Mario Guerra
Psicologo
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¿De qué podemos sentirnos avergonzados?
De una conducta (esporádica o habitual).
• Dice groserías sin importar la situación.
• Bebe de más o es “mala copa”.
• Es grosero o rudo al ir conduciendo un auto o con personas que atienden o sirven como meseros o empleados.
• De cómo se viste o arregla.
Siempre o en ocasiones especiales.
• De su familia u orígenes.
Especialmente en reuniones.
¿Soy mala persona si a veces mi pareja me da vergüenza?
• No necesariamente.
• Sentir vergüenza es una reacción de tipo social. Es como una señal de alarma que trata de protegernos de no ser excluidos de nuestro grupo social.
• Es por eso que podemos considerarla una reacción de supervivencia ya que fuera del grupo no sobreviviríamos.
• Probablemente sufres del llamado “Efecto reflector vicario”
• El “Efecto reflector” original consiste en creer que los demás prestan mucha más atención a nosotros y nuestras acciones que lo que en realidad lo hacen.
• El experimento original consistió en pedirles a unos estudiantes que entraran en una habitación llena de extraños usando camisetas con la imagen de Barry Manilow. Luego se les preguntó cuántas de esas personas sienten que los miraron por traer esa ropa. La respuesta reportó en promedio que los sujetos creyeron que les pusieron atención el doble de personas que las que en realidad lo hicieron.
• Otros experimentos corroboran esto y tenemos la tendencia a pensar que, ya sea para bien o para mal, las personas se fijan mucho más en nosotros de lo que en realidad lo hacen.
• Un estudio realizado por el Dr. Joel Armstrong, de la U. de Ontario, encontró que este fenómeno se puede proyectar hacia otros, especialmente una pareja, porque nuestras relaciones significativas se incorporan a nuestro “Yo”, convirtiéndose en un “nosotros”. Empezamos a ver nuestra relación como parte de nosotros.
Incluso, en un sentido positivo, los logros y rasgos positivos de nuestra pareja pueden incluso elevar nuestra autoestima.
Pero si la conducta de nuestra pareja no es socialmente adecuada, eso sentimos que se refleja en nosotros y que las personas no sólo miran y juzgan a nuestra pareja, sino que también lo hacen con nosotros (de ahí la famosa reacción de “yo no te conozco” cuando alguien con quien estamos hace algo que nos parece vergonzoso).
No todos reaccionan igual ante lo mismo (Lo que para ti es vergonzoso)
• Esto puede ser una reacción en cadena cuando nuestros padres sufrieron este efecto reflector vicario.
• Como los padres se sienten más responsables por las conductas de sus hijos, se sienten particularmente orgullosos cuando hacen algo “bueno” y especialmente avergonzados cuando es algo “malo”.
• Desde niños se nos inculcó que había ciertas conductas adecuadas o inadecuadas, pero también fuimos aprendiendo que hay ciertas cosas que nos pueden hacer parecer tontos o de poco valor (cuando tuvimos padres demandantes o perfeccionistas).
• Para muchos preguntar dónde está el baño, reconocer que han cometido un error o pedir indicaciones cuando están perdidos es motivo de vergüenza.
• También la autoestima baja juega un papel importante. Una baja autoestima te hace ser más propenso a padecer tanto el efecto reflector tradicional como el vicario.
¿Por qué antes no te sentías así?
• A lo mejor antes juntos iban de juerga o solían hacer bromas pesadas, pero hoy tienes un nuevo estatus, los hijos han llegado o simplemente ya has madurado, pero tu pareja quizá no.
• Quizá tu círculo social hoy es distinto que en el pasado y hoy la conducta de tu pareja se ha vuelto descontextualizada para el nuevo entorno.
• Porque muchas veces aquello que empezó por ser atractivo de tu pareja acaba por ser molesto ante la repetición, el paso del tiempo y especialmente la descontextualización del hecho
Además hoy ya es tu pareja y antes cuando hacía eso que hoy te molesta la relación podría haber sido de otra dimensión.
¿Por qué si mi pareja ya sabe que eso me molesta lo sigue haciendo?
• Lo más probable es que eso que no te gusta de tu pareja a ella no le parezca tan terrible como a ti y lo haga más como un hábito o algo aprendido que con la intención de molestar.
• Quizá no le has hecho sentir lo importante que es para ti que eso cambie (a lo mejor le has dicho que eso que hace “no está bien” no que a ti te afecta y nada más).
• Es probable que piense que exageras
• Especialmente si has estado actuando de forma muy reactiva e insistiendo desde la crítica, el regaño y la prohibición de la conducta, es posible que tu pareja ahora se muestre con reactancia (siente amenazada la libertad de actuar como quiere) y haga exactamente lo que se le dice que no haga en un intento inconsciente de demostrar (y demostrarse) que es libre.
¿Qué hacer?
• Habla del tema con tu pareja sin criticar, sin regañar y nunca durante el momento en que lo que te molesta está sucediendo, sino después.
• Imagina que lo que te molesta es cómo está vestido para la fiesta (ya estando en la fiesta) o su manera de beber cuando ya está en estado de ebriedad. Difícilmente tendrá oportunidad de hacer algo bajo esas circunstancias.
• Hazle saber que tú no te sientes cómodo con lo que sucedió y evita a toda costa decirle cosas como “eso fué una grosería”, “eso está mal” o “eres un primitivo”. Lo último que necesitas en este momento es que tu pareja se porte defensiva y deje de escuchar tus argumentos para empezar a articular su defensa.
• Habla de cómo crees que esa conducta podría afectarlos a ambos (porque si sólo te afecta a ti, entonces tú tendrías que hacer algo con eso).
“No me gustaría que las personas que se sientan a gusto con nuestra compañía fueran las que pierden el control cuando beben y que las que no toman de más nos eviten”.
• No esperes lograr cambios radicales de la noche a la mañana, pero habla con tu pareja y busquen acuerdos. Más que imponer, pide ayuda, porque quizá la sensibilidad a este efecto reflector vicario sea un problema enteramente tuyo.
Para saber más:
• Agnew C. R., Van Lange P. A., Rusbult C. E., Langston C. A. (1998). Cognitive interdependence: Commitment and the mental representation of close relationships. Journal of Personality and Social Psychology, 74, 939–954.
• Armstrong, J., Stanton, S. C. E., & Campbell, L. (2016, January). Basking in reflected shame and glory: Emerging evidence for a vicarious spotlight effect in close relationships. Poster presented at the 16th annual meeting of the Society for Personality and Social Psychology, San Diego, CA.
• Aron A., Aron E. N., Smollan D. (1992). Inclusion of other in the self scale and the structure of interpersonal closeness. Journal of Personality and Social Psychology, 63, 596–612.
• Brown, J. D., & Han, A. (2012). My better half: Partner enhancement as self-enhancement. Social Psychological and Personality Science, 3, 479-486.
• Gilovich, T., Medvec, V. H., & Savitsky, K. (2000). The spotlight effect in social judgment: An egocentric bias in estimates of the salience of one’s own actions and appearance. Journal of Personality and Social Psychology, 78, 211–222
• Lemay, E. P., & Clark, M. S. (2009). Self-esteem and communal responsiveness toward a flawed partner: The fair-weather care of low-self-esteem individuals. Personality and Social Psychology Bulletin, 35, 698-712.
