Lucy Romero
Terapeuta familiar y de pareja
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• Los Millennials, la generación que nace entre 1981 y 2000 están llegando ya a la edad en que sus padres, primos o hermanos mayores, ya habían concebido hijos o por lo menos tenían claro cuando planeaban hacerlo.
• La generación inmediata anterior, la generación X movió considerablemente la edad para contraer matrimonio e incluso más la edad para procrear, siendo esa generación de padres maduros (35 a 40 años) los principales impulsores de los tratamientos de fertilidad. Sin embargo, hay varias estadísticas que indican que los hijos y el matrimonio no están en los planes de la generación millennial.
• La juventud actual se caracteriza por personas que no se conforman con los paradigmas o presiones sociales pre-establecidos. Marchan a su propio ritmo y han creado nuevas rutas hacia el “matrimonio” y la “familia” posponiéndolos o abandonándolos por completo.
• En los últimos 50 años, las cifras del divorcio se han duplicado, el número de enlaces matrimoniales heterosexuales ha disminuido y los hogares de padres solteros de han triplicado. Mientras las parejas homosexuales luchan por conquistar el derecho al matrimonio y la adopción, las parejas heterosexuales optan cada vez más por compartir el techo y los gastos sin papeles de por medio, y muchas veces sin tener hijos.
• En Scientific American, la escritora Elizabeth Landau analizó los datos disponibles y encontró que los millennials son menos propensos a casarse en sus 20s que otras generaciones, en 2014, 64% de aquellos entre 18 y 29 años eran solteros y vivían solos En 2012, sólo el 14% de las novias y el 8% de los esposos eran menores de 25 años, en comparación con el 76% y el 61% de finales de 1960.
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• Un estudio dirigido por Andrew J. Cherlin, de la Universidad Johns Hopkins, concluyó que la desigualdad económica es uno de los principales factores para que los jóvenes decidan no casarse, tengan o no hijos; la generación millennial, considerada la más educada y preparada, tiene empleos mal pagados que los hacen sentir poco aptos para el matrimonio.
• De acuerdo con la National Longitudinal Survey of Youth las comunidades donde escasean empleos que brindan estabilidad económica o la posibilidad de sobrevivir por encima de la línea de pobreza, son lugares donde los jóvenes prefieren tener hijos sin casarse.
• El Observatorio Demográfico 2015, publicado en mayo por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Celac) describe que en 1990 se esperaba que la población de América Latina creciera en un promedio de 8,7 millones de personas al año. En realidad, la población ha crecido 6,8 millones de personas al año. Un 21% menos de la expectativa.
El sociólogo Philip Cohen incluso augura que, en Estados Unidos, hacia el año 2042, la costumbre de casarse habrá caído en desuso. De acuerdo con el Washington Post, las 3 principales razones por las que las parejas jóvenes deciden no casarse actualmente son:
• Casarse es caro y prefieren invertir ese dinero en otras cosas. Son muchos los que en sus treintas siguen pagando la universidad, por ejemplo. Mudarse con la pareja es más barato que celebrar una boda.
• Las religiones tienen cada vez menos adeptos. El ateísmo y el agnosticismo se han extendido, particularmente entre los millennials.
• Saben que tienen alternativas. Casarse es sólo una de ellas. Ya no pesa el estigma social de las parejas que viven «en pecado» sin haber contraído matrimonio.
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Por otra parte, existe una tendencia a tener menos hijos, o a dejar de tenerlos. Las parejas, independientemente de su orientación sexual, dejan de asumir imposiciones, poco a poco.
En una encuesta realizada por el sitio de internet Roster los jóvenes entrevistados las razones por las que NO quieren tener hijos.
• Desolación frente al futuro
El cambio climático, la constante amenaza de conflictos bélicos, las recesiones económicas prolongadas y la crisis laboral, son algunos de los factores que hacen que los milenians perciban el mundo como un proyecto fallido.
• La paternidad es egoísta
Varios de los encuestados sentían que el afán de perpetuarse a uno mismo en su descendencia es algo sumamente egoísta, algunos referían haber sentido que así fueron concebidos y no querían continuar la cadena sólo para sentirse propagados.
• El sueldo no alcanza
La mayoría de los millenials no cuentan con el ingreso suficiente para solventarse cómodamente, muchos adquirieron deudas en pos de su educación y planean comenzar a ahorrar desde ahora para su vejez.
• Priorizan su vida laboral
En algún punto de esta última década para muchos jóvenes adultos la vida profesional se volvió un sinónimo de la expresión de sí mismos, muchos viven el sueño de dedicarse a lo que les gusta, y la mayoría prefieren no tener trabajo antes de hacer algo que no los satisfaga, su personalidad y su oficio están fundidos, ellos son su trabajo que los expresa, perpetua y satisface.
• Temor a la paternidad
Hijos de hogares fallidos, varios creen que no sabrán como consolidar un hogar firme.
• No necesitan una razón
Muchos no necesitan una razón para no querer algo, es su vida y ellos deciden como vivirla.
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Por otro lado, La percepción de «crisis» está centrada en Occidente. Mientras en Europa, EUA y algunos países de América Latina el matrimonio es cada vez una práctica más inusual, en otros lugares -particularmente Asia y Medio Oriente-, sique siento la norma.
• En India, según datos de 2006 compilados por la ONU, el 74% de las mujeres de 20 a 24 años de edad están casadas. «El matrimonio se considera importante porque mantiene la casta, clase y género, las estructuras más fundamentales de la sociedad», dijo la doctora Clarinda Still, oficial de investigación postdoctoral en el programa de estudios del sur de Asia contemporánea en la Universidad de Oxford.
• Entonces, más que existir un apocalipsis del matrimonio y la familia, los jóvenes se casan por una variedad de razones culturales, sociales y económicas que no determina su adultez o capacidad de compromiso. Es más bien una manifestación de la cultura de libertad, independencia y búsqueda de la felicidad que caracteriza a la generación millennial.