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¿Por qué mi pareja no me quiere perdonar?

Para los que ya hicieron de todo y nomás no los perdonan, les vamos a decir qué están haciendo mal y cuál es la importancia de pedir perdón.

julio 27, 2021

Mario Guerra
Tanatólogo, conferencista, business coach, psicoterapeuta
TW: @marioguerra

Una relación de pareja no está libre de errores, diferencias, desaciertos o incluso de actos que pueden lastimar profundamente al otro. Sabiendo que el perdón es la vía para iniciar el camino hacia una posible reparación, ¿por qué hay personas que no lo otorgan y, sin embargo, tampoco terminan con la relación?


¿Por qué hablar de perdón dentro de una relación de pareja?

Porque no importa que tan compatibles, afines o cuidadosos seamos, debemos recordar que en una relación se tiene con otra persona que no es exactamente igual a nosotros y eso abre la puerta a diferencias, errores o hasta transgresiones serias a la confianza.

Podríamos decir que, en cierto momento, sin perdón, no parecería haber futuro sano para una relación.


¿Por qué es tan importante el perdón dentro de las relaciones?

Un estudio publicado en el 2011 en la Revista de Psicología Familiar sobre «Perdón y satisfacción en las relaciones» sugiere que la falta de perdón hace que la resolución de conflictos sea mucho menos probable dentro de una relación de pareja.

Otras investigaciones sugieren también que la falta de perdón despierta emociones negativas y crea más conflictos.

Las parejas en donde no se otorga el perdón, son más propensas a tener interacciones negativas, como agresividad o evitación hacia la pareja, y tienen poca capacidad para comprometerse o resolver problemas.

“Pues como de todos modos ni me perdona, que sea lo que tenga que ser”

El perdón abre la puerta a la posibilidad de reparación de una falta cometida y a la reconstrucción de la confianza dentro de una relación. Sin perdón se cierran las posibilidades.


Ahora bien, ¿para qué quieres que tu pareja te perdone?

Para reparar la relación.

Si es así, esto pasa por reconocer no sólo la falta cometida, sino el impacto que tiene en la salud emocional de tu pareja, en la confianza establecida entre ambos y en el futuro de la relación en sí mismo.

No sólo te enfocas en buscar el perdón, sino que te centras primordialmente en las necesidades de tu pareja para ayudarle en el proceso.

Para liberarte de la culpa.

De ser este el caso, es muy probable que insistas en el perdón, a veces tratando de minimizar tu falta, culpando a las circunstancias y, en casos extremos, culpando a tu pareja por lo que hiciste.

Por ejemplo “es que como ya no me tocabas, me vi orillado a irme con alguien más” o “pues si te aventé, pero para qué me haces enojar”.

Cuando lo que buscas es liberarte de la culpa o que todo quede en el olvido, de lo que te olvidas es de lo que tu pareja siente y así es más complicado y poco sano que te sea otorgado el perdón.


Dicho esto, y pensando que tu interés está realmente en reparar la relación, ¿por qué es probable que tu pareja no te perdone?

No has pedido perdón.

Parecería absurdo, pero hay personas que quieren recibir el perdón sin ni siquiera haberlo pedido.

Recordemos, por supuesto, que no se trata de presionar al otro para que te perdone, sino de asumir una responsabilidad, lo que nos lleva a otra posible causa…

No has reconocido y asumido plenamente tu falta.

Niegas abiertamente la falta cometida o buscas defenderte antes de aceptar lo que has hecho o, aceptándolo, tratas continuamente de justificarte.

No visualiza en ti que haya conciencia, dimensión y arrepentimiento genuino de tu parte.

No ve que tú estás afectado por lo que hiciste. Mientras que tu pareja puede estar en un mar de dudas, de tristeza y desconfianza, tú no te pierdes tu programa favorito y el hambre como que no se te ha ido.

No es que sea necesario un sacrificio de sangre para expiar tu culpa, pero una persona esperaría que su pareja estuviera en alguna medida afectada cuando se sufre por algo.

No es la primera vez que actúas de formas que lastiman a tu pareja.

Es decir, ya has pedido perdón varias veces, quizá hasta ofrecido no volver a lastimar y al final acabas recayendo. De esta manera, aunque cada vez jures que “ahora sí vas a cambiar”, el cambio se demuestra con acciones, no con solamente con palabras.

Hay otras cosas que se han ido acumulando y echando debajo del tapete.

Quizá además de lo que hiciste, ya han habido algunas diferencias y problemas sin resolver que se han
ido acumulando dentro de la relación. Es probable que el error o falta que hayas cometido no haya sido sino la gota que ha derramado el vaso.

Quiere, pero no puede.

No sería remota la posibilidad de que tu pareja, aún queriéndolo, no sienta que puede confiar más en ti. Especialmente si se ha dado alguno o algunos de los supuestos anteriores.


Entonces si no me va a perdonar ¿por qué no termina con la relación?

Porque no quiere terminar, pero tampoco siente que pueda volver a confiar en ti.

Quizá esté esperando ver qué tanto realmente cambias tus conductas tras lo sucedido. Perdonar puede ser inmediato; volver a confiar lleva tiempo.

Porque hay otros factores que siente que le atan a la relación.

Como cuando hay hijos de por medio o algún tipo de dependencia hacia ti o la relación, lo cual por definición no sería en sí misma una relación sana para nadie.

Porque retorcidamente quiere hacerte pagar.

A veces hay ganancias secundarias y hay quien está dispuesto a lo que sea con tal de cobrar o seguir cobrando la deuda por el resto de la vida si es posible.

Vivir bajo este esquema no es sano para nadie, pero menos para ti que vives pagando una vieja deuda a manera de cadena perpetua.

Dicho sea de paso surge una pregunta: ¿por qué si no te perdonan no eres tú quien termina ya con esta relación?.


En el supuesto que seas tú quien no perdone, ¿cuál es tu temor o impedimento para perdonar?

¿Miedo a que te vuelva a lastimar de la misma forma?

Recuerda que, aún cuando antes no lo hayas hecho, a partir de lo sucedido siempre puedes establecer nuevos límites o límites distintos.

¿Sientes que no puedes volver a confiar en tu pareja después de lo ocurrido?

Como ya he dicho, confiar lleva tiempo. De ser así, establece con tu pareja la intención de perdonar, pero clarifica que eso no te es posible en tanto no observes, por algún tiempo, cambios profundos y una toma de conciencia distinta acerca de sus actos.

Esto a veces pasa como resultado de dimensionar su propia falta, pero muy frecuentemente requiere de ayuda terapéutica.

¿La falta cometida va más allá de lo que tú consideras que puedes o deberías perdonar?

Si para ti lo que ha ocurrido es terrible, recuerda que el perdón no condiciona la reconciliación. Puedes perdonar para liberarte del resentimiento, pero simultáneamente le puedes decir a la persona que ya no quieres tener una relación del mismo tipo con ella si es que sientes que eso no es sano para ti.

Pero una advertencia; a veces hay personas de buenas intenciones que te calientan más la cabeza y te sugieren que lo mejor es mandar todo al diablo sin más reflexión.

Que tu decisión de perdonar, o no hacerlo, esté lo más libre posible de presiones externas en un sentido o en otro.

El perdón es una declaración de intención que busca abrir la posibilidad para reparar y restablecer una relación bajo nuevos términos. De ninguna manera es una complicidad con quien te ha lastimado y mucho menos una obligación. El perdón implica más que bondad, fortaleza. Fortaleza para reconstruir una relación lastimada o para asumir que, aún perdonando, ya no es conveniente seguir en una relación con alguien así.

Para saber más:

Braithwaite, S. R., Selby, E. A., & Fincham, F. D. (2011). Forgiveness and relationship satisfaction: mediating mechanisms. Journal of family psychology : JFP : journal of the Division of Family Psychology of the American Psychological Association (Division 43), 25(4), 551–559. https://doi.org/10.1037/a0024526

Karremans, J. C., Van Lange, P. A. M., Ouwerkerk, J. W., & Kluwer, E. S. (2003). When forgiving enhances psychological well-being: The role of interpersonal commitment. Journal of Personality and Social Psychology, 84(5), 1011–1026.

julio 27, 2021