Tere Díaz
Psicoterapeuta, especialista en desarrollo personal y terapia de pareja. Su más reciente libro ¿Cómo identificar a un patán?
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La maternidad como opción y no como obligación
«Nadie está completo nunca, ni aún con un hijo»
Paula Brecciaroli
Los hijos e hijas como imperativo social
Parece ser, que en pleno siglo XXI, el hecho de ser madre, sigue estando sobrevalorado, siendo una especie de mandato, un sine qua non para una vida plena y un imperativo social para ser mirada con respeto.
Existe una especie de coro pronatalista al que la mayoría de las mujeres que expresan su deseo de no ser madres o postergar su maternidad, se tienen que someter.
Maternidad, ¿instinto o cultura?
“¿Por qué te empeñas en luchar contra la naturaleza?” Somos criaturas de la naturaleza, pero también somos criaturas que desafían la naturaleza.
La postura biologicista sostiene que el sentimiento maternal es parte de la genética femenina, y que predispone a las mujeres para ser madres, y además, “buenas” madres. El tema del natural “amor materno”, se ve reforzado también por los discursos religiosos, culturales e institucionales, que juzgan a las madres que no se apegan a esta “norma”.
Pero hay estudios antropológicos:
Margaret Mead mostró cómo las mujeres del pueblo mundugumor, de Nueva Guinea, consideraban una carga y una desgracia tener hijos.
Elizabetn Badinter muestra que en Europa, desde el XVI al XIX, la práctica de abandono de niños era corriente.
El nuevo interés por los niños en el siglo XVIII, con la Revolución industrial, deposita en las madres la carga de responsabilizarse de la supervivencia y buena salud de los nuevos ciudadanos.
El libro La muerte sin llanto, de la antropóloga Nancy Scheper-Hughes, señala que “El amor materno no es un amor natural
La (no) maternidad como tendencia
En España, Alemania, Italia, Francia, Rusia y Japón: 9 nacimientos por cada 1,000 habitantes.
En América Latina las tasas de más bajas se dan en Cuba, Puerto Rico, Chile, Brasil y Costa Rica.
En Estados Unidos entre las mujeres en edad fértil el 54% tienen hijos v.s el 46% que no los tienen.
En Reino Unido, 1 de cada 5 mujeres decidirán de forma activa no ser madre; 1 de cada 3 tienen título profiesional.
En México, de acuerdo al Consejo Nacional de Población (Conapo), la maternidad en el país se ha postergado más allá de los 30 años.
De ese porcentaje que ha reportado desinterés por la maternidad, un 46.9% pertenece a la clase media y un 27.5 % tiene un alto poder adquisitivo; en cuanto a la escolaridad, más del 50% cuentan con preparatoria, estudios técnicos y licenciatura
En la Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara, la tasa ha disminuido a 1.6 niños por mujer. Por primera vez estamos dando prioridad a otros intereses sobre la maternidad.
Mujeres Child free, NoMo:
Autonomía económica.
El aumento de la esperanza de vida. Muchas mujeres están postergando su paso a la maternidad hasta los casi 40 años.
Mayor nivel promedio de educación.
Estigma y discriminación. Frases hechas que muchas mujeres han escuchado
“Quién te va a cuidar cuando seas mayor”, “se te va a pasar el cuarto de hora”, “te vas a morir sola”, “una mujer no está completa sin un hijo”, “congela tus óvulos, puedes arrepentirte después”, “¿para cuándo los hijos?”, “ten un hijo aunque no tengas pareja”, “no niegues tu naturaleza”, “cuando te enamores de verdad cambiarás de parecer”, “busca una pareja con la que desees tener hijos”, “te arrepentirás”, “los hijos dan la felicidad”, “hasta que no tengas hijos sabrás lo que es amar realmente”, “eres muy joven para tomar decisiones de este tipo”, “lo que pasa es que no sabes lo que quieres”, “eres inmadura e infantil”, así, se les tacha de “incompletas”, “egoístas”, “frías” o “inmaduras”.
El efecto de estos estigmas
Vergüenza y culpa por ser egoístas, no femeninas, e incapaces de criar.
Perjuicio de anormalidad o rareza.
Las que eligen esterilizarse generan mucha indignación y crítica.
Señaladas como frívolas, superficiales o inmaduras porque solo piensan en sus vacaciones, en salir por la noche y progresar en su carrera.
Postura de superioridad y desprecio de quienes son padres
Una gran presión: El reloj biológico
¿Por qué querría no tener hijos?
No me gustan los niños. Por lo que sea: me aburren, son ruidosos desordenados, caóticos.
Requieren mucho tiempo de atención y quiero eludir la dedicación que conlleva la crianza.
Por razones políticas y ecológicas (combatir la sobrepoblación mundial, etc.)
Tengo experiencias infantiles que megeneraron cicatrices psicológicas. No quiero que sufran ni hacerlos sufrir.
No tengo la estabilidad económica.
Por problemas de infertilidad y no quiero someterme a tratamientos.
Motivos profesionales y la imposibilidad de llegar a altos puestos.
La transmisión de una enfermedad hereditaria o una enfermedad que me limita para criarlos.
Preferir realmente cosas materiales y confort.
Porque no quiero, simplemente por libre elección.
Factores a considerar antes de decidir
Factores externos: El contexto en el que nos encontramos. Salarios bajos, inestabilidad laboral, incertidumbre, vivienda cara, emancipaciones tardías, etc.
Factores Internos: Tendencia de cada persona para tomar la decisión.
Relación de pareja.
Estado psíquico.
Ingresos económicos.
Disponibilidad de tiempo.
Compromiso con tu maternidad-
Y muy importante: el deseo “en sí mismo” de querer tener hijos o no.
1,2, 3 para decidir…
Pensarlo.
Ponerlo sobre la mesa como opción.
Cuestionar por qué sí y por qué no.
Rebotarlo con alguien: escuchar y escucharte.
Evita justificarte para ahorrar energía.
Permítete sentir para experimentar paz o desasosiego.
Visualiza escenarios varios: si a pasaría ¿b?
Ante la duda considera opciones intermedias.
Ponte en circulación ofreciendo tus servicios a alguien o a alguna institución.