Mario Guerra, nuestro rockstar del amor, va a explicar las razones por las que tu pareja tiene mamitis y cómo le pueden hacer para que eso vaya desapareciendo poco a poco y sin andar batallando en el proceso.
La «mamitis» es un término coloquial que se usa para describir cuando una persona, generalmente un adulto, tiene una dependencia emocional excesiva hacia su madre. Esta situación va más allá del amor y el respeto habituales que se tiene por la madre.
Digamos que es una forma de dependencia donde la persona siente la necesidad constante de apoyo, validación y presencia de la madre en su vida diaria y puede hacer de esta su prioridad.
Cinco conductas clásicas de «Mamitis»:
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Roles de género y cultura: Históricamente, se ha esperado que los hombres sean independientes y fuertes, lo cual puede hacer que busquen en sus madres un refugio emocional que no encuentran fácilmente en otros lugares.
Percepción de vulnerabilidad de la madre: Otro factor importante es la percepción de que la madre es vulnerable y necesita protección. En estos casos, el hijo puede sentirse responsable del bienestar de su madre, lo que puede dificultar la capacidad de establecer una distancia emocional saludable.
Lealtades familiares y culpa: Las lealtades invisibles y la culpa juegan un papel importante en la dependencia materna en los hombres. Los hombres pueden sentir una fuerte obligación de cuidar y proteger a sus madres, y al buscar independencia pueden experimentar culpa por sentirse que abandonan o lastiman emocionalmente a sus madres.
Sobreprotección materna: Algunas madres pueden ser excesivamente protectoras con sus hijos, resolviendo todos sus problemas y tomando decisiones por ellos. Esta sobreprotección puede impedir que los hijos desarrollen la confianza y las habilidades necesarias para ser independientes.
Ausencia o debilidad de la figura paterna: La ausencia o la falta de involucramiento de la figura paterna puede llevar a los hijos a volcarse emocionalmente hacia la madre en busca de apoyo y validación. Esto puede fortalecer el vínculo de dependencia.
Aunque la «mamitis» puede presentarse en mujeres, cultural y socialmente se asocia más con los hombres.
La influencia de una madre en la vida de su hijo puede ser significativa, y cuando esta influencia es excesiva, puede generar tensiones y conflictos en la relación de pareja.
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Comunicación Abierta y Honesta: Habla con tu pareja sobre cómo te sientes respecto a su dependencia hacia su madre. Expresa tus preocupaciones sin acusaciones, usando frases como «Me siento…» en lugar de «Tú siempre…». Imagina que le dices a tu pareja: «Me siento desplazado/a cuando consultas todo con tu madre antes que conmigo. Me gustaría que tomemos decisiones juntos.»
Establecer Límites Saludables: Es importante que tu pareja establezca límites claros con su madre. Esto no significa cortar la relación, sino definir cuándo y cómo es apropiado involucrarla en sus vidas. Estos límites pueden ayudar a tu pareja a desarrollar una mayor autonomía. Podrías sugerir: «¿Podríamos intentar resolver nuestros problemas primero entre nosotros antes de buscar la opinión de tu madre?»
Fomentar la Independencia: Anima a tu pareja a tomar decisiones por sí misma y a manejar situaciones sin depender tanto de su madre. Esto puede incluir pequeñas decisiones diarias que pueden construir su confianza y autonomía. Podrías decir: «Confío en que puedes manejar esto por tu cuenta, y estoy aquí para apoyarte si lo necesitas.»
Ser paciente y comprensivo: Cambiar patrones de comportamiento arraigados lleva tiempo. Es importante ser paciente y comprensivo con tu pareja mientras trabaja en su independencia. Celebrar pequeños logros puede motivar a continuar en el proceso. Podrías decir: «Estoy orgulloso/a de ti por cómo manejaste esa situación por tu cuenta. Sé que no es fácil, pero estás haciendo un gran trabajo».
Reflexionar sobre las causas: Entender las razones detrás de tu dependencia puede ayudarte a abordar el problema de manera más efectiva. Reflexiona sobre tu relación con tu madre y sobre cualquier miedo o inseguridad que puedas tener. Pregúntate: «¿Por qué siento la necesidad de consultar todo con mi madre? ¿Qué miedos o inseguridades están detrás de esta necesidad?»
Establecer límites saludables: Comienza a establecer límites claros con tu madre. Esto no significa distanciarse emocionalmente, sino aprender a tomar decisiones por tu cuenta y reducir la frecuencia con la que buscas su aprobación o consejo. Podrías decirle a tu madre: «Aprecio mucho tu consejo, pero me gustaría intentar manejar esta situación por mi cuenta.»
Desarrollar habilidades de autonomía: Trabaja en fortalecer tu independencia emocional y tus habilidades para la toma de decisiones. Empieza con decisiones pequeñas y cotidianas y gradualmente avanza hacia decisiones más importantes. Práctica tomando decisiones diarias sin consultar a tu madre, como qué ropa ponerte o qué comer, y gradualmente avanza hacia decisiones más significativas.
Especialista: Mario Guerra. Tanatólogo, conferencista y Business Coach.
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