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2024-11-19 23:32:55

¿Tu miedo a la intimidad emocional, arruina tus relaciones?

Cuando la ansiedad, la baja autoestima o las heridas del pasado están sin resolver, la cercanía emocional se percibe como una amenaza y se empieza a abandonar lentamente una relación que acabará muriendo.

diciembre 14, 2021

Mario Guerra
Tanatólogo, conferencista, business coach, psicoterapeuta
TW: @marioguerra

Una vez más sostenemos que tan importante es amar como saber amar y una forma de demostrar el amor e interés que se tiene por una pareja es a través de la cercanía y expresión emocional romántica. Cuando la ansiedad, la baja autoestima o las heridas del pasado están sin resolver, la cercanía emocional se percibe como una amenaza y se empieza a abandonar lentamente una relación que acabará muriendo.

¿Qué es la intimidad emocional?
Es una cercanía y conexión profunda, que se da generalmente con una pareja, en donde se comparten sentimientos, temas personales, temas acerca de la relación y se revelan a la pareja deseos, temores, gustos y disgustos.
Esta intimidad se da a través de la expresión de sentimientos y vulnerabilidades.
Por ejemplo, se expresan palabras de afecto, cariño, cercanía física, sexual y se revelan temas sensibles de la vida personal.

¿Por qué es importante?
Una persona es generalmente más feliz cuando ambas partes pueden conocer, compartir y comprender el mundo interior de su pareja.
De hecho la intimidad emocional ayuda a que cada uno se sienta no sólo escuchado, sino comprendido por su pareja.
Cuando se comparte esto, se crea un espacio de confianza dentro de la relación.
Uno se siente libre para contar porque confía.
El otro se siente importante por la confianza que recibe.
Esto genera una conexión entre ambos.

Entonces si es algo bueno e importante, ¿por qué se le puede llegar a temer?
Porque la cercanía emocional implica colocarse ante el otro con cierta vulnerabilidad, sin las defensas cotidianas y eso hace sentir a una persona en riesgo de ser lastimada por el otro.

¿Pero por qué piensa que lo puede lastimar quien más le ama? ¿De dónde viene este miedo a la intimidad emocional?
Asuntos de la infancia sin resolver.
Si los vínculos tempranos no ofrecieron aceptación, cariño, cuidados y la satisfacción de las necesidades emocionales básicas, se creció con desconfianza hacia quien nos ofrece amor.
Experiencias pasadas.
Si en relaciones previas, especialmente donde hubo cercanía emocional, hubo engaños, maltrato o abandono, entonces podríamos decir que la persona prefiere evitar la cercanía como medio de defensa.
En vez de desarrollar la habilidad de poner límites, que muy probablemente eso fue lo que hizo que le lastimaran en primera instancia.
Ansiedad.
Una persona ansiosa se siente en riesgo de ser abandonada en cualquier momento, entonces no puede sentir ni dar amor, sino que pone su pensamientos y sentimientos al servicio de la ansiedad.
Se puede volver paranoica, persecutora, demandante, controladora, agresiva, etc.
Baja autoestima.
Aunque tenga el deseo, como cualquiera, de amar y ser amada, una persona con baja autoestima tiene la creencia de que no merece nada bueno, entonces tenderá a alejarse o sabotear sus relaciones para justificar su alejamiento.

¿Cómo nos damos cuenta que tenemos miedo a esta intimidad emocional?
Reteniendo el afecto.
Evitas expresiones de cariño y cercanía para mantener el control. Esto es especialmente cierto cuando hay ansiedad y desconfianza.
Reaccionar de manera indiferente o adversa al afecto o al reconocimiento positivo.
No son recíprocas las demostraciones de afecto e intentos de cercanía que tu pareja tiene contigo.
Volverse paranoico o sospechar de una pareja.
En este caso se suele culpar a la pareja del fracaso de la relación, cuando realmente es la ansiedad la que te hace ver cosas que no hay.
Perder el interés por la sexualidad.
Esto se puede interpretar como rechazo por parte de tu pareja.
Ser demasiado crítico con una pareja.
Otra forma de autosabotaje. Si mantienes activas las críticas y mal trato, la pareja no sentirá confianza para expresarte su amor (y por ende tú tampoco tendrías que hacerlo).
Distancia física.
De forma abierta o encubierta evitas momentos a solas con tu pareja donde pueda darse un acercamiento.
Buscas estar cerca de otras personas, te da sueño temprano, de pronto te interesa mucho un programa de la TV, etc.
Temor a lo que el otro pueda hacer si nos abrimos emocionalmente.
Lastimar.
Descalificar.
Ignorar.
Tu pareja se queja constantemente de que no eres alguien que exprese, que no te abres y que no siente que le quieras de verdad.

Si yo amo a mi pareja y quiero ayudarla acercándome yo, ¿funciona?
En teoría debería ser así, pero no pocas veces quien teme a la intimidad emocional es porque se siente vulnerable y, en muchas ocasiones, ese sentimiento viene de no sentirse digno de ser amado por las creencias que se tienen sobre uno mismo.
Este proceso funciona más o menos así:
Te acercas a tu pareja de manera empática, amable, comprensiva y hasta cariñosa. Le ofreces palabras de aliento y reafirmación de tu amor.
La persona que recibe este afecto:
Si tiene ansiedad la cercanía emocional le inquieta y teme que si se abre resulte lastimada.
Si tiene baja autoestima, no sentirá que lo que recibe es auténtico (puede pensar que es por lástima) o pensará que no es digna de recibir nada de bueno y se alejará.
Si ha tenido malas experiencias en el pasado, donde primero hubo amor y luego abandono o maltrato, pensará que el ciclo se está repitiendo y se alejará.

¿Qué efecto tiene en nuestras vidas?
Si falta intimidad emocional, uno o ambos, pueden sentir falta de confianza, seguridad, amor, apoyo, conexión general y, adicionalmente, también es probable que se vea afectada la intimidad física en una relación romántica.
Tu pareja puede no sentirse amada, deseada.
No puede descifrar el por qué de tu actitud, resistencia o alejamiento y entonces empezará a tratar de explicárselo de otra manera:
“Ya no me ama, tiene un amante, ya no le gusto, la relación le aburre”, etc.
No es sostenible tener una relación romántica saludable a largo plazo sin intimidad emocional.

¿Qué podemos hacer?
Identifica qué te pasa.
¿De verdad ya no quieres a tu pareja o estar en esa relación o te gustaría poder expresarle tu amor pero no sabes qué te pasa o qué te lo impide?
Si ya no quieres estar, es hora de tener una conversación con tu pareja, pero si lo que te pasa es como una especie de bloqueo o estancamiento, es hora de buscar ayuda.
Acércate poco a poco.
Cuando hay vulnerabilidad emocional muchas cosas asustan, pero suele haber algo que no tanto.
Quizá en tu caso sea algún acercamiento físico o incluso contarle algo que normalmente no le cuentas porque crees que no le va a interesar. Es como un proceso de ensayo-error. No se trata de que te provoques miedo, pero sí vas a experimentar al inicio cierta incomodidad en lo que tu cabeza aprende a distinguir lo que asusta de lo que es peligroso.
Ofrece a tu pareja palabras cariñosas, de gratitud o cumplidos.
Además de que empiezas a dar esperanza a tu pareja, puedes empezar a crear el hábito de mirar los aspectos positivos de tu relación y agradecerlos abiertamente.
Por ejemplo, puede decirle que le amas, agradecerle porque te ayudó con algo o decirle lo atractiva que se ve con lo que se ha puesto.
Trata de romper la rutina.
Pero hazlo incluyendo a tu pareja. Salgan a dar una caminata, a tomar un helado o escuchen música juntos.
Pero mientras hacen cualquiera de estas cosas conversen, compartan opiniones y hasta planes y deseos para la siguiente vez.
Si sientes que no puedes, es hora de atender tu salud emocional.
Particularmente si identificas que esto proviene de no sentirte suficiente, de alguna experiencia emocional dolorosa temprana o de la ansiedad que te da fallar o fracasar en el amor, quizá otra vez.

“Cuando el amor asusta, el miedo parece ser un buen refugio”

diciembre 14, 2021