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2024-11-17 12:39:43

¿Te da vergüenza decir que estás soltero o soltera?

¿Qué onda con esta idea de asociar la soltería con el fracaso? Si es su caso, les vamos a decir cómo salir de esta idea equivocada que sólo les pone el pie.

marzo 30, 2021

Mario Guerra
Tanatólogo, conferencista, business coach, psicoterapeuta
TW: @marioguerra

Tener o no tener una pareja debería ser una cuestión basada más en un deseo que en una necesidad. Hay quien hace de no tenerla una carencia o un motivo de vergüenza y entonces, lejos de vivir la soltería como una oportunidad de consolidación y encuentro personal, se vuelve todo un problema que nos aleja de los demás e incluso de nosotros mismos.

¿Está mal o es un problema no tener pareja?
No, si no es un problema para ti.
Porque si no quieres tener pareja, al menos por ahora, finalmente es tu decisión.
A lo mejor no quieres, no quieres ahorita o no quieres porque no has encontrado a la que dices que es la persona correcta o adecuada.
Es decir, que no tener pareja no debería ser en sí mismo motivo de vergüenza.

¿Por qué alguien se sentiría avergonzado de decir o reconocer que no tiene pareja?
Por lo que piensen los demás.
Porque si te ven como alguien raro o defectuoso, serías excluido del círculo social o al menos señalado por los demás.
Se encienden las alarmas del rechazo.
Lo que te enseñaron que debería de ser lo correcto.
Porque si no haces lo que se supone, cuando se supone, entonces sientes que has fracasado, que no podrás ser feliz o que serás una decepción para la familia.
Como cuando llegas a cierta edad.
Hay padres que luego hasta dicen que no se pueden morir en paz hasta que no dejen a sus hijos bien “instalados”.
Que dicho sea de paso eso es tenerles poca fe, porque pareciera que no se pueden cuidar solos o ser felices por su cuenta. Como si estuvieran necesitando que llegara alguien para entregarle la estafeta.
Como cuando por orden de nacimiento “ya te toca”.
Cuando incluso la presión viene de tener pareja para luego dar nietos a los padres…
Como si esa fuera la única vía para tener hijos si de verdad eso es lo que se quiere.

Entonces no debería importar lo que digan de nosotros.
Somos seres sociales y siempre va a importar.
La cuestión es que tanto te importa y a que te mueve ese sentir.   Puede haber problemas cuando esta vergüenza te orilla a:
Hacer algo que no quieres por complacer o callar la boca a otros.
Aislarte o esconderte para que no te digan nada.
Llevar “amigos” o “amigas” para que te vean con alguien y les hagas creer que, al menos, ya hay algún prospecto.

El verdadero problema
Hay algunos estudios que afirman que estar casados o en pareja nos hace más felices. Pero hay otros tantos que dicen que se puede ser muy feliz con la soltería… pero eso tampoco es el problema.
El problema TAMPOCO es lo que piensen los demás, es lo que tú piensas de ti acerca de lo que te dice tu mente del lugar donde estás comparado con el lugar en donde se supone que deberías estar.
Entonces el problema es que hagas de tu condición de soltería o de estar sin pareja un problema.
Por ejemplo, cuando estás sin pareja a veces te sientes triste o en soledad y desearías, sobre todo en ciertos momentos, tener a alguien a tu lado.
Eso es tan normal como cuando los que tienen pareja a veces quisieran tener un rato de privacidad.
Lo malo es que pienses que esos sentimientos normales de soledad o tristeza son signos de que algo anda mal contigo, que no deberías sentirte así y que los demás tienen razón, que necesitas a una pareja para ser feliz.

¿La respuesta es que no importe estar sólos y ya?
Pues si importa, importa.
La cuestión es saber que un deseo o carencia transitoria no significa que debas cambiar necesariamente el rumbo de tu vida o que seas alguien defectuoso.
Es ser amable con esos sentimientos de soledad o nostalgia y preguntarte qué es lo que realmente te está haciendo sentir así, especialmente cuando hay vergüenza en reconocerlo para ti o ante otros.
Esto en vez de salir corriendo a encontrarse con la primera persona que veas con tal de no estar en soledad.
Puede ser un sentimiento de rechazo previo que viene de vivencias de la niñez o un sentimiento de inadecuación, como cuando desde la infancia nos decían que “éramos raros”.
No pocos quieren tener pareja sólo por quitarse una etiqueta ante los demás.

¿Qué pasa si cedes a las presiones de los demás o de tu mente?
Bajas tus estándares.
Entras en una relación por desesperación.
Si entras y no resulta ser buena, ya no te puedes salir de ahí por temor a que te digan que “ahora que hiciste para que la otra persona se fuera”.
Acabas por tener pareja, pero no sabemos si eso necesariamente va a hacerte feliz en realidad o volverás a sentirte en soledad, pero ahora estando con alguien.

¿Pero si sí quiero tener pareja, pero no he podido?
Eso es otra historia. Entonces quizá, además de vergüenza. ahora sientes frustración o desesperación.
Aún en este caso, un problema es algo a resolver, no algo con lo que tengas que aprender a vivir si no quieres.  A lo mejor si quieres y no has podido puede deberse a:
Tus estándares.
Demasiado bajos que te hacen entrar en relaciones de baja calidad que no duran.  O demasiado altos, que no encuentran quien encaje en un perfil quizá fantasioso o poco alcanzable en tu circunstancia.
Tus defensas psicológicas.
Como cuando, en lo inconsciente, tienes miedo a vincularte.
Cuando el miedo y el deseo compiten, generalmente acaba ganando el miedo, que es una emoción de supervivencia.
No has podido soltar una relación del pasado.
Eres alguien emocionalmente inestable.
Como cuando eres alguien muy controlador, ansioso, impulsivo, demandante, extremadamente sensible o hasta altamente complaciente.
Esto hace que no muchos se queden en tu vida.

¿Entonces que hacer?
Reconoce y acepta la realidad.
Por ahora no tengo pareja.
Ubica tu deseo o necesidad.
¿Quiero tener pareja en este momento de mi vida a cualquier precio?
Identifica tus razones.
Una buena señal es que tengas una vida razonablemente satisfactoria, significativa para ti, libre de culpas, emociones descontroladas o de vergüenza, y luego busques empezar una relación.
La salud mental se trabaja de adentro hacia afuera.
Una señal no tan buena es que entres a una relación sólo para sentirte mejor.
Entrar a una relación no debería ser el reemplazo de una terapia, la mordaza para las opiniones de los demás o un relleno para tapar tus huecos emocionales.
Actúa en consecuencia.
Repara de ti lo que haya que reparar y busca ayuda, si de verdad lo consideras necesario.

marzo 30, 2021