¿Se han preguntado de dónde vienen los villancicos o cómo es que la música de Navidad se creó? Hoy les vamos a contar todo sobre eso.
Ya saben que andamos en modo navideño, así que vamos a prender con la mejor música de la temporada, y no, no les hablo de villancicos. Viene Gerardo Kleinburg, a enseñarnos otra música inspirada en esta temporada que es de súper tradición en otras partes del mundo.
Música navideña, más allá de los villancicos
Al hablar de música navideña nos enfocamos en los villancicos, Christmas Carols, etc. Pero hay otra música que es de mucha tradición en diciembre en muchísimos lugares del mundo. Músicas que provienen del mundo de la música clásica o que la música clásica ha adoptado.
El Cascanueces
El ballet El cascanueces de Tchaikovsky es probablemente la música clásica más interpretada en torno a la Navidad en el mundo. Es un ballet que justamente ocurre en Nochebuena, y que alude a los niños, sus fantasías, el árbol de Navidad y los regalos navideños.
Es uno de los tres grandes ballets de Tchaikovsky: El lago de los cisnes, La bella durmiente y El cascanueces. Tchaikovsky revolucionó el ballet, porque fue el primer compositor de gran nivel que verdaderamente le entró a este género.
Antes de él eran más bien compositores de segunda los que se especializaban en musicalizar historias para ballets. Incluso se intercambian fragmentos de un ballet a otro. Tchaikovsky se involucra profundamente con el libreto, la estructura, la coreografía, y aporta lo mejor de su música sinfónica para crear ballets de una belleza y calidad excepcional.
Fue encargado por el director de los teatros imperiales, Iván Vsévolozhsky, en 1891 y se estrenó en 1892. La música fue compuesta por Piotr Ilich Tchaikovski entre 1891 y 1892.
Unos cincuenta años más tarde Walt Disney utilizó parte de la música de El cascanueces en su película Fantasía (1940). El ballet ha sido representado en muchos lugares diferentes, y se ha convertido quizá en el más popular de todos los ballets en los países occidentales, principalmente representado en Navidad.
Tchaikovsky amaba bailar en privado vestido de mujer. Tal era su entusiasmo que, poco después de graduarse en el Conservatorio de San Petersburgo en 1866, creó un breve ballet para entretener a sus sobrinas pequeñas titulado: El lago de los cisnes.
Su sobrino, Yury Davydov, recuerda que no sólo compuso la música, sino que «inventó los pasos y las piruetas, y los bailó él mismo, mostrando a los intérpretes lo que exigía de ellos». Tchaikovsky pronto convirtió este entretenimiento privado en un ballet completo: El lago de los cisnes.
El gran éxito de La Bella Durmiente, que supuso la estrecha colaboración entre Vsevolozhsky, Tchaikovski y el legendario coreógrafo Marius Petipa, impulsó inevitablemente a Vsevolozhsky a planear una secuela con el mismo equipo. Se sintió atraído por «El Cascanueces» de Hoffmann, reescrito por Alexandre Dumas padre, que gozaba de gran popularidad en Rusia.
Pero a Tchaikovski, según las poco fiables memorias de su hermano Modest, «no le gustaba mucho el tema». A principios de 1891, Tchaikovski trabajaba a contrarreloj para componer El Cascanueces y la ópera con la que iba a hacer doblete, Yolanta.
En abril, escribió a Vsevolozhsky rogándole un aplazamiento. Los diversos personajes del ballet y la ópera, decía, «me asustan, me horrorizan y me persiguen, despierto y dormido, burlándose de mí con la idea de que no podré con ellos».
El «sonido cascanueces» = Inspirado por un descubrimiento que hizo en París: «un nuevo instrumento orquestal, algo entre un pequeño piano y un glockenspiel con un sonido divinamente maravilloso… Se llama «Celesta Mustel», y le suplicó a su editor que mantuviera la Celesta en secreto.
En un principio, Vsevolozhsky pretendía que los niños interpretaran una serie de danzas nacionales, pero Petipa insistió en que la secuencia se sustituyera por solos y variaciones para los principales bailarines adultos.
¿De qué va el ballet de «El Cascanueces»?
El ballet Cascanueces se desarrolla en la casa de la familia Stahlbaum en Nochebuena. Los niños de Stahlbaum, Fritz y Clara , y sus padres están celebrando una fiesta de Navidad. Drosselmeyer, un juguetero y relojero que también es el padrino de los niños Stahlbaum, llega a la fiesta.
Drosselmeyer les da regalos a Fritz y Clara, y el regalo de Clara es un cascanueces. Mientras juega con él, Fritz rompe el cascanueces. Drosselmeyer lo arregla mágicamente. Después de que los niños se van a la cama, Clara se preocupa por el cascanueces, por lo que regresa al árbol de Navidad y se queda dormida abrazándolo.
Clara se despierta a medianoche. Se encoge hasta tener el mismo tamaño que sus juguetes, que cobran vida. Aparece un ejército de ratones con su líder, el Rey Ratón. El Cascanueces se despierta y dirige un ejército de soldados de juguete a la batalla contra el Rey Ratón y su ejército de ratones. Aunque luchan con valentía, el Cascanueces y los soldaditos de juguete son capturados por los ratones.
Clara quiere ayudar, así que lanza su zapatilla al Rey Ratón y lo golpea en la cabeza. Cuando muere el Rey Ratón, se lo llevan los ratones, que huyen de los soldados. El Cascanueces se convierte en Príncipe y lleva a Clara en un viaje a la Tierra de la Nieve.
Luego, el Príncipe lleva a Clara a la Tierra de los Dulces, donde se encuentran con el Hada de Azúcar. Tienen una celebración que incluye seis bailes: el español, árabe, ruso, chino y Mirilton Dances y luego el Vals de Flores. Finalmente, Clara se despierta de su sueño y descubre que está en su propia casa, sosteniendo su cascanueces debajo del árbol de Navidad.)
Aquí les dejamos la obra completa:
Adeste Fideles
«Adeste fideles» (en español, «Venid fieles», «) es un himno con texto latino usado en la bendición durante la Navidad en Francia, España, Portugal, Alemania e Inglaterra desde fines del siglo XVIII. Aunque hay dudas sobre la autoría, la historiografía anglosajona data su composición hacia 1743 por John Francis Wade.
El texto en sí mismo se ha atribuido a San Buenaventura, pero no se encuentra entre sus obras. Invita a los fieles a acudir a Belén a adorar al Salvador, recién nacido. La noche del 24 de diciembre de 1914, en plena I Guerra Mundial, un soldado alemán empezó a tocar con una armónica la composición Noche de paz, que sus compañeros entonaron.
A esta iniciativa le siguieron los gaiteros escoceses y los soldados británicos, hasta que todos, en conjunto, cantaron «Adeste fideles». Terminó con un encuentro entre los combatientes de los dos bandos saludándose e intercambiando tabaco y bebidas.
Letra:
Venid fieles todos a Belén marchemos
de gozo triunfantes y llenos de amor.
Y al Rey de los Cielos humilde veremos.
Venid y adoremos.
Venid y adoremos
Venid y adoremos a Cristo el Señor.
Noche de paz
«Noche de paz» (en alemán: «Stille Nacht, heilige Nacht») es una célebre canción-villancico austriaco. La letra original fue escrita en alemán en 1816 por el sacerdote austriaco Joseph Mohr. La música fue realizada por el maestro de escuela y organista austriaco Franz Xavier Gruber, y tocada por primera vez en Obendorf Austria.
Debido a su fama mundial, fue declarada patrimonio cultural inmaterial de la humanidad en 2011. Interpretada por primera vez el 24 de diciembre de 1818 en la iglesia de San Nicolás (Nikolauskirche) de Oberndorf, Austria.
La letra había sido compuesta en 1816 por Joseph Mohr en la parroquia de Santa María (Mariapfarr). La víspera de Navidad, se la llevó a Gruber y puso música con un acompañamiento en guitarra para el servicio de la Iglesia.
Sobre la autoría de la obra hay diferentes versiones. Pero casi en definitiva se le atribuye a Franz Xaver Gruber. Esa primera ocasión la canción se escuchó acompañada efectivamente solo por la guitarra e interpretada por Mohr.
Aquí pueden leer la canción…
Silent night, broken night
All is fallen when you take your flight
I found some hate for you
Just for show
You found some love for me
Thinking I’d go
Don’t keep me from crying to sleep
Sleep in heavenly peace
Silent night, moonlit night
Nothing’s changed
Nothing is right
I should be stronger than weeping alone
You should be weaker than sending me home
I can’t stop you fighting to sleep
Sleep in heavenly peace
Panic Angelicus
Panis Angelicus» (Pan Angelical) es un fragmento del Sacris solemniis, himno católico escrito por Santo Tomás de Aquino (1225-1274) para la fiesta del Corpus Christi. Diferentes compositores le han puesto música a este himno religioso, pero la más famosa fue compuesta por César Franck.
Franck nació en 1822 y murió en 1890 fue un compositor y organista francés de origen belga, quien perteneció al período romántico.
Letra:
El pan angelical
es pan de hombres ya,
y el manjar celestial
ya en tierra se da:
¡Cosa de admiración!
que el pobre y siervo acá
coman a Dios sin excepción.
Oh alta deidad,
trino y un solo Dios
nuestra necesidad,
Señor, visitanos:
por tu senda, Jesús,
a todos guianos,
a do estas en la eterna luz.
Amén.
Oratorio «El Mesías» de Georg Friedrich Händel
Todos conocemos su famosísimo Aleluya, pero es un oratorio barroco de los más importantes de la historia. ¿Qué es un oratorio? ¿Quién fue Händel (1685-1759)?
Fue compuesto en 1741, con un texto bíblico recopilado por Charles Jennens de la Biblia del rey Jacobo y de la Biblia Coverdale, la versión de los Salmos incluida en el Libro de Oración Común.
Su estreno fue en Dublín el 13 de abril de 1742 y se representó casi un año después en Londres. Después de una acogida de público inicial modesta, el oratorio ganó popularidad y finalmente se convirtió en una de las obras corales más conocidas e interpretadas con mayor frecuencia en la música occidental.
Händel se había ganado su reputación en Inglaterra, donde vivía desde 1712, gracias a sus composiciones de ópera italiana. Se pasó al oratorio en inglés en la década de 1730 en respuesta a los cambios de gusto del público.
El Mesías fue su sexta obra en este género, Händel superó increíble y heroicamente una embolia cerebral para componerlo.
Fuente: Gerardo Kleinburg. Narrador, divulgador y promotor musical. Durante diez años fue Director Artístico de la Compañía Nacional de Ópera, ganó el Premio de Crítica como mejor crítico internacional en el Festival de Música de Salzburgo, en 1991.
TW: @gkleinburg // FB: Hablemos de ópera // IG: @hablemos_de_opera
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