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moi marzo: Qué te importa

¡Hoy lanzamos revista MOI Marzo con Montserrat Oliver en portada! Y Mario Guerra nos va a decir por qué les importa lo que les importa.

febrero 27, 2018

Montserrat Oliver
Conductora, Actriz y Empresaria
TW: @Montserrat33
montserratoliver.net

Mario Guerra
Tanatólogo, conferencista, business coach, psicoterapeuta.
Consulta a nuestro especialista

Natalie Roterman
Jefe editorial revista moi
TW: @natroterman

En esta vida hay dos tipos de cosas: las que importan y las que no.
• Las que no nos importan, no son relevantes, ni las vemos ni sabemos de ellas y, si están cerca de nosotros, ni las notamos, porque justamente nos valen.
• Pero a veces nos hacemos medio güeyes para no sufrir tanto y decimos que hay cosas que ni nos importan (cuando sí son significativas) o que no deberían (cuando la verdad es que ya nos importaron). De esas son de las que vamos a hablar aquí.

Por ejemplo, de repente te enteras de que alguien anda hablando mal de ti (con razón o sin ella) y un amigo que te quiere te dice algo como “que te valga lo que digan de ti, toma las cosas de quien vienen”.
• La verdad es que si eso no te importara, no te afectaría, pero el caso es que sí te es relevante, porque a nadie le gusta que anden hablando mal de uno. El verdadero problema es decidir si eso que pasa te está importando en la cantidad suficiente y de la forma correcta.
• A veces hay cosas que nos importan más de la cuenta y otras menos.
• Cuando algo te importa más de lo que debería, te enojas, te da miedo, te vuelve loco la ansiedad o andas todo triste.
• Cuando algo te importa menos de lo que debería, lo descuidas y chance lo lastimas o hasta lo pierdes.

Cosas que se inventan para no cambiar. Escuchen

Pa’l que no entendió
• Por ejemplo, a mí me importa el pasado, porque ahí pasaron cosas que me gustaron, pero otras que no.
• Y, aunque el pasado me importa, la verdad es que significa menos que el presente.
• Total, el pasado ya no puedo cambiarlo y en el presente sí puedo hacer muchas cosas.
• Si me importara demasiado el pasado, a lo mejor acabo todo depresivo por acordarme de las cosas que no me gustaron y todo lo bueno que hoy ya no está en mi vida.

Otro ejemplo. Me importa más el cambio climático que lo que pasa en Saturno, aunque no es que Saturno y los demás planetas me valgan gorro, sino que me importan lo que creo que me tienen que importar.

Entre más dices que no, más te importa
• En esta vida muy pocas cosas son blanco y negro, y eso de que algo que nos importa nos deje de importar por completo de la noche a la mañana está en chino…
• Sí, aunque hay personas que andan por la vida diciendo que cuando los truenan ni les importa ni les dolió, que al fin que ni querían, y que mejores pulgas han brincado en su petate. Esas nomás son patadas de ahogado y pomadita para que les duela menos.
• La cosa es que mientras más andan diciendo que les vale, más ardillas están, porque si de veras no les importara, ni dirían nada.

¿Son ustedes mismos su prioridad o simplemente son egoístas? Escuchen

Aprende a reconocer
Entonces lo mejor es reconocer que lo que nos importa, nos importa, aunque habría que pensar si realmente es tan importante o lo estamos haciendo más de lo que debería de ser. A veces, antes de darle rienda suelta al sufrimiento conviene hacerte algunas preguntillas cuando piensas en algo te que preocupa o lastima:

• ¿Cuánto me importa?
• ¿Es importante en realidad o nomás es importante para mí?
• ¿Me importa más de lo que me gustaría que me importara?
• ¿Es algo que hay que solucionar y se puede arreglar o nomás es algo que me importa?
• ¿Podría seguirme importando sin que eso me haga sentir tan mal?
• ¿Cuánto tiempo más voy a dejar que esto me siga importando de la misma manera?
• ¿Y si me siguiera importando, pero lo hago un poquito menos importante cada vez?

Cosas que nos gustan y que no nos gustan siempre nos van a pasar, DEPENDE DE NOSOTROS QUÉ TANTA IMPORTANCIA LE DAMOS

• No es que estas preguntas te vayan a solucionar algo de inmediato o te hagan sentir diferente, como si fueran la varita mágica… Pero sí te pueden llevan a pensar en la posibilidad de cambiar el nivel de importancia que le estás dando a algo que te lastima o que te trae frito desde hace tiempo.
• No tienes que responderlas todas ahorita; estas preguntas son para irse masticando y que poco a poco las vayas digiriendo, pero tampoco son tan importantes como parecen, sólo son guías temporales en lo que encuentras tus respuestas.

Olvídate de los demás
• Cosas que nos gustan y que no nos gustan siempre nos van a pasar y el que no le importen a los demás no las hace más o menos importantes para nosotros, por eso nadie te puede decir lo que te debería importar o no.
• Quien te lo diga, oficialmente, puede ser considerado como metiche, a lo mejor de buena voluntad, pero metiche al fin.
• Imagínate que lo que te importa es un problema real que hay que resolver.
• Y ya sé que también hay cosas que nos importan, que a lo mejor sí deberían importarnos mucho, pero por mucho que nos importen nomás no van a cambiar. Por ejemplo, la muerte de alguien muy querido.

¿Quién de verdad les está arruinando la vida?

Eso duele y es muy importante
• Pero no por ser tan importante tendría que doler tanto para siempre.
• Algo puede seguir siendo relevante, pero menos doloroso cuando te enfocas en la importancia real (la persona) y no en la trágica (la muerte).
• Las personas que nomás no pueden levantarse después de una pérdida es que hacen más importante a la pérdida que a lo perdido. Por ejemplo, cuando alguien te truena, a veces haces más importante al truene o a la otra persona que a ti mismo. Y no es que el truene o el otro no importen, sólo que quizá te convenga que te importes más tú para que encuentres la manera de salir de eso ¿no?

¿Ves? No es cosa de que las cosas te importen o te dejen de importar. La cuestión es cuánto te importan y si te están importando de la forma adecuada o ya se te pasó la mano.

febrero 27, 2018