Julia Borbolla, psicóloga
Creadora de los proyectos Antenas y Escudo de la Dignidad (ambos con la patente mundial).
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En 6 de cada 10 casos de abuso sexual a niños el agresor es familiar directo.
1 de cada 4 niñas y 1 de cada 6 niños es abusado sexualmente durante la infancia o adolescencia.
Hay más hombres que mujeres que abusan
Más del 30% de las víctimas nunca revela su experiencia a NADIE
La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) reporta que México ocupa el primer lugar, a nivel mundial, en abuso sexual, violencia física y homicidio en menores de 14 años.
En México, cada 24 horas son denunciados 80 casos de delitos como abuso sexual infantil, pederastia y hostigamiento; sin embargo, muchos nunca lo cuentan.
El 60% de la pornografía infantil que se produce a nivel mundial sale de nuestro país
Alrededor de 4.5 millones de niños mexicanos son víctimas de este tipo de delitos de abuso sexual
¿Qué es un abuso infantil?
Va desde mostrarse desnudo ante un menor con la intención de inquietarlo, o pedirle que te muestre su cuerpo para verlo o fotografiarlo.
También, mostrarle escenas o fotografías obscenas, hacerle caricias lascivas, morbosas, aunque no sea en sus genitales.
Obviamente un abuso sexual puede llegar hasta la penetración, y entonces ya estamos hablando de violación.
El abuso no sólo incluye tocamientos
Las escenas pornográficas en las redes generan abuso sexual en un menor, porque lo alteran y confunden. Muchos inclusive tienden a imitar lo que ven con hermanitos pequeños, primos o amigos.
¿Qué pasa si nuestros hijos no hablan?
Generalmente notaras un cambio en su conducta habitual.
Si ya controlaba esfínteres ahora moja la cama o se muestra defensivo y enojado sin causa aparente.
Puede ser defensivo cuando lo quieras asear o bañar.
Otros chiquitos se vuelven callados y melancólicos cuando generalmente eran alegres y extrovertidos.
Sus dibujos también pueden reflejar abuso sexual si remarcan los genitales o los dibujan.
Otros se estimulan con las manos o frotándose con los muebles.
Es importante señalar que un solo síntoma no es concluyente
Los padres y madres conocemos muy bien a nuestros hijos y debemos confiar en nuestra intuición cuando notamos estos cambios o sorprendemos a los niños nerviosos y evasivos.
¿Qué hacer?
Lo primero y más importante es la prevención.
Por muy pequeño que sea tu hijo o hija deben saber que su gran poder radica en su voz.
No solo para decir “NO” sino también para contarlo a los adultos que los puedan proteger.
Si el abuso ya ocurrió y tu hijo te lo cuenta o por alguna frase lo deduces debes ser muy cuidadoso al preguntarle y no mostrar alarma o enojo porque de tu reacción depende que te siga contando o tema ser regañado o culpado.
Si ya se dio el abuso
Es importante denunciarlo para evitar que siga habiendo tanta impunidad.
Lo primero es levantar una denuncia y el menor tiene que declarar, se le hacen pruebas periciales, etc.
Este delito tiende a ocultarse o bien a no creerle a los niños
Cuando un niño siente que no lo defendieron, guarda más rencor hacia sus supuestos protectores que hacia su abusador.
Un niño o niña abusado ¿Queda marcado para siempre?
NO, siempre hay algo que hacer para sanar psicológicamente a un menor, sobre todo si su pensamiento aún no está erotizado.
Hay que resignificar lo ocurrido para que no se vea a sí mismo como un “objeto dañado” obviamente requiere terapia.
