Se están preguntando «¿Cómo le digo que me quiero casar?», hoy mi querida Tere Díaz les trae paz sobre este tema que tiene a muchos dudando.
Si les ha rondado en la cabeza el «¿cómo le digo que me quiero casar?» y su significant other no tiene ni idea, les urge escuchar hoy a Tere Diaz. Si creen que ya es hora de casarse, Tere viene a decirles cómo poner el tema sobre la mesa con su pareja.
¿QUÉ ONDA CON LA INCERTIDUMBRE AMOROSA?
Vivimos en un mundo donde prevalece la incertidumbre amorosa. Esta se manifiesta desde los primeros encuentros de ligue con alguien donde no sabemos exactamente qué busca la otra persona, si oculta información de importancia respecto a sus intenciones y su situación, y si persistirá en la relación o desaparecerá.
Hasta en las relaciones de larga duración llega a suceder esto, pero ya pasado cierto tiempo donde entramos a un limbo que no nos permite ver de que forma evolucionará la relación. También se da el caso, en que uno mismo desea una relación por la compañía, la diversión, el apoyo que brinda pero no hay claridad a futuro ni de la forma, ni el tiempo, ni el objetivo de la misma.
EL AMOR EN TIEMPOS MODERNOS
A diferencia de las relaciones de hace muchos años atrás, donde las parejas se comprometían al incio, muy rápido o hasta por que estaba dado por hecho, hablaban de futuro no solo entre ellos sino con los papás de la novia, y luego se iban poco a poco conociendo para terminar con el paquete matrimonial que incluía “sexo, hijos y amor”.
Hoy los encuentros afectivos inician con experiencias sexuales, coqueteos frecuentes, viajes conjuntos, y convivencia domiciliaria, “viviendo al día” y definiendo poco a poco qué quieren y a dónde van. Este nuevo modelo que apela a la libertad, genera a muchos, la posibilidad de no sentirse atrapado en una relación “eterna”, y por otro, la inmensa ambigüedad, incertidumbre y desasosiego sobre el cual será el futuro de la relación.
Sigue siendo común que las mujeres del hoy quieran definir su relación y asegurar su futuro afectivo, y en ocasiones, familiar y económico también, a través del matrimonio. Estos factores hacen que el tema de casarse, aunado al reloj biológico que marca el “tic tac” de la maternidad, de cuenta de su necesidad de definir y formalizar la relación de pareja.
Otra lógica que se suma a esto: Si una pareja disfruta de una buena relación que le aporta tranquilidad, disfrute y crecimiento, el vínculo crece, y surge el deseo y las expectativas de engrosar el proyecto juntos y formalizar la relación, pero no siempre esta expectativa surge al mismo tiempo entre las parejas, por lo cual habrá de buscar la forma de poner el tema sobre la mesa para tomar una decisión.
¿CÓMO LE DIGO QUE ME QUIERO CASAR?
Ejemplo de escenario “ideal”: La relación lleva tiempo funcionando bien, se conocen suficientemente para saber con qué personalidad y con qué problemas se van a enfrentar, el tema de formalizar para llegar al matrimonio ha sido parte de las conversaciones con la pareja, peeeeero… Se dan las condiciones materiales, de salud y de acoplamiento para dar el paso, no se ve el matrimonio como la salida a problemas personales o de pareja que no se pueden resolver oportunamente.
Lo que no se debe hacer:
- Descarta las indirectas: Poner revistas de novia por aquí y por allá, hablar de lo increíble de todas las parejas que se están casando, probarte anillos en frente de él… etc.
- No a las amenazas y a los chantajes: “Voy a volver con X que me ha estado buscando”, “Voy a aceptar el trabajo en Hong Kong que me ofrecieron”. Si de verdad piensas estas cosas, más que decirlas, hazlas.
- No hacer estrategia con las mamás y los amigos y las hermanas, para que lo animen a dar el salto.
- No le “metas un gol” y te embaraces para amarrarlo. (Ojo, los hombres también son responsables de la anticoncepción)
- No a los acting outs: Esto significa actuar cosas que no me atrevo a pedir, o a decir, y surgen desde el Podría ser una infidelidad para darte celos, por ejemplo.
LO QUE SÍ DEBES HACER PARA HABLAR SOBRE ESTE TEMA…
Aunque mucha gente piensa que el hombre debería adivinar cuándo es el momento de dar un anillo y que no deberías presionarlo porque te verás urgida y huirá de la relación, es importante considerar lo siguiente:
- Sé directa y clara en preguntar sobre el futuro de la relación.
- Sé libre en decir lo que tu quieres.
- Ten a mano una explicación oportuna y convincente de tus razones para dar el paso al matrimonio.
- Muéstrate adult@, segur@, inteligente y seren@ al mostrar tu deseo. El deseo de un compromiso matrimonial da cuenta de certezas personales, de un conocimiento de la relación y de la seguridad de que el proyecto es bueno y oportuno para ambos.
- Ejercita la comunicación asertiva en dónde escuchas y expresas temores, deseos, creencias erróneas del matrimonio, etc.
- Ábrete a la posibilidad de que requiera un tiempo para decidir, o te diga que no está listo, y que en consecuencia tu te pongas a ti un límite para esperarlo.
- Comunica con positividad – que no significa ni utopía ni fantasía – el futuro que proyectas con él (en 2 años, en 4 en 10). Y expresa en qué les sumaría a ambos la vida conyugal.
- Demuestra con hechos que han sabido afrontar situaciones de crisis así como negociar y ceder en momentos que se ha requerido.
- Si tu pareja siente que el matrimonio es un paso demasiado grande, den un paso intermedio como vivir juntos, o compartir una casa de fin de semana, o iniciar un proyecto que los implique más y puedan poner en juego sus habilidades de acomplamiento.
- Dense su espacio para entender que casarse no es perder la autonomía ni momentos de individualidad. Esto incluye el espacio emocional que significa que no tienen que coincidir en todo ni apreciar todo de la misma forma.
- Generen espacios para compartir en familia. El acoplarse a la familia del otro, sin tener que ser los mejores amigos de cada uno de los integrantes, habla de la comprensión del lugar que ocupa la familia de origen en sus vidas.
- Cuiden su intimidad. El tomar o no tomar una decisión a corto plazo no es razón para descuidar su intimidad afectiva y sexual que a la larga es lo que consolida su vínculo y su deseo de estar juntos.
- Si él se niega o pospone infantilmente el matrimonio, ponte un límite para dejarlo ir.
Fuente: Tere Díaz, psicoterapeuta especialista en desarrollo personal y terapia de pareja. Autora del libro “¿Cómo identificar un patán?” y “¿Por qué nos mentimos si nos amamos?”.
TW: @tedisen // IG: @teredíazsendra / www.terediaz.com
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