Julia Borbolla nos va a decir qué son los reglamentos familiares y cómo actualizarlos, porque seguramente en sus casas hay mil reglas no habladas que se cumplen y otras que se cansan de repetir y nadie cumple.
Es importante actualizar el reglamento familiar es esencial para mantener la armonía y el respeto en el hogar, adaptándose a las necesidades y dinámicas cambiantes de cada uno de sus miembros.
¿Qué es un reglamento familiar?
Es un conjunto de normas y acuerdos establecidos por los miembros de una familia con el objetivo de promover una convivencia armoniosa, fomentar el respeto mutuo y facilitar la resolución de conflictos.
Estas reglas proporcionan una estructura clara que ayuda a cada integrante a comprender sus responsabilidades y límites dentro del núcleo familiar.
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¿Cómo actualizar tu reglamento familiar?
Evaluar las Normas Existentes
Antes de introducir cambios, es fundamental revisar las reglas actuales para identificar cuáles siguen siendo útiles y cuáles requieren modificación o eliminación. Este proceso permite reconocer normas obsoletas y adaptar el reglamento a la realidad presente de la familia.
Por ejemplo: Si una regla establece que los niños deben acostarse a las 8:00 p.m., pero ahora son adolescentes con actividades escolares por la tarde, es pertinente ajustar el horario de descanso a las 10:00 p.m. para adecuarse a su rutina actual.
Involucrar a Todos los Miembros de la Familia
La participación de todos los integrantes en la actualización del reglamento es crucial. Al involucrar a cada miembro, se fomenta un sentido de pertenencia y compromiso con las nuevas normas establecidas. Esta inclusión facilita la aceptación y el cumplimiento de las reglas por parte de todos.
Por ejemplo: Organizar una reunión familiar donde cada persona exprese sus opiniones y sugerencias sobre las normas actuales y posibles cambios. Permitir que los hijos propongan ideas sobre el uso de dispositivos electrónicos, estableciendo juntos horarios y límites adecuados.
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Establecer Normas Claras y Específicas
Las reglas deben ser claras, específicas y adaptadas a la edad y capacidad de comprensión de cada miembro de la familia. Es importante que todos entiendan qué se espera de ellos y las consecuencias de no cumplir con las normas establecidas.
Por ejemplo: En lugar de una regla general como «Portarse bien», establecer normas específicas como «No interrumpir cuando alguien más está hablando» o «Guardar los juguetes después de usarlos». Esto proporciona directrices claras y facilita su cumplimiento.
Fomentar la Comunicación Abierta
Una comunicación abierta y sincera es esencial para el éxito de cualquier reglamento familiar. Es importante crear un ambiente donde todos se sientan cómodos expresando sus opiniones y preocupaciones, lo que facilita la resolución de conflictos y el fortalecimiento de los lazos familiares.
Por ejemplo: Establecer momentos semanales para conversar en familia, donde se puedan discutir temas como el cumplimiento de las normas, inquietudes personales o simplemente compartir experiencias del día a día. Este espacio de diálogo abierto promueve la confianza y la cohesión familiar.
Ser Consistente y Justo en la Aplicación de las Normas
La consistencia en la aplicación de las reglas es fundamental para que el reglamento sea efectivo. Todos los miembros deben ser tratados con equidad, y las consecuencias por incumplimiento deben ser proporcionales y justas, evitando favoritismos o excepciones injustificadas.
Por ejemplo: Si se establece que el uso del teléfono móvil está permitido solo después de finalizar las tareas escolares, esta regla debe aplicarse de manera uniforme a todos los hijos, sin hacer excepciones. Además, las consecuencias por no cumplirla deben ser claras, como que no puedan usar el teléfono al otro día.
Revisar y Actualizar Periódicamente el Reglamento
Las dinámicas familiares cambian con el tiempo, por lo que es necesario revisar y actualizar el reglamento de manera periódica. Esta práctica asegura que las normas sigan siendo relevantes y efectivas, adaptándose a las nuevas circunstancias y necesidades de la familia.
Por ejemplo: Programar una revisión semestral del reglamento familiar para evaluar su eficacia y realizar ajustes según sea necesario. Por ejemplo, si un hijo comienza una nueva actividad extracurricular, podría ser necesario modificar las responsabilidades en casa para equilibrar las cargas.
Especialista: Julia Borbolla. Psicóloga con 40 años de experiencia, imparte talleres para padres de familia y corporativos, Fundadora de la Clínica Grupo Julia Borbolla Psicología Integral, especializada en niños, niñas y adolescentes.
T: 5556516988 y 5580152021 / Web: juliaborbollaeducacion.com / TW: @GpJuliaBorbolla / FB: Grupo Julia Borbolla / IG: @grupojuliaborbolla
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