Mario Guerra
Tanatólogo, conferencista, business coach, psicoterapeuta.
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• Vamos a relajarnos un poco en estos días de conmemoración y celebración de muertos, muerte y uno que otro espectro que anda suelto.
• Hablemos de aquellos personajes que, pareciendo haber salido de una película de terror, nos topamos con ellos en nuestra propia vida en la figura de una pareja, un familiar o nosotros mismos con conductas francamente espeluznantes.
Personajes
Zombies
• Son los exes. Tuyos o de tu pareja.
• No están vivos ya en tu vida, pero tampoco se han ido del todo.
• Como cuando hay hijos comunes o trabajan juntos.
• Unos te stalkean, otros de plano “se te aparecen” de repente y otros sí francamente parecen que buscan comerte el cerebro cuando no saben ni lo que quieren y para qué siguen en tu vida
• A veces no es que te hagan la vida imposible, pero cuando se te aparecen es incómodo.
Escucha el podcast: Del miedo y otros horrores hacia el amor
Ánimas en pena
• Son esas personas que estuvieron en tu vida y que te dicen que no te pueden olvidar, que eres el amor de su vida, que sin ti todo les sabe a trapo, pero que tú ya no quieres nada con ellos.
• Te buscan con cualquier pretexto, a veces hasta para anunciar que, “ahora sí”, ya van a dejar de buscarte.
• Son muy ansiosas y demandantes, especialmente cuando se sienten solas y se pasan largas horas viendo fotos que se tomaron (o que te tomaron sin tú darte cuenta).
• Son como ánimas en pena porque parece que solas sin un cuerpo (tú cuerpo por cierto) no pueden estar.
Fantasmas
• Cuando estás en una relación donde ya cada uno anda por su lado.
• Viven juntos quizá, pero si se cruzan por la casa es como dos fantasmas transparentes que ya no se ven el uno al otro.
• Al desayunar, ir al cine o en la cama.
• Viven de recuerdos de su pasado, arrastrando cadenas o haciendo ruidos por la casa para ver si alguien se da cuenta que anda por ahí.
• Es como estar atrapado sin poder volver a la vida, pero sin poder ir al más allá y continuar con lo que siga. No sigues a la luz y prefieres vivir en la sombra de una relación muerta.
• A veces tú mismo te conviertes en fantasma cuando te aferras a una relación que ya está muerta, igual que el fantasma se aferra a sus posesiones o su casa y por
eso no se puede ir.
Gnomos
• Son los pasivos agresivos que te hacen “diabluras” indirectas como esconderte cosas, fomentan el caos en tu vida, son ambiguos, sarcásticos, se les “olvidan” tus peticiones o se tardan mucho en hacer algo que les pides.
• Son muy resentiditos porque no los mimas como se merecen o les “haces” cosas que los lastiman, pero nunca te lo dicen. Se lo van guardando y se desquitan de forma indirecta.
Escucha el podcast: El horror de vivir nuestras relaciones desde las emociones
Ogros
• Regaños y críticas constantes.
• No sólo a lo que haces, sino hacia tu persona.
• Todo les parece mal, nada les embona y las cosas nunca se hacen como ellos quieren.
• Todos les pueden parecer unos idiotas o seres despreciables.
• Suelen tener malas maneras, son rudos, groseros, poco sociables y hasta no muy civilizados.
• Pueden ser poco empáticos a las necesidades de los demás y desafían las reglas y la autoridad.
• Maltratan a personas que consideran “inferiores”.
• Como los ogros, tienen mucha fuerza bruta, pero no muchos sesos.
El vampiro
• El narcisista seductor.
• Como agujeros negros emocionales, no importa cuánto les des, siempre necesitan más (atenciones, cuidados, admiración, cariño, etc.)
• Te succionan, pero no te matan. Si no, cómo siguen obteniendo de ti lo que necesitan.
• Te esclavizan para servirles. Pueden ser chantajistas emocionales que te acusan de deslealtad en cuanto quieres liberarte.
• Te llevan a sentirte devaluada, deprimida y usada si les sigues permitiendo la entrada en tu corazón.
El diablo
• Ese vive en tu cabeza.
• Siembra la duda, celos, paranoia y desconfianza en tu relación.
• Te dice todos los días todo lo que te falta para ser feliz.
• Te señala todos lo que los demás tienen y que tú no.
• Hace que te comportes de manera egoísta con tu pareja y que tengas envidia de sus éxitos.
• Florece muy bien en la ociosidad y le gusta que te juntes con personas que te den cuerda en tus paranoias.
El hombre o la mujer lobo
• Personas de emocionalmente inestables.
• Todo lo hacen grandote, teatral y dramático.
• Pueden ser muy tranquilas y razonables y de pronto cambiar abruptamente.
• Son afectas al drama y canalizan sus emociones de formas muy aparatosas (aullando, mordiendo o arañando).
• Son poco razonables cuando no se controlan y ya cuando pasa la “luna llena” se convierten en personas normales que hasta te pueden alegar que no se acuerdan lo que te dijeron o hicieron.
Escucha el podcast: El bebé verdugo
Brujas
• Estas se te aparecen en tu relación. Son personas que quieren lo que tú tienes y esto es a tu pareja.
• Pueden ser el compañero o compañera de trabajo que tú sabes que algo se trae, pero que tu pareja te jura que nomás quiere ser su amigo o amiga.
• Ese es su truco; se hacen pasar por amigos inocentes y comprensivos escondiendo sus verdaderas intenciones y llegada la oportunidad se transforman.
• Amarran navajas y siembran dudas.
• Se hacen presentes en todo evento para estar cerca.
Frankenstein
• Es el eterno complaciente que va transformando su apariencia, y hasta su personalidad, porque cree que con eso va a dar gusto a su pareja.
• Dejan de ser quien son para transformarse en el que creen que debe ser.
• Necesita la aprobación externa, pero si siente que no la tiene o que algo en él está mal, se apresura a cambiarlo por temor a que lo dejen.
• Al final, como acaba siendo alguien distinto a quien inicialmente amaron, pues acaban por dejarlo.
Momias
• Sus antepasados (lease tu mamá, tu tía o tu abuelita) entran en su vida para hacerla imposible.
• Todo critican, nada les parece suficientemente bueno para ti y tu pareja menos que nadie.
• Quieren controlar su vida, su boda y hasta el nombre de sus hijos.
• De hecho ya hasta están planeando cuántos fines de semana se van a quedar con ellos para “cuidarlos”.
• Quieren que les llames a diario para saber cómo estás o nada más para darte la bendición (aunque sea por whatsapp).
• Todo esto sería sano si no lo empezaran a ver como una obligación o te hicieran chantaje emocional el dia que se te olvida.
• Pueden pedir que se les rinda tributo cada fin de semana, lo cual se convierte en la verdadera maldición de la momia porque una vez que empiezas a ir, ya no puedes dejar de hacerlo sin que te lancen la maldición del hijo o hija ingrato.
• Claro, te dirán que su único objetivo es envolverte con sus vendas de amor.
• Les falta una vida propia.