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2024-11-20 01:39:59
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Carlos Páez y la forma en la que ve el sobrevivir al accidente aéreo de los Andes

Hoy entrevisté a Carlos Páez y nos relató lo que más recuerda sobre el accidente de los Andes y cómo logró sobrevivir a esto.

enero 30, 2024

Entrevisté a Carlos Páez, uno de los sobrevivientes del accidente aéreo de los Andes en 1972, y nos cuenta su historia.

¿Qué ha pasado después de 51 años del accidente? ¿Cuál fue su participación en la película La Sociedad de la Nieve? ¿Qué significa para él revivir esta historia?

El 13 de octubre de 1972, cuando Carlos Páez tenía 18 años, el avión en el que viajaba con destino a Chile junto con otros 44 pasajeros se estrelló en la Cordillera de Los Andes, a 4200 metros de altura. Después de 72 días, sólo 16 sobrevivieron a la denominada Tragedia de los Andes.

Carlitos Páez Rodríguez interpreta a su padre, Carlos Páez Vilaró, en la película ‘La Sociedad de la Nieve’, quien lo menciona en una de las escenas finales mientras lee el listado de los sobrevivientes diciendo: “Carlitos Páez, mi hijo”.

Carlos Páez, relata la tragedia de los Andes 

La semana pasada hablamos con Pablo Vierci, escritor del libro, “La Sociedad de la Nieve”, el cual se basa un poco en la película, y nos decía que quería tratar ciertos temas con mucho pudor y cautela, además de la angustia que le daba, enseñarle el resultado final a los sobrevivientes y todos los familiares y sobre todo hacerle justicia a los que no están, ¿qué opinas de esto?

Lo que tiene es una gran justicia, porque le da, sin comparar con otras películas,  voz a los muertos, que fueron tan importantes como los vivos, en definitiva, gracias a los muertos, es que hay gente viva, esa es la realidad.  Yo mismo me emociono escuchándome a mí mismo y no es por egocentrismo, es porque el momento es un momento muy especial. La película, primero que te descomprimes, es una película que se sufre mucho, pero en ese momento aparecen los helicópteros y es un momento realmente divino de la película.

Obviamente te iba a reconocer yo en la película cuando dices… Y Carlitos Páez, mi hijo.

Bueno, estaba más flaco, me pusieron a un nutricionista del Real Madrid durante un año, ya me engordé todo lo que había bajado, pero bueno… Para hacer la película me tiñeron el pelo, bajé de peso, esas cosas que pasan en el cine, fue maravilloso. Primero muy duro para mí, porque no soy actor.

Segundo, porque meterme en la historia de lleno de los Andes y meterme en la figura de papá, que como sabes, es un poco el Siqueiros uruguayo, un pintor muy importante, quizás, la figura más relevante de los últimos 100 años. Entonces en una responsabilidad y un orgullo también al mismo tiempo porque él dio la lista, fue un momento muy lindo. Dura un minuto y medio, pero es emotivo.

Algo que también me llamó mucho la atención y hasta me puse a investigar, fue la escena de la regadera, no puedo creer lo flacos que estaban. ¡Ah sí!, la escena de la ducha fue una cosa de locos y te pones a pensar, porque a mí me lo explicó el director, el principio de la película es en una regadera, porque eran un equipo de rugby y se compara con el final de la película, que es como nosotros llegamos. Es una película llena de simbologías y por eso les exijo que vean la película.

Es que es importante que sepan que independientemente ,de que Carlos se dedicó y es empresario y fundó su propia agencia, fue director de agencias publicitarias, pues ha dedicado los últimos 40 años de tu vida a dar conferencias y hablar de toda su experiencia.

Esta historia tiene todo lo que las empresas precisan: trabajo en equipo, toma de decisión, tolerancia a la frustración, adaptación al cambio, encontrar recursos desconocidos. Porque es una historia extraordinaria protagonizada por gente del común. Tú misma, Martha, podías haber estado en esta historia, no es un mérito del ser humano que tiene esa capacidad de adaptarse.

Te tengo que preguntar dos cosas porque creo que desde haber visto la película, es algo que nos hemos preguntado todos de manera abierta y a lo mejor una reflexión personal, individual e interna. La primera vez y que me imagino que al ver la película otra vez reviste ese momento más complicada de tu vida, ¿cómo fue?

Hay 26 libros escritos, nueve documentales, tres películas y eso no era el objetivo que tuvimos en mente, lo que queríamos era llegar a casa con mamá, con papá, con los hermanos, esa era nuestra lucha. No peleábamos por fama.

Además algunas decisiones no fueron tan difícil porque habíamos vivido el proceso. De hecho, yo tengo una frase de San Francisco “empiezas por hacer lo necesario, luego lo que es posible y te encontrarás haciendo lo imposible”. Y siempre hago la pregunta al revés en las conferencias ¿lo harían? Nunca nadie no levantó la mano, o sea que todo el mundo lo hubiera hecho en la medida en quieres vivir.

Recuerdo que el Papa de la época, Pablo Sexto, nos mandó un telegrama de bendición y una carta diciendo que: “si no lo hubiéramos hecho, existía la posibilidad de suicidio, porque Dios nos pone en la Tierra para vivir, no nos pone para morir”.

Ahora te pregunto, ¿crees que el resto de nosotros, hubiéramos sobrevivido lo que ustedes sobrevivieron? Yo pensaba, sobreviviste por la fe, sobreviviste por la juventud, por la ignorancia de la edad, sobreviviste porque uno no sabe lo fuerte que es, hasta que no le queda más opción.

Bueno, eres muy inteligentes, Martha. ¿Sabes por qué sobrevivimos? Por la ignorancia de la edad. El no saber a lo que nos enfrentábamos, esas son las cosas de un chico de 18 años y porque teníamos un objetivo en común.

Si hay algo que habla esta historia es de unidad. unidad entre los que murieron, unidad entre los sobrevivientes. Este mundo está muy agrietado entre todo el mundo y esta película viene a cerrar una grieta que existe a través de una de las historias más notables de trabajo en equipo, todos apuntábamos a lo mismo, es más salimos por el lugar equivocado, pero aún así llegamos. Y es de eso lo que se trata la vida. A veces no se trata de historias perfectas, se trata de historias apasionadas, se trata de historias con actitud, se trata de historias con ilusión, así que salimos adelante.

Me encanta la analogía que haces y es un poco lo que conversamos aquella primera vez tú y yo y lo que conversé con Pablo la semana pasada, es que así es la vida y creo que lo que resuena a muchos es que cada quien ha tenido sus obstáculos sus retos, sus cruces, sus momentos de desesperanza y de sentir que no pueden.

Tengo una frase que la cuñé hace tiempo, que cada persona tiene su propia cordillera, y es verdad, tú tienes la tuya, no sé cuál será, pero cada cual tiene, no sé cuál, porque no hay un dolorímetro ni un angustiómetro para medir el dolor de la angustia.

Yo mismo he tenido cordilleras, tan duras como los Andes, todo el mundo, pero mi padre siempre decía que “el obstáculo era su mayor estímulo, es importante el obstáculo”, es muy importante el obstáculo y nosotros vivimos la lucha contra el no permanente, nosotros el mérito nuestro porque al no le dijimos que sí, explicáte vos, hagamos una análisis, primero el accidente, recibir la noticia que ya no nos buscan, tomar la decisión de alimentarte a tus amigos muertos, la avalancha, nos podíamos creer que Dios nos pegaba con un puñal por la espalda, después encontrar la radio no podíamos hacer funcionar, o sea que lo permanente fue el no, pero al no le dijimos que sí.

¿Cómo no pierdas la esperanza?

O sea, yo pienso, que la vida es lo más importante y esta historia es un homenaje a la vida, tuhubieras salido adelante porque lo que quieres es vivir, lo que quieres es estar en tu trabajo, lo que quieres es estar con tu familia, es un homenaje a la vida.

Fíjate que hoy somos más de los que salimos en aquel avión, el 22 de diciembre, que lo celebramos mucho, cumplían 51 años, ya había más de 120 descendientes de los sobreviventes. Gracias a que yo estoy vivo tengo 2 hijos, 6 nietos, o sea que me valió la pena nuestra historia. Yo no la puedo ver como la tragedia de los Andes, como se llaman, sino que la veo como otra cosa. Tampoco el milagro de los Andes porque tampoco fue un milagro, milagro es el hombre, como está dicho, capaz de adaptarse a esas incontables.

Te lo vuelvo a preguntar ¿ya no hay nada en la nevera?

Ya no había más nada que comer, acceder a los muertos era a lo que habían pensado todos, el primero que lo externó fue Nando, yo que era el más chico de todos, tenía 18 años y entonces Nando me dice que no queda nada en la despensa, la despensa es un bolsito de esos de mujer donde guardamos una lata de marisco que compartimos entre 27 y Nando me mira en los ojos y me dice, “Carlitos, yo me como el piloto”, lo miré y no dije nada, es obvio que fuera el piloto porque era de alguna manera lo hacía responsable, él había perdido su madre en un accidente, su hermana cinco días después, se ve que en el nivel inconsciente o inconsciente se las agarraba contra el piloto, además era el desconocido para nosotros. Momentos después dije “Nando está loco, se quiere comer al piloto” y Adolfo me dice “no Carlitos no está tan loco, yo con mis primos ya lo pensamos” y ahí nos dimos cuenta que era un pensamiento generalizado, cuando volvimos a esa expedición….

Pueden escuchar toda la conversación en el reproductor.

Especialista: Carlos Páez. Empresario, publicista, escritor, conferencista, técnico agropecuario y actor. Es uno de los sobrevivientes del accidente aéreo que ocurrió el 13 de octubre de 1972, cuando el avión FAU 571 se estrelló en la cordillera de los Andes, antes de llegar a Chile, su destino final. Ha escrito tres libros: Después del día 10, Mi segunda cordillera y Desde la cordillera del alma. El también conocido como “Carlitos” Páez, ha dado cientos de conferencias motivacionales alrededor del mundo, donde relata todo lo que vivió en las montañas durante 72 días y cómo logró sobrevivir ante la adversidad.

IG: @carlitospaezr / FB, TW, LinkedIn: @CarlitosPaez / YouTube: @CarlitosPaez / WEB: www.carlistopaez.com / Mail: conferencias@carlitospaez.com

enero 30, 2024