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2024-11-20 03:38:11

¿Cómo romper tu techo de cristal interno?

Les vamos a decir cómo dejar de hacerse chiquitas, sentirse menos y dejar de ponerse en posiciones inferiores para pertenecer.

marzo 7, 2022

Tere Díaz
Psicoterapeuta, especialista en desarrollo personal y terapia de pareja. Autora del libro ¿Cómo identificar a un patán? y el más reciente: “¿Por qué nos mentimos si nos amamos?”
TW: @tedisen
terediaz.com 

Cuantos dichos seguimos escuchando del tipo:
“Calladita te ves más bonita”.
“Detrás de un gran hombre hay una gran mujer”.
“La que no enseña no vende”.
“La mujer que mucho mira, poco hila”.

Todas estas frases asumen una diferencia jerárquica de poder donde lo masculino se asume superior, y además, donde en una mujer la belleza y la inteligencia, rara vez se asocian.

Es cierto que seguimos viviendo en una sociedad predominantemente patriarcal, pero poco a poco las mujeres hemos dado pasos encaminados a la equidad de género y el trato justo. No hay modo de negar esta lucha continua. Sin embargo este proceso es complejo y ambivalente pues, si te observas, a veces también tenemos actitudes que nos autosabotean.

Nosotras mismas nos hacemos chiquitas, tendemos a sentirnos menos o nos ponemos en esa POSICIÓN INFERIOR para pertenecer.

¿Cómo rompes tu techo de cristal interno?
Ahí les van algunos hábitos que tenemos arraigados desde hace tiempo y que es necesario cambiar:

Deja de pensar que la ambición es mala. Todas tenemos derecho a aspirar a mejores puestos, mejores relaciones, mejores remuneraciones.

No confundas la modestia con menospreciar el valor de tu trabajo. Se vale pedir que se ponga atención a nuestros logros y éxitos, no tiene nada de malo poner en la mesa el mérito propio.

Deja de esperar a que los demás se den cuenta de tus contribuciones. Nadie es mejor promotora de tu trabajo y de tu valor que tú misma. No dudes en comunicarlo.

No puedes ser experta en todo. Mejora las habilidades que requieres para el desempeño de tus responsabilidades, pero no tienes que ser perfecta en todo.

Está bien aprovechar tus relaciones. Usar tus contactos no significa abusar de la gente. Piensa en intercambios con conocidos y amigos en el que el resultado sea ganar-ganar.

La perfección es una trampa. Evita atascarte en pequeños detalles, aprende a delegar y a tomar decisiones.

No tienes que caerle bien a todos. Vivir bajo las expectativas de los demás y darle prioridad a las necesidades ajenas es una actitud que limita tu crecimiento.

¡Nada de minimizarte! Puedes reconocer a los demás pero no a costo de hacerte menos y agacharte frente a ellos, esa actitud te quita la oportunidad de mostrar que tienes poder y autoridad. Recuerda que no eres menos importante.

Aferrarte al pasado y rumiar no conduce a nada bueno. Mejor sé reflexiva y toma acciones que vayan de acuerdo a tus reflexiones.

Focalízate en lo importante. Las mujeres notamos cosas en un amplio espectro, pero ¿qué pasa cuando se necesita una mirada más focalizada? Junta la información en tu cabeza, ordénala y da prioridad de acción de acuerdo a lo que necesites en ese momento.

No cabe duda que es difícil poner bajo la lupa aquello que nos ha estado frenando sin darnos cuenta, actuamos como en “piloto automático” confundiendo estos hábitos con partes de nuestro carácter. Sin embargo, el proceso de crecer –personal o profesionalmente- implica cuestionarnos y atrevernos a romper con lo que no nos ayuda. Paso a paso ¡atrévete a cambiar y dejar atrás el autosabotaje!

Por eso cuándo algo que te digan o hagan te reste poder, detenlo haciendo estas tres cosas:
Amable pero firme. No se requiere ser agresiva.
No minimices el comentario ni te rías.
Toma el control de la conversación llevándolo al territorio que tú quieras.

marzo 7, 2022