Test: ¿Qué tan maduro eres?

¿Qué tan maduro eres? Con este test de Rebeca Muñoz, mind coach, podrás descubrirlo y trabajar en ello.

¿Qué quiere decir madurez?

De acuerdo con la RAE significa: sensatez, prudencia, sabiduría. No quiere decir edad, la edad no está directamente relacionado a la madurez, no es acumulación de información.

La madurez de una persona tiene más que ver con la sensatez de usar ese conocimiento de la mejor manera posible, en el momento correcto.

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¿Qué sí es madurez?

Es el proceso en el que avanzamos afectados directamente por nuestro entorno más cercano. Nos hace interpretar y manejar la vida en la forma en la que lo hacemos.

Tener la capacidad de superar, sobre todo, las perturbaciones emocionales como la angustia, las cuales se hacen más evidentes en la adolescencia, cuando los comportamientos infantiles desaparecen.

Señales para detectar a una personalidad inmadura:

Inestabilidad emocional. Son personas que cambian de humor frecuentemente.

Dificultad para adaptarse a los cambios.
Un adulto refleja esta conducta esperando que alguien más tome una decisión por ellos, su pareja, jefe, mamá o papá, piden demasiadas referencias para actuar, evitando su propia toma de decisiones.

Desconocimiento de uno mismo y personalidad poco definida.

Poca capacidad de auto observarse.
No entiende cuando se equivoca para corregir sus errores y madurar en consecuencia.
Son influenciables.
Le cuesta trabajo tomar una opinión firme y propia sobre alguien o algo.

Comportamientos caprichosos e irresponsables.

Piensan solo en la recompensa
Van por lo que quieren sin tener la consideración de cómo va a afectar a las personas y el entorno que la rodean.

Suelen culpar, mentir e insultar.

No asumen responsabilidades ni consecuencias
Mienten para zafarse de los problemas.
Hacen menos a las personas.
Ven su ira como algo normal, se autojustifican y/o culpan a los demás de su propia reacción.

Impaciencia e impulsividad.

Pobre control de los impulsos ante el enojo o dolor, hablan sin medir consecuencias siendo impetuosos, interrumpen de manera impulsiva.
No reflexionan su forma de reaccionar.
No saben calmarse.

Análisis fantasiosos no apegados a la realidad.

Imaginan una realidad que cumpla con las expectativas que él tiene, buscando que los demás la entiendan le ayuden a cumplirla o le ayuden a alcanzarlo.

Dificultad para aceptar las propias fallas y limitaciones.

Se vuelve intolerante ante los demás.

Narcisismo y egocentrismo.

Excesiva necesidad de atención
Falta de empatía hacia los demás.
Todo gira en torno a ellos, nadie más cuenta o tiene más valor que ellos mismos y sus requerimientos.
Poca capacidad de aceptación a la frustración.

Relaciones personales superficiales, rígidas y exigentes.

Idealizan a los demás.
Se sienten defraudadas por cualquier nimiedad respondiendo de una manera rígida y exigente al no cumplimiento.
Les cuesta trabajo relacionarse de manera profunda con la otra persona.

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