Mario Guerra
Tanatólogo
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• La soledad es una palabra que a muchos asusta porque la confunden con aislamiento, exilio o abandono. Nada más alejado de la realidad.
• Si bien somos seres sociales, pasar momentos en soledad, con nuestros pensamientos y sentimientos, puede ser un momento muy valioso, si se le sabe aprovechar.
• Bien decía Jung que quien mira hacia afuera sueña y quien mira hacia adentro despierta. ¿Por qué inquieta tanto a algunos la soledad y qué podemos hacer para sacarle provecho cuando se presenta más por elección que por circunstancia?
Escucha el podcast: La soledad mata
¿Por qué alguien en su sano juicio querría estar solo?
• No es lo mismo estar en soledad por circunstancia (timidez extrema, baja autoestima, incompetencia para socializar, etc) que por decisión propia.
• Las personas que eligen estar solas, suelen hacerlo en determinadas circunstancias, contextos, lugares o por períodos de tiempo.
• Por ejemplo, regresar de trabajar y querer estar sólo en tu casa, pasar un fin de semana a solas o incluso ir a comer a un restaurante por tu propia cuenta y sin nadie más.
• Es una elección libre por placer y no una decisión basada en cualquier circunstancia donde se opte por ella como un “mal menor”.
“Pues de que vaya a la fiesta a aburrirme porque no bailo a quedarme en mi casa, pues mejor me quedo en mi casa y sirve que adelanto el trabajo o me pongo a ver mi serie…”
¿Por qué es tan difícil para alguien estar solo?
• Estilo de apego ansioso.
• Aprendiste en la infancia a necesitar la presencia de otros para sentirse relativamente tranquilo.
• Estigma social interiorizado basado en creencias.
• Si te gusta estar solo eres raro.
• “Pobrecito, vive solo sin nadie que lo quiera o lo cuide”
• Eres alguien engreído y antipático.
• Desde niños, cuando la mamá nos escucha callados o solos, nos pregunta que qué estamos haciendo.
• Aún si eres mujer, ir al cine o a comer sola para muchos es sinónimo de que está sola por desamor y no por elección.
• Hiperconectividad por redes sociales y apps
• Debes estar activo y disponible para no sentirte aislado o padecer el FoMO
• Aunque en realidad el nivel de conexión y presencia que se tiene a través de las redes es muy relativo.
Escucha el podcast: Anuptofobia
¿Pero la soledad no es mala?
• Es cómo se usa o qué se hace en esa soledad lo que determinará su naturaleza. En realidad nunca estamos del todo solos, siempre estamos con nosotros mismos, nuestra mente y nuestros pensamientos.
• Es el aislamiento permanente el que daña; físico o emocional.
• Hay quien, al no sentirse digno, bienvenido o perteneciente a un grupo, se impone un autoexilio.
• La rumiación de pensamientos negativos, victimizantes y catastrofistas puede empeorar en la soledad.
• Reciclar pensamientos negativos formará círculos viciosos de los que te costará mucho salir.
¿Para qué sirve la soledad?
• Te permite bajar tus defensas sociales.
• Puedes ser tú, escucharte y conversar contigo sin tener que aparentar nada.
• De hecho hay muchas personas que no les gusta estar solas precisamente por eso, porque percibirse como son les parece insoportable y prefieren la seguridad de un personaje construído que ellos mismos acaban por aceptar, pero que ya no se permiten nunca abandonar.
• Especialmente cuando fingimos identificarnos sólo con aspectos buenos de nuestra personalidad.
• Mejora tu relación contigo mismo y con los demás.
• Si te miras de manera objetiva, puedes aprender mucho de tu manera de pensar, sentir y hasta reaccionar. Observarte en la soledad es un buen entrenamiento para aprender a observarte cuando estés con otras personas.
• No puedes pensar en tener una buena relación de pareja si no tienes una buena relación contigo primero.
• Te ayuda en tus relaciones de pareja
• Al conocerte mejor puedes hacer mejores elecciones de pareja.
• Al tener tiempo para enfriarte y reflexionar tras una discusión, evitas escalar un conflicto o reaccionar desde el impulso.
• Te permite escuchar a tu pareja, sin tener que justificarte, defenderte o contraatacar.
¿Cómo se si mi soledad es elegida o es que ya me estoy aislando?
• Podemos encontrar varias señales que te indican que tu soledad puede estar yendo por mal camino:
• Cada vez prefieres estar más tiempo sólo y ese tiempo lo pasas durmiendo, viendo tv, comiendo, en internet o haciendo lo que sea, menos estando contigo y escuchando a tu voz interior (que de todos modos opera en ti, sólo que no la escuchas y no sabes por qué hace lo que hace).
• Te desesperas de la aparente necedad o lentitud de las personas con mayor frecuencia (incluso en encuentros ocasionales casuales).
• Cada vez confías en menos personas.
• Quedas de salir con alguien o ir a una reunión y a la mera hora ya te da flojera y no vas. Esto te pasa cada vez más frecuentemente y se te están acabando las excusas.
• Reemplazas el contacto con familia y amigos por encuentros virtuales sólo a través de redes sociales o apps de mensajería.
• Lo normal es que sean un complemento, no reemplazo.
• En casos más extremos, dejas de preocuparte por tu arreglo y apariencia personal.
• No es que no te bañes, pero puede que todo el día andes en lo que tu llamas “ropa cómoda” (aka pans), porque al cabo que ni vas a salir ni esperas visitas.
• Incluso podrías descuidar tu alimentación o adquirir hábitos poco saludables como tabaquismo o vigorexia.
¿Y si yo no elegí estar en soledad qué hacer?
• Es verdad que algún ser querido pudo haber muerto o una relación que tenías se acabó; en ese caso no estás solo porque lo elegiste, pero puedes tener aciertos y errores en este proceso.
Aciertos
• Aprovechar la soledad para
• Aceptar lo que pasó.
• Expresar tus emociones.
• Reubicar al ausente en un lugar distinto en tu vida.
• Rindiendo homenaje si aplica o declarando en voz alta el fin de la relación con tu Ex.
• Reaprender a vivir por tu cuenta.
• Ocuparte de ti y de lo que quieres para tu futuro.
• Retomar gradualmente relaciones que pudiste haber perdido por aquella relación que se terminó, pero hacerlo con límites más sanos y no codependientes.
• Buscar ayuda para aprender formas más sanas de relacionarte y/o sanar tus heridas.
• Cosa que no podrías hacer si te mantienes compulsivamente alejado de ti mismo.
Errores
• Buscar que un clavo saque otro clavo.
• Adoptar conductas maniacas para mantenerte entretenido y así no sentir ni pensar.
• No estar en casa más que para dormir, salir con quien sea con tal de no sentir el dolor, abusar de sustancias que te aislen del sentimiento.
• Abandonarte al río de las emociones como si no pudieras hacerte cargo de tu propia vida.
• Usar tu dolor como justificación para aislarte permanentemente.
• Buscar eternamente al ausente para recuperar la relación.
¿Entonces qué hacer?
• Si lo has elegido.
• Quizá seas alguien introvertido que prefiera estar en soledad para pensar, crear o reflexionar. Si es tu caso y la sociedad presiona sobre de ti, simplemente hazles saber que estás bien y que realmente lo disfrutas
• Pero no te aisles del todo. Te ayuda convivir por periodos cortos con más personas y eso te acerca a otras formas de pensar y nuevas ideas para tu reflexión.
• En todo caso evita lugares ruidosos o sobre saturados.
• Si te ha pasado y no te gusta.
• Estar solo es algo que se aprende a hacer y esta es de las cosas que se aprenden haciéndose.
• Empieza por expandir tu zona de confort pasando primero unos pocos minutos al día (5 quizá para empezar) contigo mismo. Luego de una semana extiéndelo a 7 o 10. Haz esto hasta que puedas pasar unos 30 minutos al día en silencio, contigo mismo, escuchando tus pensamientos para que conozcas su contenido.
• Si sientes que no puedes ni esos 5 minutos al día, es hora de buscar ayuda.