sin miedo. Esto les ayudará a practicar la honestidad sin preocuparse tanto por las reacciones del otro y ven cómo les funciona.
En resumen…
La trampa del «haz lo que quieras» puede parecer una salida fácil en momentos de conflicto, pero en realidad es una trampa emocional que deteriora la confianza, la comunicación y la conexión en la pareja. Romper con este patrón requiere esfuerzo, práctica y, sobre todo, valentía para ser honestos con nosotros mismos y con nuestra pareja.
Especialista: Mario Guerra. Tanatólogo, conferencista y Business Coach.
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