¿Cómo no lastimarte en la vacación? Viene mi querida Mercedes D’Acosta a explicarnos todo sobre la espalda, pero el codo, pero el brazo … TO-DO.
Que si las maletas pesan cañón, que si la almohada del hotel no es la de uno, que si cabeceas en el avión o el camión y te da el torzón… si salir de viaje los deja con más dolores que relax, les traemos todos los tips para no lastimarnos y arruinar la vacación.
¿Cómo no lastimarte en la vacación?
Ahí les van unos datos infernales sobre lo que pesa viajar:
- Un viajero camina entre 11 y 16 kilómetros diarios en Disneyland.
- Un viajero camina entre 8 y 15 kilómetros diarios si va a un tour por Europa.
- El peso máximo de una maleta documentada debe ser entre 18 y 20 kilos.
- El peso máximo de una carry on es entre 9 y 10 kilos.
- En los hoteles más lujosos del mundo hay menú de almohadas donde se pueden escoger entre, al menos 12 opciones.
- En The Montcalm, Londres, ofrecen una almohada anti-aging, con cubierta de algodón y vitamina E.
- En el Conrad Centennial, Singapur, tienen un menú de 75 diferentes tipos de almohadas.
- En The Benjamin, en Nueva York, hay una almohada que trae microbocinas integradas con sonido ambiental para relajarse. Este hotel hasta tiene un experto en sueño que asesora para elegir almohada.
- Si los dolores de cuello o espalda no se atienden, estos se pueden acentuar con un viaje.
Estas son algunas “mañas” para cuidar el cuello y la espalda mientras se viaja:
- Cuidado con el peso de la maleta. Al poner demasiado peso es muy fácil generar una palanca en la espalda baja, un dolor de espalda baja y una hernia de disco. Hay que pedir ayuda para cargarlas o separar el peso en varias maletas para no cargar todo al mismo tiempo. En caso de ser prudente o necesario, pedir ayuda para subir la maleta a la cajuela, compartimento. Evitar cualquier palanca.
- Llevar una maleta con 4 rueditas. Es mejor sólo hacer el esfuerzo para mover la maleta que cargar todo el peso. Lo más importante es nunca jalarla: empujarla y siempre que vaya delante, nunca al lado y menos atrás. Al jalarla o llevarla al lado, se nota cómo se tensa y duele la espalda baja.
- Cuidar los zapatos que se llevan al viaje. El verano es una época engañosa porque hace calor generalmente y la elección son los zapatos abiertos. Si hay mucho por caminar, se debe usar un buen zapato para caminar, elegir los zapatos por imagen y no por función puede ser la peor tortura durante y después del viaje.
- Tener cuidado en quedarse dormido y que la cabeza se vaya para adelante. Hay muchos tipos de cuelleras y todas intentan que uno duerma sin colgar la cabeza y no empezar o terminar el viaje con dolor de cuello. Si la cuellera es en forma de herradura, hay que girarla y acomodarla de lado o enfrente para que sostenga la cabeza hacia el lado que se está inclinando.
- Cuidado con las bolsas que van cruzadas entre el hombro y cuello. No importa si son pequeñas o no tan pesadas, el llevar una carga constante, va a hacer que los músculos de ese lado se tensen, en muchos casos haya un desajuste, inflamación, contractura muscular y dolor.
- Si el hotel tiene almohadas malas. Muy dura, muy alta, muy raras… hay que quitarlas. Esto es un clásico de viajes. La solución es tomar una toalla y hacer un rollo no muy grande y no apretado. Colocarlo en el cuello para que le dé soporte y ajustar la altura (si es necesario).
- Si el colchón está horrible. La posición que debería lastimar menos sería acostarse de lado, más que boca arriba y poner una almohada entre las piernas para distribuir el peso y que se sienta menos torturante ese colchón.
- Para los que sufren de dolores de espalda baja, ¡tener mucho cuidado con los camastros! Los camastros deben usarse únicamente para acostarse, no para sentarse con las piernas arriba y menos estiradas. Es como sentarse en la cama: quita la curvatura de la espalda baja o lordosis generando irritación y va a empezar a doler o a aumentar el dolor.
- Prudencia con las actividades deportivas. Si no se ha hecho deporte en varios meses y en vacaciones es el momento de jugar fútbol o volleyball de playa, caballazos o lo que sea, los músculos no están preparados. Hay que hacerlo de forma progresiva y poniendo atención al cuerpo para no lastimarse o empeorar la lesión por la emoción de las vacaciones.
- Observar en dónde sentarse. Suena a consejo de flojera pero hay que elegir en qué silla o lugar se puede recargar la espalda y tomar tiempos para cambiar la postura. No quedarse demasiado tiempo en la misma posición, aunque sea acostado porque al cuerpo no le gusta una posición sostenida por demasiado tiempo.
Fuente: Mercedes D’Acosta. Representante de Latinoamérica en la Federación Internacional de Quiropráctica Deportiva. Expresidente de la Federación Mexicana de Quiropráctica Deportiva. Internacional Certified Sports Chiropractor.
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