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2024-11-19 21:34:29

Behind the scenes de los santos más venerados

Hoy se celebra el día de Todos los Santos y por eso les contamos qué hay detrás de esta celebración, pero sobre todo qué hay detrás de los santos más venerados en México.

noviembre 1, 2021

Padre Raúl Martínez Arreortúa
Licenciado en Sociología por la IBERO. Tiene una maestría en Pastoral Urbana por la Universidad Lumen Gentium. Presidente del Secretariado Social Mexicano. Párroco en la Parroquia de San Rafael Tlalmanalco.
IG: @raul_arreortua

Es una celebración de origen religioso cada 1 de noviembre para homenajear a todos los santos.
El papa Gregorio IV en el año 835 estableció este día y eligió esta fecha porque coincidía con una festividad de los pueblos germánicos y querían eliminar las fiestas paganas del calendario.
Los santos «canonizados» oficialmente por la iglesia católica son alrededor de 10,000.
México suma 32 santos a la iglesia católica.

¿Quién puede ser santo?
Cualquiera puede aspirar a la canonización (ser santo).
Sin embargo, para que se inicie el proceso, el candidato debe ser propuesto a la diócesis, generalmente del lugar donde murió. Esto, en la práctica, supone un primer filtro.
Todo cristiano puede proponer a alguien.

Santo: elegido por Dios
Hay cuatro niveles antes de llegar a la canonización (ser santo), una de ellas es la beatificación.
La palabra beato significa literalmente feliz (del latín beatus), o bienaventurado en sentido más amplio.
La beatificación es una declaración, hecha por la Iglesia, de que un siervo de Dios vivió una vida de santidad y/o tuvo muerte de mártir y está ahora en el cielo.

Antes de la beatificación hay varios procesos
Primero se examina por años la vida, virtudes, escritos y reputación.
Si se comprueba que practicó las virtudes en un grado heroico o murió como un mártir, empieza el segundo proceso.

Proceso Apostólico: está a cargo de la Congregación para la Causa de los Santos (uno de los dicasterios que ayudan al Papa).

Para hacer beato a alguien:
Se debe esperar cinco años después de su muerte antes de introducir su causa.
Es necesario probar hubo un milagro.

Un proceso de beatificación puede realizarse por dos vías:
Por causa de virtudes heroicas.
De martirio si el fiel sufrió martirio por su fe.

Las cuatro etapas en un proceso de canonización:
Ser un siervo de Dios: Primero, el postulador presenta a la Santa Sede un informe sobre la vida y las virtudes de la persona que quieran que sea santificada. La iglesia, por medio de la Congregación para las Causas de los Santos, examina el informe y dicta si es viable o no.
Ser venerable: En esta parte del camino, varios organismos de la Santa Sede reciben los testimonios de las personas que conocieron al siervo que se quiere santificar y analizan sus escritos. Al terminar la investigación un relator, nombrado por la Congregación para las Causas de los Santos, hace un documento denominado «Positivo» si el candidato sí puede llegar a ser un santo.
Ser beato o bienaventurado: Para ser beatificado, es indispensable la realización de un milagro. El proceso de examinar este «presunto» milagro se lleva a cabo en la diócesis donde ha sucedido el hecho y donde viven los testigos.

El proceso de examinar el «presunto» milagro debe abarcar dos aspectos:
a) Que los científicos, o los médicos, confirmen que es un hecho que va más allá de la ciencia.
b) Que haya pruebas de que el candidato participó en el milagro.

Al final, se da el veredicto final sobre el «milagro». Si es positivo se somete a la aprobación del Papa para ser beatificado y determinar la fecha de la ceremonia litúrgica.
Ser santo: La primera etapa es la aprobación de un segundo milagro. Durante la segunda etapa, la Congregación para las Causas de los Santos examina este segundo milagro presentado. Se requiere que este segundo hecho milagroso haya sucedido en una fecha posterior a la beatificación. Para examinarlo esta congregación sigue los mismos pasos del primer milagro. Por último, el Papa tiene que aprobarlo y realizar el «Decreto de Canonización» y se lleva a cabo la ceremonia de la canonización.

Los santos más venerados en México
SAN JUDAS TADEO: El santo de las causas difíciles.
Es uno de los santos con más devoción en México.
Su nombre está compuesto por dos palabras. JUDAS, una palabra hebrea que significa “alabanzas sean dadas a Dios”; y TADEO, “valiente para proclamar su fe” u “hombre de pecho robusto”.
Fue uno de los discípulos de Jesús de Nazaret, que formaba parte del grupo de los doce apóstoles.
Durante la última cena de Jesús, es el último apóstol nombrado.
Es considerado como “el patrón de las causas difíciles”
El título del santo de las causas perdidas se debe a que Jesús en su momento dijo que quien necesitara algún favor complejo se acercara a este apóstol, según la Agencia Católica de Informaciones y la Santa Brígida de Suecia, patrona de Europa.
El 28 de octubre es el día en que se recuerda el asesinato de San Judas Tadeo y San Simón (que también se venera en esta fecha).
Misión y muerte: Este Santo cumplió con su misión de evangelizar Mesopotamia y al final, se reunió con Simón el Cananeo para predicar la palabra en Persia.
Su final llegó en el año 62, cuando fue martirizado en Suamir, donde le aplastaron la cabeza con una maza para después cortársela con un hacha.

SAN CHARBEL: el santo de los listones de colores
Es un santo de origen libanés que es muy venerado en Latinoamérica.
Es el primer santo oriental canonizado desde el siglo 13.
Este santo nació el 8 de mayo de 1828 en Beqaa-Kafra, Líbano. Desde los 47 años hasta su muerte en 1898, se dedicó a la oración.
Rezaba 7 veces al día, comía una vez al día y permanecía en silencio hasta su muerte en 1898.
¿Por qué es Santo? En primer lugar, por la vida ejemplar que llevó y en segundo lugar, por una serie de fenómenos que le dieron popularidad después de su muerte, por ejemplo, se dice que:
Su tumba fue inmediatamente rodeada por un brillo extraordinario que permaneció durante 45 días.
Su cuerpo se ha mantenido incorrupto con la temperatura de una persona viva.
Y se dice que en ocasiones suda sangre.
Fue beatificado por el Papa Pablo VI el 5 de diciembre de 1965, durante la clausura del Concilio Vaticano II. Mientras que su canonización se realizó el 9 de octubre de 1977 durante el Sínodo Mundial de Obispos.
¿Por qué se le ponen listones? Esta devoción es típicamente Mexicana. Empezó en la Catedral Maronita de México, en el centro histórico cuando alguien le escribió su petición en un listón.
Significado de los listones de San Charbel
No debes de escribir tu petición en un listón blanco o negro, pero sí puedes elegir un color distinto para cada necesidad. Esto es lo que significa cada color:
Azul: fuerza, protección y voluntad divina
Dorado: iluminación, amor por los seres queridos y paz mundial
Rosa: amor divino de la adoración y reconciliaciones
Verde: esperanza, fe y salud física o espiritual
Rojo: situaciones difíciles
Violeta: misericordia, perdón y meditación
Amarillo: paz, equilibrio, sabiduría e intuición
Morado: purificación
Blanco: para agradecer los favores concedidos

SAN BENITO: el poderoso exorcista
Uno de los santos más importantes y populares dentro de la Iglesia Católica.
Cada 11 de julio, se le celebra alrededor del mundo.
Fue un poderoso exorcista. Este don lo ejerció con la famosa “Cruz de San Benito”.
Nació en el antiguo pueblo de Nursia (Italia) en el año 480 D.C.
Con un grupo de jóvenes, fundo su primer monasterio en la montaña de Cassino en 529. Fundó varios monasterios, centros de formación y cultura capaces de propagar la fe en tiempos de crisis.
Es también conocido por haber escrito la Regla para monjes, conocida por “La Santa Regla”, “Regula Monachorum” o “Regla de San Benito”. Lo hizo en el monasterio de Monte Cassino poco tiempo después de fundarlo
La difusión de las reglas le valió a San Benito el título de Monarca del Monaquismo Occidental, y también, por su famosa medalla que es usada por exorcistas y por personas que desean alejar las influencias demoniacas.
Fue beatificado en 1964 por San Pablo VI.
La medalla de San Benito
La medalla de San Benito es un sacramental reconocido por la Iglesia con gran poder de exorcismo.
La medalla se originó en la devoción que San Benito le profesaba a la cruz. San Benito recomendaba a sus discípulos usar esta medalla para ahuyentar a las fuerzas demoníacas.

JUAN

DIEGO CUAUHTLATOATZIN:
el santo mexicano
Según el Centro de Estudios Guadalupanos, Juan Diego fue un indígena de clase social baja que nació en 1474 en Cuauhtitlán, en Texcoco; sin embargo, también se asegura que pertenecía a la nobleza indígena.
Juan Diego tenía 57 años cuando fue bautizado junto a su esposa y su tío. Fueron de los primeros indígenas evangelizados en la Nueva España y recibieron los nombres cristianos de Juan Diego, María Lucía y Juan Bernardino, respectivamente.
Juan Diego y la Virgen: Para la Iglesia Católica, la Virgen de Guadalupe se le apareció en cuatro ocasiones a Juan Diego en 1531. De estos encuentros en el Cerro del Tepeyac, la imagen milagrosa de una virgen morena de rasgos mestizos quedó plasmada en un ayate donde Juan Diego previamente había colocado unas flores.
Estas apariciones se sustentan en el Nican Mopohua (Aquí se narra), un relato náhuatl de 1556 atribuido al noble indígena Antonio Valeriano, construido a partir de los testimonios de viva voz del propio Juan Diego.
Su imagen: La imagen más antigua de Juan Diego es un retrato hablado realizado en el siglo XVIII por el pintor Miguel Cabrera. Este retrato ha sido muy cuestionado pues muestra a un Juan Diego españolizado, alejándose de los rasgos indígenas que entonces imperaban.
Es muy probable que el verdadero Cuauhtlatoatzin era lampiño con cabello lacio, una estatura promedio de 1.60 m. y ojos algo rasgados.

noviembre 1, 2021