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Cómo evitar las broncas entre los tuyos, los míos y los nuestros

Como les prometimos, hoy vamos a decirles cómo evitar las broncas con su pareja por culpa de los hijos.

noviembre 1, 2017

Raúl Enríquez Uhthoff
Coach y conferencista internacional creador del Modelo PenSA: Pensamiento Sistémico Aplicado
Es especialista en Terapia Racional Emotiva, Terapia Familiar Sistémica, Coaching, Hipnosis Ericksoniana, Inteligencia de Género, etc.
TW: pensamx
FB: Libertad Emocional Pensa

Orden en la Sala
• Desde el enfoque sistémico, en las familias reconstituidas, -como en las Nucleares- (o de primeras nupcias), la principal fuente de conflictos tiene que ver con dos principios básicos:

El orden de los factores si altera el producto
• En el sistema familiar el “orden de aparición” de los personajes en escena es fundamental. Es decir; Papá y Mamá son “los grandes” y la pareja lleva mano sobre de los niños que siempre “serán los chicos”.

Los hijos igualmente llevan un orden; y cuando hacemos “la mezcla de la casa” y juntamos los tuyos y los míos es bien delicado (para todos); no perder el sentido del orden:
• Los tuyos son tuyos, los míos son míos; y debemos definir con claridad los derechos y los límites en cuanto a quién y cómo nos permitiremos tratarlos. Ya que si no ponemos atención a ello y nos dejamos ir por implementar “soluciones prácticas” que “resuelven” en lo inmediato, esto sin duda generará conflictos más difíciles de resolver.

Qué es la alineación parental y cómo es eso del odio por uno uno de los padres. Escuchen

Por ejemplo:
• “Pongamos a los niños en la misma habitación”…, “tú trátalos igual a todos para que vean que ya somos una familia”… etc.

Entre más se excluye más se manifiesta
• El otro Gran detonador de conflictos, y que se deriva del anterior, es cuando consciente o inconscientemente negamos o excluimos la existencia de algún miembro de cualquiera de las tribus: de las familias políticas, de los hijos, y sobre todo a los “exes”.
• Queramos o no, ellos (los “exes”), siempre serán los papás biológicos de nuestros hijos y ya sea que supimos terminar bien o no, al excluirlos, al descalificarlos y peor al compararlos con la nueva pareja, ponemos a todos en jaque
• Los niños se “rompen” emocionalmente en un duelo de lealtades interno. Y a la pareja a la que le colgamos el milagrito de tener que “ser mejor que el otr@”, pues le exigimos algo absurdo invalidando lo que tiene legítimamente que aportar y poniéndole a nuestros hijos en contra de él o de ella.
• Por lo tanto, antes siquiera “echarle la culpa a los chamacos” por los conflictos y broncas que se traigan, (entre ellos y/o con los papás o padrastros); la pareja ¡Ambos!, tienen que hacer un “tiempo fuera” y reconocer varias cosas que les permitirán disminuir y resolver los conflictos que muchas veces por falta de claridad, por exceso de buenas intenciones y por muy mala planeación, provocamos sin querer.
• Recordemos que para estar en una familia reconstituida es porque “ya traemos historia” sea que ambos, o sólo uno de los involucrados estén aportando hijos a esta nueva relación. Tanto él como ella: “no se cuecen al primer hervor”.

Las relaciones anteriores (y cómo nos fue en ellas), así como la forma en las que las “terminamos”, son elementos muy importantes porque en buena parte de las veces los conflictos en las relaciones de las personas que se aventuran a reconstruir familia con otra pareja; lo que traen en realidad son: “fallas de origen”.
Así que ya sea que estén empezando, se vayan a lanzar o estén en medio de la tormenta después de un tiempo de haber zarpado en esta aventura; aquí algunas “Preguntas Poderosas” que valdría la pena hacerse para evitar, disminuir y/o superar los conflictos que se pueden llegar a presentar.

REVISEMOS
¿Cómo llegaste a esta relación?
• ¿Por no sentirte sol@?: sin pensar que podría ser más complicado que “revolverlos y a ver que pasa”
• Por calentura: sin considerar lo que implica llegar a un espacio y a una red de vínculos que ya tienen su historia y sus códigos… y además: ¡te aventaste a mezclarlos con los tuyos y los de tus hijos!
• ¿Para rescatar y/o para ser rescatado? : te sentiste Súper Man o Súper Woman y no mediste tus fuerzas
• ¿Para salvar a tus hijos?: Buscando más que una pareja para ti un sustituto de papá o mamá para tus hijos
• Si dijiste “sí” a dos o más de las anteriores probablemente el “Príncipe Azul”, “La Bella Princesa” y “Los Angelitos” se han empezado a transformar en algo ya no tan lindo…

Los tuyos, los míos, los nuestros, escuchen la primera parte

SÍNTOMAS:
En lo cotidiano puede estar pasando algo de esto:
• ¿Supones que tu actual pareja “tiene que ser mejor” y te la pasas comparándola con la anterior?
• ¿Pretendes inconscientemente que se te “resarza el daño” del fracaso anterior y una vez pasada la “luna de miel”, te pones de malas por todo.
• ¿Temes regarla de nuevo? y te vas al extremo de “sobre compensar” por que como con el/la anterior “la regaste” te apanica volver a fallar y te pones a “dar demás” y “hasta lo que no te piden”, a él/ella y/o a sus hijos?
• En realidad no terminas de “darle su lugar” a tu actual pareja sea porque no “cerraste” con la anterior y/o eres un hijo de mami o hija de papi y esperas que tus parejas “llenen ese vacío o añoranza”. (Que por supuesto NADIE podrá llenar).
• Las relaciones entre padrastros/madrastras e hijastros así como la de los hermanastros no “fluyen” o ya están en la franca “Zona de Peligro”
• Las situaciones con uno o ambos de los “exes” ejerce mucha presión: entrometiéndose, exigiendo; etc.
• Las familias de uno o de ambos tampoco colaboran: emiten juicios o peor aún siguen añorando al “ex”.

Estrategias para disminuir conflictos
• Las situaciones complejas serán inevitables, pero cómo podamos manejarlas; con qué actitud y mediante cuáles estrategias, es lo que hará la diferencia.
• Y los dos aspectos que pueden hacer la diferencia entre el éxito y el fracaso; entre vivir una gran experiencia de amor y crecimiento para todos o generarnos un infierno compartido y de triste desenlace, son:
Tener paciencia y saber conversar para clarificar y organizarse ANTES de hacer
Si las estadísticas sostienen que entre un 50 y un 70 % de las familias compuestas fracasan, es porque los involucrados suelen aventarse “como el borras” y no se toman el tiempo para ubicarse en tres conversaciones básicas:
• ¿Cómo estoy yo (cada uno por su lado) para entrarle a esto?
• ¿Qué y cómo le vamos a hacer entre nosotros y con todos los involucrados
• ¿Cuáles van a ser específicamente las estrategias prácticas y formativas con los chavos?: qué resolvemos entre nosotros y cómo se los vamos dosificando.

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Aprender a tener una “mirada ampliada” de las cosas TODO EL TIEMPO
• Esta aventura requiere además de “Mucho Amor” bastante inteligencia y es una gran oportunidad para tener un “curso rápido” de madurez para ambos.
• Y la madurez aquí, la entenderemos como la capacidad de “ver más allá de nuestras narices”: ampliar nuestra mirada sabiendo que esta aventura en realidad es la suma de una serie de procesos de adaptación para todos. Cada quién y todos juntos adaptándose a una serie de situaciones que implican cambios importantes según la edad y/o etapa de cada quién. Y eso es lo que lo hace tan difícil. Por eso es necesario sumar el “factor tiempo”. Si le damos su espacio y su tiempo a cada quién todo se puede ir acomodando como en cualquier familia “normal”.
• Es muy distinto ir un fin de semana o a un viaje con la familia política y adaptarse a sus ritmos y costumbres… Que plantearse “vivir juntos” cuando cada tribu ya “trae historia” y con ella toda una serie de ritos y rituales a los cuales adaptarse.
• Sin hablar de lo que pasa emocionalmente en términos de necesidades, tiempos, espacios, etc.

LOS TRES TIPS BÁSICOS SON:
• Asumir que la diversión está en la acción: El proyecto es de los adultos (de ambos); y entre los dos tienen que conversar, ponerse de acuerdo y ejecutar las acciones dejando de “suponer y de esperar” que las cosas se van a arreglar por sí solas.
• Ver más allá de tus narices: Recordar que todos los involucrados tienen necesidades y que el nombre del juego es: crear “Puntos de Convergencia” en los que la nueva tribu genere sus nuevos rituales sin avasallar los anteriores. Si quieren llegar lejos no corran. Compartan y repartan.
• Comunicar, Comunicar, Comunicar

noviembre 1, 2017