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2024-09-17 07:33:28
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Test: ¿Eres de mecha corta en tu relación?

¿Cuántos de ustedes tienen la mecha corta en la relación de pareja? Aquí van a descubrir cómo bajarle o subirle a la mecha.

septiembre 10, 2024

El enojo es algo que todos sentimos, pero cuando se nos va de las manos, puede afectar nuestras relaciones y nuestro bienestar, pero ¿qué pasa cuando somos de mecha corta y explotamos por todo?.

Si les suena eso de «soy de mecha corta», viene Mario Guerra a explicarnos por qué pasa y cómo podemos ponerle un alto.

Test: ¿Eres de mecha corta?

Responde a las siguientes preguntas con honestidad, eligiendo la opción que mejor describa tu comportamiento habitual:

Cuando alguien te lleva la contraria:

A. Escuchas su punto de vista con calma

B. Te sientes irritado pero intentas no demostrarlo

C. Alzas la voz y defiendes tu posición con todo

Si algo no sale como lo planeaste:

A. Buscas alternativas y te adaptas

B. Te frustras pero intentas mantener la compostura

C. Te enojas y culpas a otros o a las circunstancias

En el tráfico pesado:

A. Mantienes la calma y esperas pacientemente

B. Te sientes ansioso pero no reaccionas por fuera

C. Tocas el claxon y haces señas de enojo a otros conductores

Cuando alguien la riega y te afecta:

A. Lo tomas con filosofía, todos nos equivocamos

B. Te molestas pero intentas ser comprensivo

C. Reaccionas con enojo y lo haces notar de inmediato

Si tienes que esperar más de lo previsto en una fila:

A. Aprovechas el tiempo para hacer algo productivo o divertido.

B. Te desesperas pero esperas sin quejarte

C. Te quejas en voz alta y consideras irte

Cuando recibes una crítica:

A. La analizas objetivamente para mejorar

B. Te sientes herido pero tratas de no demostrarlo

C. Te defiendes agresivamente o contraatacas

Si alguien interrumpe tu concentración:

A. Pausas tu actividad y atiendes la interrupción amablemente

B. Te sientes molesto pero respondes con educación

C. Reaccionas bruscamente, mostrando tu irritación

Cuando las cosas no funcionan como deberían (ej. la tecnología):

A. Buscas soluciones alternativas con calma

B. Te frustras pero intentas resolver el problema

C. Maldices y consideras desquitarte con el aparato

Si alguien no cumple con lo prometido:

A. Hablas con la persona para entender qué pasó

B. Te decepcionas pero evitas confrontaciones

C. Expresas tu enojo directamente y exiges explicaciones

Cuando te sientes sobrepasado por las responsabilidades:

A. Organizas tus tareas y pides ayuda si es necesario

B. Te estresas pero intentas manejarlo internamente

C. Explotas y descargas tu frustración con quienes te rodean

Puntuación:

  • Por cada respuesta a): 0 puntos
  • Por cada respuesta b): 1 punto
  • Por cada respuesta c): 2 puntos

Suma los puntos de todas tus respuestas para obtener tu puntuación total.

Resultados:

  • 0-7 puntos: Mecha larga. Parece que manejas bien tus emociones.
  • 8-14 puntos: Mecha media. Tienes control, pero hay espacio para mejorar.
  • 15-20 puntos: Mecha corta. Eres como un campo minado. Un paso en falso y todo revienta dentro de ti.

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Echando un vistazo bajo el cofre

Ahora que nos hemos hecho una idea de cómo está la cosa, vamos a hurgar un poco en por qué a veces brincamos como chapulín. ¿Te has puesto a pensar…?

  • ¿Qué pasa por tu cabeza justo antes de explotar?
  • ¿Recuerdas alguna situación en la que lograste mantener la calma cuando normalmente habrías explotado? ¿Qué fue diferente?
  • Si pudieras regresar el tiempo, ¿cómo manejarías de forma diferente la última vez que perdiste los estribos?
  • ¿Qué crees que pasaría si, la próxima vez que sientas que vas a estallar, te tomas un momento para respirar?

Estas preguntas no son para que me las contestes a mí, sino para que le des vueltas al asunto. A veces, simplemente pensar en estas cosas nos ayuda a ver las cosas de otra manera.

Por cierto ¿De dónde viene todo este fuego?

Vamos a ver de dónde sale toda esta leña que alimenta nuestro fuego interior:

  1. El pasado tiene lo suyo: A veces, cosas que vivimos de chicos o jóvenes, o en la familia, nos dejan como programados para reaccionar con todo.
  2. Ideas que no ayudan: Si andas por ahí pensando que «tengo que tener todo bajo control» o que «la ira me hace más fuerte», pues eso no ayuda.
  3. No sabemos qué hacer con lo que sentimos: Si nunca nos han enseñado a lidiar con emociones complicadas, es normal que acabemos explotando.
  4. Estamos saturados: Cuando llevamos mucho tiempo estresados, cualquier cosita nos puede hacer brincar.

¿Y esto cómo me afecta en el día a día?

Pues mira, tener la mecha corta puede dejarnos:

Con relaciones muy deterioradas. Tu pareja deja de compartir sus preocupaciones contigo por miedo a tu reacción.

Con problemas en el trabajo. Después de varias advertencias por tus reacciones explosivas, te encuentras en riesgo de perder tu empleo.

Con dolores de cabeza y la presión por las nubes. Después de discutir acaloradamente, notas que te duele la cabeza y sientes el corazón acelerado.

Sintiéndonos muy culpables con nosotros mismos. Te arrepientes de haber gritado a tu hijo por un error menor y te sientes como un mal padre.

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Vamos a alargar esa mecha

¿Qué tal si exploramos algunas técnicas para evitar reacciones exageradas?

  1. Practica la atención plena: La meditación y los ejercicios de respiración pueden parecer poco convencionales, pero son sorprendentemente efectivos para manejar el estrés y las emociones intensas.
  2. Replantea tus pensamientos: Cuando sientas que estás a punto de perder el control, haz una pausa y pregúntate: «¿Esta situación realmente justifica una reacción tan intensa?».
  3. Toma distancia: Si percibes que tus emociones están escalando, date un momento para alejarte de la situación. Un breve paseo o contar hasta diez pueden hacer maravillas.
  4. Comunícate asertivamente: Aprende a expresar tus inquietudes y molestias de manera clara y respetuosa, sin recurrir a la agresividad activa o pasiva.
  5. Mantén un diario de emociones: Registra las situaciones que te alteran. Con el tiempo, podrás identificar patrones y anticiparte a ellos de manera más efectiva.

Para cerrar

Manejar nuestras emociones no se trata de reprimir nuestros sentimientos, sino de aprender a convivir armoniosamente con ellos. Es similar a aprender a montar en bicicleta: al principio puede ser desafiante y quizás experimentemos algunos tropiezos, pero con práctica y perseverancia, llegamos a un punto donde fluimos con naturalidad.

Recuerda, cada ocasión en la que logras mantener la calma en una situación que antes te habría alterado, representa un avance significativo. Continúa esforzándote; cada pequeño progreso te acerca más a una vida emocional más equilibrada y satisfactoria.

Especialista: Mario Guerra. Tanatólogo, conferencista y Business Coach.

TW: @marioguerra / Web: marioguerra.mx / FB: Mario Guerra

septiembre 10, 2024