Tere Díaz
Psicoterapeuta, especialista en desarrollo personal y terapia de pareja. Su más reciente
libro ¿Cómo identificar a un patán?
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El placer sexual es el más fuerte de los placeres. La relación erótica a nivel corporal nos proporciona la experiencia más placentera que podemos sentir: el orgasmo. Por eso también crea las ligazones más fuertes: si alguien nos generan placer erótico trataremos de encontrarlo una y otra vez.
Las relaciones sexuales placenteras y los juegos eróticos son más que puro sexo. Incluyen también algo más complejo que lo biológico: incluye veladas sensuales, posiciones excitantes, fantasías inaccesibles, etc. que generan atracción erótico. El erotismo junto con la seducción, la sensualidad, son fenómenos característicos de lo humano.
El instinto se transforma en placer y el placer en erotismo: el erotismo surge del cultivo de la excitación, es la búsqueda intencionada del placer. Con ello se producen endorfinas y nos hacer sentir renovados, saciados y completos. Se genera mucho bienestar.
La Culpa
Se produce cuando lo que hacemos no corresponde a lo que pensamos, y ocurre porque las acciones que realizamos no están a la altura de alguna norma que hemos introyectado. La culpa nos hace sentir malos, crueles e inmerecedores, genera en nosotros remordimientos y nos llena de odio contra nosotros mismos.
Nuestro comportamiento se rige por un código interno que incluye normas conscientes e inconscientes, generalmente se forma años atrás con la influencia de nuestros padres y educadores primarios. Incorporado este código moral individual funciona en automático: cuando alguna norma ha sido transgredida activa una señal para regular nuestra conducta. Esta señal es el sentimiento de culpa.
La culpa se manifiesta de distintas formas:
como sensación física: dolores corporales como dolor de cabeza o en el pecho.
como emoción: sentimientos de dolor, agobio, desasosiego, arrepentimiento, vergüenza y/o angustia.
mentalmente: autorreproches y autoacuasiones, generalmente, compulsivas.
Estas manifestaciones se dan simultáneamente o se suceden unas a otras.
Pero existe una culpa funcional y una disfuncional. La primera nos señala que hemos transgredido algo valioso e importante. Este sentimiento nos ayuda a resolver un problema, a cuidar de uno mismo y de los demás, y reparar los daños causados. La culpa disfuncional sólo añade sufrimiento a nuestra vida y produce no solo malestar sino parálisis también.
¿Cómo distinguir? Si la norma transgredida es actual y viable de cumplir, si la hemos elegido libremente y si está basada en principios éticos, es probablemente sano y oportuno que experimentemos cierta culpa. Pero si la norma nos fue impuesta por otra persona, por la sociedad, por la iglesia, y no la hemos elegido por cuenta propia, no nos hace sentido, ni tiene ningún valor en nuestras circunstancias particulares. Los autopercepción de ser malos, egoístas, perversos y desconsiderados, es efecto de ella.
¿Entonces estamos actuando con base en principios o prejuicios?
Origen de nuestras culpas sexuales
1)Tradición Cultural: bases del pensamiento occidental.
Ensalza el dolor: “El dolor fortalece el espíritu”, “hay que sacrificarse, aguantar”; en la dicotomía dolor placer, el dolor es valorizado y el placer penalizado. El goce, el bienestar sin pagar un precio, produce miedo: miedo incluso al placer de sensaciones corporales, de imágenes, de pensamientos.
Miedo al placer: se asocia con el pecado, lo sucio, lo feo, lo desagradable e inmoral, a la culpa y al castigo. Al final al autocastigo.
Miedo a la libertad: el placer es irreverente “si gozo puedo gozar con cualquiera”. Desorden, transgresión, caos.
escándalos relacionados con el placer sexual.
2) Estructura Social:
Sociedad patriarcal: Hay una jerarquía de poder masculino, no sólo económica, sino social, que constituye la base de un sistema dominación-sumisión.
La mujer es símbolo de seducción, pecado, culpable de las desgracias humanas: Eva pecado y virgen es la figura femenina materna que representa castidad. Dicotomía de mujer buena o mala o madre o puta y la dificultad de integrar amas figuras, la afectiva y la sexuada, la idealizada y la real en una sola mujer
Cultura heteronormativa. Heterosexual, matrimonial, monogámica y reproductora. Todo lo que está fuera es “menos mejor”. Sexo casual, sexo fuera del matrimonio. Solo por placer, sin obligación, homosexual o bisexual. O solo “cachondez”. Permitido en pareja estable…
Liberación femenina desbocada. Hombres miedo de ofender a las mujeres.
Movimiento gay. Que los piensen promiscuos.
3) Evolución. Al servicio de la reproducción. Durante miles de años los hombres y las mujeres adoptaron estrategias sexuales opuestas. El éxito reproductivo de los hombres se basó en el acceso sexual a las mujeres fértiles: mente masculina que está atenta a las oportunidades sexuales. —- Para las mujeres, la calidad del compañero es mucho más importante que la acumulación de parejas sexuales ya que no aumenta su posibilidad reproductiva. Hombres diseminar sus genes y mujeres elegir el mejor compañero.
*LO QUE EN EL HOMBRE SE CONDONA EN LA MUJER SE CONDENA.
4) Individualidad: El influjo decontextos familiares, escolares, laborales, sociales, que ciertamente están permeados por todos los aspectos anteriores con sus particularidades en cada historia personal. ¿Aprendimos o no a experimentar el placer, a confiar o no en los demás, a recibir o a que nos nieguen las cosas? ¿Aprendimos a cómo sentirnos a gusto con nuestro cuerpo, con nuestro sexo y con nuestra sexualidad?
5) Francas experiencias traumáticas. De abuso, de ridiculización.
La culpa sexual no suele ser experimentada conscientemente o por lo menos no se reconoce conscientemente: se experimenta a través de la ansiedad, negación, evitación, el enojo y la vergüenza.
¿Cómo liberarse?
Experimentarla.
Exponerla.
Rastrear de dónde viene.
Crear la propia escala de valores sexuales.
Cambiar la narrativa del sexo individual y cultural.
Tomar acciones que contrapongan las culturas dominantes.
Regla de oro y protección.
¿Pero qué es normal y qué anormal?
Hacer que las tentaciones sean más seductoras. seríamos más saludables y felices si aceptáramos nuestros “vicios”.
La Culpa es válida cuando: El sexo se organiza alrededor del consumo: viendo al otro como objeto de uso y consumo-, pero no podemos consumir el erotismo porque éste es un intercambio entre sujetos, un encuentro entre dos o más personas.
